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Samuel se estaciona cerca de unos árboles, mientras yo trato de entender sobre que se trata todo esto

Estoy muy impaciente

- Falta poco para que te enteres – responde a mi pensamiento

- Quiero saber – digo algo frustrada

- Bajá del auto y vas a poder entender – hago lo que me dice, mientras vuelvo a revisar el lugar con la mirada, sin resultado

- Seguíme – asiento y empiezo a caminar a unos pasos de él

Caminamos un poco más entre los árboles, hasta que a lo lejos puedo ver un lago. Es enorme, se extiende por los dos lados y tiene una estatua encima, algo antigua, donde muestra dos personas enterrando a alguien, y una tercera parada sosteniendo algo que no llego a descifrar

No entiendo nada

- Bienvenida al Río Soar - dice cuando frenamos al lado de este

- Es un lindo lugar – lo miro con una sonrisa

- Uno perfecto – susurra, más para él que para mí – Date lo vuelta – asiento algo confundida y doy media vuelta posando la mirada en unos árboles. Al instante siento como pasa algo por mi cuello y rápidamente me fijo que es

Una cadenita con un dije de Luna

- Siempre que estemos separados, esta cadenita te va a hacer acordar a mí – susurra en mi oído – Opino que la Luna es radiante, hermosa y divina – me gira y me señala la Luna que se deja ver en el cielo - Ella piensa que está sola, pero las estrellas siempre la sorprenden, mostrándole lo contrario – suspira – Siempre voy a ser tu estrella, mi Luna – siento como mi corazón empieza a latir con fuerza y una sonrisa se posa en mis labios, lo que hace que le dé un fuerte abrazo, aferrando mi cabeza a su pecho

- Sé que una persona normal respondería con algo cursi – lo miro fijo y agarro su cara entre mis manos – Pero solo tengo tres palabras – me acerco un poco más – Te quiero mucho – no le dejo tiempo para responder y estampo mis labios sobre los suyos, dándole lugar a un beso que demuestra la felicidad que estoy sintiendo en este momento

- Yo también te quiero mucho – dice entre besos, sacándome otra sonrisa

Diez minutos después estamos acostados en el pasto, abrazados, mirando la Luna

- Puede que lo que te pregunte sea muy tonto e infantil – asiente, en señal de que siga - ¿Creés que vamos a poder encontrar a Aria? – él suspira y me aferra más a su pecho

- Lo que creo es que tarde o temprano vamos a saber lo que pasó

Eso no responde mi pregunta

- Pero nadie te asegura que... esté... viva – dice trabándose al final

- Gracias por ser sincero conmigo – dejo un beso fugaz en su pecho – Muchas de las personas que conozco me dirían lo que quiero escuchar – suspiro – Y es una de las cosas que más odio – siento como besa mi cabeza, en forma de respuesta

*Tres días después*

Corro la silla de la cafetería, me siento y cuelgo mi cartera. Cuando levanto la mirada, puedo ver a mi mejor amiga sentada enfrente con su vestido violeta pastel

- ¿Qué vas a pedir? – pregunto revisando la parte de desayunos en el menú

- Un batido de frutilla y unas masitas secas – responde Brooke - ¿Vos?

- Un café y unas medialunas – asiente, y las dos cerramos los menús, dejándolos a un costado

- Ya tenía ganas de salir un rato las dos solas – me comenta

Lobos de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora