Capitulo 43

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—¡Te cortaste el pelo!

Mi mamá me abraza con mucha fuerza, mi hermana y mi padre tienen mis cosas en manos. Sigo en brazos de mi madre que acaricia mi espalda y toquetea mi cabeza —Nunca pensé que estaría tan corto...

Ya en el carro junto a Shiori veo por el retrovisor la mirada alegre de mi padre y escucho el parlotear de mamá actualizándome sobre las novedades en la ciudad, hasta temas sociales y políticos que realmente eran innecesarios mencionar

—Debes estar cansada, ya hablaremos en la cena, ¿no tienes sueño? —Volteo los ojos y río

—Iré a mi habitación

—Perfecto, te avisaré cuando esté listo. Shiori déjala descansar...—Sujeto su brazo

—Quisiera que me ayude a desempacar...

—Pero no te olvides de descansar

Me ayuda con mi otra maleta, ya me imaginaba la habitación como siempre y que iba a dormir en un futón, pero es tan grande mi sorpresa cuando veo mayoría de sus cosas en cajas

—Te quedarás en el futón por unos meses, luego te dejaré toda la habitación por fin

Dejo las maletas de lado y la abrazo, deslizo la puerta y sonrío.

—¿Por qué llegaste con tan pocas cosas? —Señala mi cabello —No quiero decir que te queda mal, pero siempre odiaste el pelo corto, decías que te molestaba el cuello...

Me siento en el futón del piso y le extiendo la fotografía de mi mochila

—¿Amigos? —Voltea la foto y se cubre el rostro emocionada —¿Cuál fue el que se te declaró? —Tomo la fotografía y río —Me dijiste que comenzaste a salir con alguien, es uno de ellos.

Me recuesto en el futón y le cuento lo que pasó, obviamente no evito que me riña por la manera que todo se dio. No sé imaginaba a mí viviendo con alguien, menos pasando por tal engaño. Al parecer para ella seguía siendo su pequeña hermana menor, pero al final me abraza.

—Debiste decirme todo, tonta.

—No quería preocuparte...—Se sienta junto a mí y toma la fotografía

—Me preocupa más que no me digas estas cosas. Confía en mi de nuevo — Acaricia mis mejillas mientras sonríe —No tienes mucha suerte en el amor—La empujo —¿Estás bien? —Simplemente logro asentir cuando escucho la voz de mamá desde el comedor, guardo la foto en mi bolsa.

La comida estuvo deliciosa, tenía un sabor que solo adquiría cuando comía en familia. Sus preguntas fueron concisas y directas, mis respuestas bastantes detalladas para evitar preocupaciones.

—Allá comía bastante bien —Qué mala mentira—Tenía una habitación decente cerca al hospital y todo fue bastante tranquilo.

—¿Conociste gente allá?

—Sí papá

—Es bueno tener contactos. Debiste hacer muchos amigos

Claro, pero en realidad no me querían mucho a su lado. Solo veía el rostro de mi hermana y esa mirada triste que ponía al escuchar el discurso de mis padres y mis mentiras, pero ya me había acostumbrado. En realidad, me mantuve bastante feliz ya que me había prometido una sorpresa al volver.

—No entiendo dónde conseguiste esa habilidad para mentir

—¿De quién será eh? —Me pasa la botella de agua, saco las pastillas de hierro de mi bolso y tomo una de ellas. No le había mencionado mi repentina enfermedad, anemia por déficit de hierro, mejor dicho por una alimentación pésima

NOCHE ESTRELLADA Yuzuru Hanyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora