tomás.
miraba a julieta comer pizza emocionada, mientras que yo, tosía porque me atraganté con la gaseosa.
-sos un boludo.- me dijo, riendo.
-banca, ¿después vamos a pasear en la playa?-¿a esta hora? hace frío.
era verdad, en las ciudades con mares bajaba la temperatura considerablemente.
-tampoco tanto.
-bueno, nena, vamos de una y listo.- respondí.
ella se rió.
nos abrigamos con un buzo que teníamos en conjunto, él negro y yo blanco, pero con el mismo logo.
salimos del departamento y entrelazó nuestras manos.
las mariposas, nuevamente.
sentía como mi nariz se enfriaba por el viento, hasta que llegamos a la playa, donde nos sentamos a la orilla del mar sobre una manta que llevamos.
-está linda la noche.- dijo, mirando al frente.
-sí.- respondí, recostándome un poco.
-siempre me pasa que estos momentos me encantan, y miro para atrás y en todos mis momentos hermosos estás vos ¿entendés?
-si, me pasa lo mismo.- sonreí. nos quedamos en silencio, unos minutos, hasta que, la abracé. -te amo, juli ¿sabías, no?
-te amo más.
deseaba decirle todo. te amo, no como pensas, si no de otra forma más fuerte.
pero, eso no iba a pasar, porque yo era un cobarde.
[...]
llegamos al departamento y mariana junto a pedro ya estaban ahí.
julieta se fue a dormir porque estaba cansada, diciéndome que me esperaba para que durmamos juntos.
mariana se fue a dormir también, así que quedamos solos con pedro, tomando una chocolotada caliente.
-¿cómo estás, tomi?- me preguntó.
-bien, bien.- respondí. -¿y usted?
-no puede ser que después de años, sigas sin tutearme.- se rió. -yo bien, más si veo que mi hija está tan feliz.
sonreí. -si, ella nunca pierde su alegria.
-me refiero a que, vos la haces feliz, tomás.- suspiró. -¿y ella te hace feliz?
-obvio.
-ustedes están enamorados.- soltó seguro.
-¿qué? no...
-¿no, tomás? ¿vos estás seguro?- preguntó con una sonrisa. -no podes negar algo que es obvio para todos. lo que pasa es que, ustedes no quieren perder su amistad si sale mal pero ¿sabes que? nada va a salir mal porque, ustedes se aman.
-a ella le gusta alan.
-¿y a vos te gustan las chicas con las que estuviste?- negué. -a ella le pasa lo mismo, y la conozco, es mi hija.
-¿usted como sabe tanto?
-porque a mi me pasó igual, mariana sigue siendo mi mejor amiga a pesar de todo.- dejó la taza en el lava platos.
-buenas noches, pensalo.pedro confiaba en mí y eso, a la vez de gustarme, me aterraba.
¿y si la lastimaba porque no sabía amar?
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𝘤𝘩𝘪𝘲𝘶𝘪𝘵𝘪𝘵𝘰𝘴 » 𝘤.𝘳.𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘻𝘻𝘶
Romance¿cuánto puede cambiar una relación a través de los años?