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☆La idea seria tener el corazon en el cráneo y el cerebro en el pecho. Asi, pensariamos con amor y amariamos con inteligencia☆
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Comienzo: 1/4/21
Final: Indefi...
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Narra Ayelen
Vi como Susan, Peter y Jack se levantaron mirando completamente conmocionados el lugar.
-Imposible- Susurró Susan.
-No te preocupes, seguro es solo tu imaginación- Dijo burlona Lucy, como una pequeña venganza por lo que solte una pequeña risita.
-Supongo que... pedir perdon no es suficiente.
-No lo es, pero esto sí- Dijo Matew, lanzando una bola de nieve al rostro de Jack, iniciando así una batalla donde todos reíamos a carcajadas, ví que Edmund no hacía nada, asi que de broma le lancé una bola de nieve.
-¡Au!- Dijo sobandose la sona afectada.
-Eres un mentiroso- Le acuso Peter.
-¡Tu tampoco les creíste!-
-Pídeles disculpas. ¡Dí que lo sientes!
-¡Esta bien!- Aceptó Ed -Lo siento.
-Esta bien, los niños pequeños no saben cuando dejar de fingir- Dije con una sonrisa, que fue una clara referencia a lo que él dijo anteriormente.
-Muy graciosa.
-Quizás deberíamos irnos- Dijo Susan de repente.
-¿No quieren echar un vistazo?- Dijo Edmund, pensé que él no creía en Narnia, que raro.
-Yo creo que Lucy y Matew deberían elegir- Propuso Jack.
Los pequeños sonrieron ilusionados. -Hay que ir a visitar al Señor Tomnus.- Habló Lucy con una tierna sonrisa.
-Entonces vamos todos a ver al Señor Tomnus- Dijo Jack adentrándose al ropero.
-¿Vamos a ir vestidos así con toda esta nieve?- Preguntó irónica Susan.
-No, al profesor no le molestaría que tomáramos algunos de sus abrigos, despues de todo, si lo pensás con lógica, no los sacariamos del ropero- Dijo Peter captando las intenciones de su amigo.
Jack salió del ropero con varios abrigos, Peter fue ayudándolo a repartirlos así ya no pasarían tanto frío.
-¡Pero este es de niña!- Reclamó Edmud.
-Ya lo sé- Le contestó Peter, el cual le estaba entregando el abrigo.
Nos encaminamos a la casa del fauno con los dos pequeños guiándonos, por el camino parábamos a jugar con la nieve. Intentaba convencer a Edmund de que jugara conmigo pero no quería.
Estabamos apunto de llegar. Derrepente Lucy paró mirando a un punto fijo.
-¿Lu?- Dijo Peter, giré mi cabeza para ver lo que Lucy veía. Me quedé perpleja mirando la puerta de la casa del fauno, destruida.
Matew salió disparado hacia la puerta, seguido por Lucy, y sin perder el tiempo me lancé a perseguirlos.
-¡Matew! ¡Lucy! ¡Ayelen!- los escuchaba gritar mientras nos seguían.
Entramos los siete a la casa del Señor Tomnus y la verdad, no pude con la sorpresa; absolutamente todo estaba fuera de su lugar habitual.
-¿Quien es capaz de hacer algo como esto?- Dije con mucha pena.
Habia una nota; Peter la tomó y comenzó a leerla:
"-El fauno Tumnus es acusado de alta traición contra su Majestad Imperial, Jadis, Reina de Narnia, por ayudar a enemigos y fraternizar con humanos. Firma Maugrium, capitan de la policía secreta, larga vida a la reina-"
-Bueno, ahora creo que debemos regresar- Escuche decir a Susan.
-Pero, ¿Y el Señor Tomus?- Dijo el pequeño Matew.
-Si lo arrestaron por estar con humanos no creo que haya mucho que hacer.
-¿No lo entienden, verdad?- Hablo Lucy- Esos humanos somos Matew y yo. Deven haberse enterado que nos ayudó.
-Tal vez deberíamos hablar con la policía- Sugirió Peter.
-Ellos son la policía.
-Clama, chicos. Ya se nos ocurrirá algo- Dijo Jack tomando sus hombros en forma de consuelo.
-¿Por qué?- Todos volteamos a ver a Ed, quien habia hablado. - Quiero decir, es un criminal- Le dediqué una mala mirada, ¡En verdad es un tonto!
"Pss" Se escuchó.
-Ese pájaro nos acaba de hacer "Pss" a nosotros?- Preguntó Susan.
Jack y Peter saliero a investigar, como buenos hermanos mayores, les seguimos nosotros y al final Edmund. El ave salió volando, pero el sonido persistió. Una rama se rompió y todos giramos para ver que era pero no habia nada. Lucy y Susan se pusieron detras de Peter, Matew y yo detras de Jack buscando protección. Algo se empezaba a asomar entre las rocas cubiertas de nieve. ¿Que era?
¡Un castor! Era solo un castor...
-Es un castor- Exclamó Lucy. Peter se empezó a acercar haciendo un tipo de sonido para llamar la atencion del animal.
-Si creés que te la oleré estás muy equivocado, muchacho- Hablo el castor... ¿¡Hablo el castor!?. Todos abrimos los ojos al escuchar al animal hablar frente a nosotros.
-Oh, disculpa.
-Lucy Pevensie y Matew Clark- El castor se dirigió a los mas pequeños.
-¿Si?- Preguntaron al mismo tiempo, el castor sacó un pañuelo- Es el que le dí al Señor...
-Tumnus- Completó el castor -Me lo dió antes de que se lo llevarán.
-¿Él esta bien?- Hablo Matew con un tono notablemente preocupado en su voz.
El animal miró a ambos lados -Sera mejor que nos adentremos más- Dijo y se fue corriendo en sus cuatro patas. Peter, Jack, Lucy, Matew y yo estabamos por ir tras él pero Susan nos detuvo.
-¿Que creen que hacen?
-Ella tiene razon, ¿Sabemos si es de confianza?- Apoyó Edmund a su hermana.
-Dice que conoce al fauno- Se excusó Jack.
-Es un castor, se supone que no deveria decir nada- Casi grita Susan.
-¿Todo esta bien?- Se asomo el castor.
-Si, solo platicamos- Dije.
-Dejen eso para un lugar mas seguro- Dijo para despues seguir mas adelante.
-Se refiere a que los arboles oyen- Todos nos miramos, hasta que Jack dio la vuelta para ir tras el castor, acción que todos repetimos.
Avanzamos por todo el lugar cubierto de nieve, era hermoso, no podia evitar ver todo a mi alrededor.
-Vengan, no nos conviene estar aqui afuera cuando anochezca- Avanzamos por las montañas hasta que pudimos ver una linda presa a mitad del lago congelado -Oh, miren, mi esposa puso el agua a hervir- Exclamó el castor.
-¡Es encantadora!- Exclamó Lucy refiriendose a la presa.
-Oh, aun esta en proceso, pero cuando este lista tendre muchos clientes- Alardeo.
