ocho.

414 27 1
                                    

tomás.

[3/4]

llegué a mi casa y no dudé en encerrarme en mi habitación.

era un revoleo de emociones.

a mis diecinueve años, todavía no había encontrado a alguien que me vuelva tan loco como julieta, en todos los aspectos de la palabra.

sentía que estaba mal sentir eso, porque es mi amiga desde siempre.

me saqué mis zapatillas y me senté en la cama, restregando mis ojos, frustrado.

tragué saliva mientras me tapaba con las sábanas para intentar conciliar el sueño.

poco después, me hundí en un sueño profundo.

hasta que me desperté porque la puerta de mi habitación se abrió.

era julieta.

—¿qué haces acá?— pregunté.

—vine a verte, tonti. y a decirte lo mucho que me gustas.— soltó.

—¿q...qué?

—lo que escuchaste.— contestó, sentándose a mi lado. —me gustás mucho, tomás ¿qué acaso nunca te diste cuenta?

—julieta...

—no, no quiero que digas nada.— dijo, mientras que acariciaba mi rostro.

mi boca fue directo a la suya, hundiéndonos en un beso desesperado.

ambos teníamos esa abstinencia de besarnos.

y yo, había probado muchas bocas, pero la de ella era la más adictiva.

se recostó a mi lado y yo me subí encima, acariciando cada parte de su cuerpo con suavidad.

poco después, ambos nos encontrábamos desnudos, transpirando, gimiendo por solo el roce de nuestros cuerpos, y cuando estaba por introducirme en ella...

abrí mis ojos.

no había nadie en la habitación más que yo. me encontraba todo transpirado y con una erección enorme. —dios...— susurré agitado. —¿que estás sonando, tomás?— me pregunté a mi mismo. fui hasta el baño y me lavé la cara, tratando de aliviar mi calor corporal. miré mi entrepierna. —hay que resolver ese problemita.

[...]

—al fin venís, nene.— me dijo mi amiga, mientras abría la puerta. —vamos, dale.

—hola mariana, hola pedro.— saludé con una sonrisa.

—hola tomi.— dijeron al unísono.

fuimos hasta la habitación de ella y cerró la puerta. —tengo mucho que contarte ¡primero! el chico que te dije que me gustaba, me habló por facebook diciéndome que quería verme ¡segundo! capaz nos vayamos de vacaciones de verano a la playa ¡tercero! vos vas a venir con nosotros.

—banca, loca, mucha información para mi cerebro.— dije, mientras me sentaba en la cama. —¿cómo es eso que alan quiere verte?

rodó los ojos. —quedó medio ilusionadito por nuestro beso, y bueno, ahora flashea que estamos comenzando una relación. supongo que voy a decirle que si para enrealidad hablarle sobre que no quiero nada con él.

—¿y lo de las vacaciones?

—que este vamos, nos vamos a la playa y que vos vas a ir con nosotros, tenemos un departamento allá y nada, ¿te gustaría?

—sí, obvio.— sonreí. —pero, esperá, ¿porque no mejor hablo yo con alan? lo asusto un poco, así no se te acerca más.

—ay, no, tomás, yo voy a hablar con él.

uh, yo que quería ahorcarlo con mis propias manos.

—bueno, está bien.

—¿y vos? ¿todo bien?

asentí. —si, por suerte...

mentira, no estaba nada bien, estaba mirando a los ojos a mi mejor amiga después de haber soñado que hacíamos el amor.

deseaba que ese sueño se haga realidad.

𝘤𝘩𝘪𝘲𝘶𝘪𝘵𝘪𝘵𝘰𝘴 » 𝘤.𝘳.𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘻𝘻𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora