cuatro.

452 29 6
                                    

tomás.
2004.

mi mamá tocó la puerta de la casa de julieta, me sorprendía que ella haya accedido a que venga, y encima, traerme.

acomodé el cuello de mi camisa y suspiré.

la puerta se abrió, estando ahí, mariana y julieta. —que bueno que hayas venido, tomás.— dijo mariana, sonriente. —un gusto.— se dirigió a mi mamá.

—el gusto es mío, a la vuelta vengo a buscarte, tomás.— dijo. —chau, chicos.

se fue trastabillando porque, seguía con alcohol.

—bueno, tomi, ¿vamos?— dijo julieta, mientras que agarraba mi mano impulsándome dentro de su casa.

julieta.

miraba desde mi perspectiva a tomi, este mismo, traía una camisa de cuadros medio abierta junto a un pantalón negro. —¿te gustó la comida?— pregunté.

—sí.— sonrió. —gracias por invitarme.

negué. —no des las gracias, sos mi amigo.

—hablado de eso... ¿podemos hacer una promesa?

asentí. —dale, a ver.

—que, a pesar de todo, siempre vamos a ser amigos.

—a pesar de todo, siempre vamos a ser amigos.— respondí, extendiendo mi dedo meñique para sellar la promesa.

y ahí supe, que nuestra amistad, seria para siempre.

7 años después.

bajaba las escaleras rápidamente mientras que tomás me perseguía —¡basta, en serio, cortala!— pedí, gritando.
—¡no quiero jugar más!— no le interesó mucho y comenzó a hacerme cosquillas nuevamente. —no, no, no ¡por favor!— pedí, pero fue en vano intentar escapar y detenerlo, él tenia mucha más fuerza que yo.

—bueno, en fin ¿qué era eso que me decías que tenías?

—que... tengolamenstruación.— hablé rápido, mientras que mis mejillas se teñían de rojo.

—modulá, nena.— pidió.

—que... ¡ay tomás, no es muy difícil!— exclamé. —tengo... lo que viene cada mes.— respondí.

—¿qué cosa? ¡no entiendo!

mordí mi labio inferior con fuerza, mientras que suspiraba. —¡qué me vino! ¡tengo la menstruación!— grité.

—ah... ¿y estás bien? ¿osea, te duele?— preguntó. —¿porque te daba vergüenza decirme eso, tarada?

—es que, mi mamá me dijo que no te diga porque es algo como "vergonzoso" y que "no se ventila por ahí" y bueno...

mi primera menstruación estaba siendo una revolución de emociones y cosas.

—bueno, cuando a mi me venga te lo voy a decir.— me reí y le di codazo. —¿vamos a comprar facturas?

—¡de una!— exclamé. salimos de mi casa, mi mamá no estaba y mi papá tampoco, se habían ido hoy a la mañana a la casa de mi tía, donde yo no quería ir porque no aguantaba a mis primos, y como yo estaba con ya saben que, mi vieja se compadeció de mí. —¿y tu mamá?— pregunté, mientras entrelazaba mi brazo con el de tomi.

—no sé... hace mucho no la veo supongo que se fue por ahí, y mi padrastro casi ni está en casa.

—bueno, por un lado ¿es positivo eso? estar lejos de ellos te hace bien.— opiné.

—si, pero ¿cuánto va a durar?— se encogió de hombros. —cuando vuelvan, todo va a seguir igual.

—eso ya no importa, sabes que tenés las puertas de mi casa abiertas cuando vos quieras.

sonrió abrazándome por los hombros.
—si, lo sé.

amaba a tomás, sin dudas.

𝘤𝘩𝘪𝘲𝘶𝘪𝘵𝘪𝘵𝘰𝘴 » 𝘤.𝘳.𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘻𝘻𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora