13.- Chris

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-¿Alfas y Omegas? - pregunta Felix mirándome con sus ojitos brillosos. Mi lobo eleva las orejas de solo verlo mientras mueve la cola desesperado.

-Mi Alfa necesita a tu Omega. - digo aun aferrado a la idea de que quizás sea posible que él entienda que lo necesitado, que estamos el uno del otro en este momento.

Channie no me ha dejado en paz ni un día. Aún teniendo el nido en casa, él ya no se siente feliz con ello. Ahora anhela desesperadamente el dulce aroma del Omega de Fefi. Incluso puedo sentir, con más fuerza, su dolor, cada aullido que lanza por las noches de solo saber que el Omega no lo quiere cerca, que a pensar de que lo desea, Felix se niega a ello totalmente.

-Pero mi Omega no necesita un Alfa. - dice y Channie lloriquea en mi interior al escucharlo. - nosotros estamos en esto solo porque usted necesita mi ayuda, no porque yo quiera.

-Y lo sé, pero también se que tu Omega necesita a mi Alfa. Puedo darme cuenta de cómo me jala a él, de cómo lo mira. Felix, yo se que estas enojado conmigo, pero en serio te necesito. Channie lo necesito.

-Se llama Bokkie, Channie. - dice bajando la mirada a la carpeta sobre el escritorio con las mejillas rojas por la vergüenza. - es gris y muy juguetón. Adora el frío y el aroma tan bonito que desprendes.

Mi interior se remueve y se sacude al escucharlo, pero aún así, detengo todos mis movimientos para no asustar al lindo Omega frente a mí. Solo dejo que la felicidad que invade mi cuerpo se liberé en su totalidad haciendo sonreír a Felix y a su lobo. Y es que, hasta yo se que estoy mal por haber hecho todo a la prisa, pero en mi defensa los verdaderos culpables son eso hombres de la junta directiva. Los odio.

Igual y ya que más da ahora. Felix ha dejado que su Omega esta cerca de mi Alfa y eso me calma. Bastante.

-¿Puedo....? - me mira con sus ojitos volviéndose grises, dándome a entender que Bokkie es quien está ahora frente a mí. Un lindo chico con orejas grises alzadas con cabello del mismo color. - ¿puedes abrazarme, Channie?

Mi lobo necesita mucho realmente para levantarse e ir directo a él. Como si fuese un cachorro. Los brasitos de Fefi rodean mi cuerpo y su encantador aroma a cerezas negras, brownies y chocolate llega a mi nariz. La mezcla de esos aromas alteran mi sentido de sensatez y buen juicio. Ahora solo quiero abrazarlo, dejar mi aroma en él para que todos vean que es mío. Así como también quiero su aroma en mí. Como justo lo hasta haciendo. Restregando su mejilla en mi pecho con parsimonia y sin dejar de sonreír en lo absoluto.

-¿Channie va a cuidarme bien? - pregunta mirándome con sus ojos brillantes.

-Sí, Bokkie. Voy a cuidarte muy bien, pequeño cachorro.

Quiero que tú seas su papá OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora