CAPÍTULO 5 (2/2)

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Serkan:

Casi me vuelvo loco buscando a Eda por todo el hotel, hasta que recordé el localizador que le había entregado y como podía encontrarla con el emisor de señales de baja frecuencia que había colocado en mi móvil.
Después de eso no tardé más de 10 minutos en conocer la localización de Eda y salir en su búsqueda con urgencia.
A lo mejor, dentro de un par de horas podría entrar en razón y darme cuenta de que mi actitud estaba siendo completamente desproporcionada, pero ahora mismo lo único que podía pensar y sentir era el miedo instalado en el cuerpo de que algo pudiese pasarle por mi culpa, por no haber estado junto a ella.

Si existía algún tipo de distancia emocional por mi parte a la que se suponía mi clienta, se acababa de desvanecer por completo durante toda esta secuencia de momentos. Con la mandíbula en tensión, el estómago hecho un nudo y el corazón a punto de salir de mi pecho, caminé entre la gente, siguiendo la señal que me condujo hasta el centro del hall del hotel.

Noté como pude respirar tranquilo cuando pude verla a través de una de las grandes ventanas de cristal que daban a un pequeño salón más privado, lo que no me gustó fue verla en los brazos de un hombre alto, moreno, de pelo rizado, sonrisa ladeada y excesivamente atractivo. De pronto toda la preocupación se convirtió en enfado, y mi instinto me dijo que fuese hacía él y lo echase a patadas de ese hotel.

Caminé en la dirección de Eda, y al parecer se encontraba completamente ajena al infierno por el que acababa de pasar, porque se giró hacía mí al escuchar mis pasos con una sonrisa de oreja a oreja. Aún así no rompió de todo el contacto con ese hombro, simplemente deslizó el brazo por su cintura y me miró con suavidad. ¿A qué estaba jugando?

- ¡Serkan! Me alegro de que te hayan dado mi mensaje, temía que te volvieses loco al no encontrarme allí- hablaba con alegría, como si no fuese la persona más imprudente que había conocido en toda mi vida-
- No, Eda hanim, no me han dado ningún mensaje- tensé la mandíbula y me crucé de brazos, quería que viese mi malestar, que sintiese el miedo que había pasado. Tuvo que funcionar, porque la furia en mi voz hizo que quitase esa hermosa sonrisa de su boca-
- Yo... yo te he llamado, pero tú teléfono estaba comunicando- protestó- Así que le pedí a Deniz que te dijese a dónde me dirigía para que pudieses encontrarme.
- Mejor invéntate algo más creíble, porque tu amigo me dijo que no tenía ni idea de dónde estabas y en mi móvil no ha salido nada en el buzón.

Fui consciente de cómo el cuerpo de Eda se tensaba ante mis palabras cargadas de desprecio. Dirigió una mirada rápida al hombre que estaba a su lado y luego volvió a observarme a mí, contestando con la voz más fría que le había escuchado hasta el momento y que solo consiguió enfadarme aún más.

- En ese caso, hablaremos de esta tremenda confusión más tarde. Ahora me gustaría...
- ¡No! No vamos a hablar de ello más tarde, lo vamos a hacer ahora, si tu amigo nos disculpa...- miré con dureza al hombre y éste asintió-
- Sin problema- arrastró las palabras, también parecía receloso de mi actitud-

Aunque intentó sonreír, no me dejé engañar por ese intento de cordialidad. Era otro de esos hombres que solo buscaban ir detrás de Eda por su belleza, sus encantos. Así que le sostuve la mirada para conseguir intimidarlo mientas daba unos pasos alejados junto con Eda, no los suficientes para evitar que me escuchase si hablaba en un tono ligeramente elevado.

- A lo mejor deberías tener cuidado porque no te va a ser tan fácil defenderte de este si intenta algo...- no sé porqué dije algo así, al momento me arrepentí de ello-
- ¿Con quién te refieres a otros?- frunció el ceño-
- Cenk, Deniz... incluso nuestro quedísimo director del hotel- respiré con fuerza, fuera de mí- Y dentro de poco, este idiota.
- ¿Qué idiota?- Eda parecía a punto de querer pegarme- ¿De qué demonios estás hablando?
- ¡Hablo de tu facilidad para irte de paseo con cualquier hombre que se te acerca, y sin avisarme!- ahora sí, ahora los ojos de Eda estaban llenos de llamas-
- Entiendo...- su voz era tensa- ¿Sabes qué, Serkan? Creo que esta conversación está completamente fuera de lugar.
- Completamente- corroboré- Por eso me gustaría que fuéramos a un lugar más íntimo para poder terminarla.
- ¡Ten por seguro que la vamos a terminar! La conversación y unas cuántas cosas más...- volvió sobre sus pasos para acercarse al hombre que nos miraba con especial atención- Pero antes déjame que te presente- lo señaló y le dedicó una breve sonrisa- Can Oyum, es un muy buen amigo íntimo de Ceren y mío que ha aprovechado que Antalya le pillaba de paso para entregarme algo que le había pedido junto con su invitación de boda con el primo de Ceren- añadió con falsa dulzura mientras me miraba con una ceja alzada y se cruzaba de brazos-

GOLDEN THINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora