cinco.

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tomás.
cuatro años después.
2015.

—ay, dale, julieta ¿tantos nervios te van a dar?— pregunté, mi mejor amiga del otro lado soltó un suspiro y abrió la puerta.
—es solamente un beso, aparte, él no debe tener mucha experiencia tampoco.

—pero ¿y vos que sabes? él es re lindo, debe haber besado a muchas chicas...— bufó. —voy a quedar en ridículo.

julieta cazzuchelli, mejor dicho, drama cazzuchelli, estaba apunto de dar su primer beso. íbamos a ir al quince de una amiga, y el chico que le gustaba, le dijo que iba a besarla ahí.

—no es muy complicado, él se va a dar cuenta, los chicos nos damos cuenta de todo.

—¡eso me da más vergüenza!— exclamó.
—no, listo, no voy.

bufé y la agarré de los hombros. —vos vas, o te juro qué, no sé, no te hablo por un mes.

—¡no podes chantajearme así!

me crucé de brazos. —si puedo, lo estoy haciendo.

—bueno, al menos, ayudame, dame un consejo; ya que vos sos tan sabio en el restriego de bocas.

me reí. —tenés que estar relajada, fijarte si tenés buen aliento, demostrar que querés besarlo, tener confianza de vos misma, no babear mucho, ni tampoco meterle la lengua de prepo si él no dió la indicación de que así lo quiere, o si voz diste la indicación y él la rechazó, no la sigas...

—dame un beso de práctica.— dijo.

abrí mis ojos grande. —¿qué? no, julieta.

—¡sí, por favor!— exclamó. —acordate de nuestro juramento "si uno necesita ayuda, sea la que sea que hay que dar, se da chistar y sin bufar"— recitó algo que habíamos inventado a los diez años.

rodé los ojos. —no, julieta, está lejos de mis principios.

—¿tenías principios?— se cruzó de brazos.

—bien ¡está bien! pero es sólo un beso ¿escuchaste, no?

julieta.

—sí.— respondí, mientras que sentía que me aflojaba de los nervios.

verdaderamente, esto era lo de menos en todas las cosas que ya habíamos hecho juntos, pasamos cosas peores.

pero, besar a tomás, me haría confundirme demasiado.

primero, porque yo estaba segura que quería mi primer beso con él y tercero, que ese chico que a mi me gustaba, en realidad no lo hacia, o si lo hacia, pero no me gustaba como yo quería que me gustara.

tomás, desde los trece años, se convirtió en mi amor. y él nunca lo supo, ni tampoco lo va a saber. no quería que piense que yo le inventé el título de mejores amigos solamente para tenerlo cerca, porque seguía considerándolo mejor amigo, pero él me seguía gustando igual.

posó su mano en mi cintura, mientras que me miraba a los ojos. —se utiliza mucho contacto visual.— dijo. —y... se va despacio.— nuestros pechos iban subiendo y bajando muy rápidamente.

sus labios suaves tocaron los mios enviando miles de sensaciones en mi cuerpo, mi piel se erizó al instante y sentía un nudo en el estómago.

su otra mano fue a mi nuca, acercándome a él.

sus labios se movían ágilmente y los míos, trataban de seguirle el ritmo.

hasta que después de varios segundos, ambos necesitábamos aire.

—¿y?— pregunté.

—eh...— suspiró. —lo haces bien, sinceramente. ¿segura que va a ser tu primer beso o solamente querías besarme?

sonreí. —ahora, al menos, tuve mi primer beso con alguien en quien confió y si babeaba mucho, tenia mal aliento, o simplemente se me escapaba un moco, eras vos y no él.

se rió. —bueno, ahora terminá de prepararte que tenemos que irnos.

asentí y salió de la habitación.

me tiré en la cama.

tapé mi rostro con mis manos mientras reía descontroladamente de felicidad.

¿julieta, que hiciste?

𝘤𝘩𝘪𝘲𝘶𝘪𝘵𝘪𝘵𝘰𝘴 » 𝘤.𝘳.𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘻𝘻𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora