CAPÍTULO 1

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Serkan:

Pronto descubrí que Semiha Yildirim no era capaz de aceptar un no por respuesta. A pesar de todos sus aires aristocráticos, aquella mujer era inteligente y suspicaz, capaz de intimidar al mayor de los hombres.
Era pequeña, con el pelo blanco y un impecable traje que la hacía parecer más esbelta de lo que realmente era.
Estaba apoyada en el gran escritorio de roble que había frente a ella y me miraba con una intensidad aterrorizante.

-Si el problema es el dinero, debo decirle que no tiene nada de lo que preocuparse, lo doblaré o triplicaré si eso es lo que desea.

Miré a la mujer que tenía delante con seriedad, pensativo quizás, porque detrás de esa mujer altiva había alguien completamente aterrorizado.
Mis servicios eran valiosos, era uno de los mejores en mi especialidad y eso era conocido en todo el mundillo en el que se solía mover esta clase de gente, así que no tenía reparo alguno en cobrarles en función al dinero que poseían. Por eso el dato de que Semiha hanim estuviese ofreciendo tanto dinero significaba que había algo que no me estaba contando.

Eda Yildiz era una mujer atractiva, la había visto en muchas de las revistas de moda o del corazón que mi madre dejaba en casa, y era imposible no sentir como se encendían llamas en mí al ver el rostro y cuerpo perfecto de esa mujer. Pero no necesitaba tal cantidad de dinero y mucho menos descubrir si era tan hermosa como parecía en las fotografías.

-En este caso no es una cuestión de dinero, Semiha hanim. Agradezco mucho que se haya interesado en mí, pero soy especialista en otros campos muchos más peligrosos, por lo que la idea de hacer de niñera de su nieta no es algo que me agrade.

A mi espalda se escuchó el sonido de una puerta al cerrarse, así que giré sobre mis talones y contemplé a la mujer que entraba. Debía tener alrededor de 40 años, era bonita, de pelo rizado y sonrisa encantadora. Se detuvo entre Semiha Hanim y yo.

-No haga caso a mi madre, Serkan bey, si fuese por ella solucionaría cada problema existente con una buena cantidad de dinero. Por suerte para nosotros el mundo no funciona de esa manera- quise sonreír al ver como el rostro de Semiha hanim se arrugó, totalmente descontenta con las palabras de su hija-
-Adelante, hija, quizás tú puedas hacer entrar en razón al señor Bolat.

Ayfer Yildiz. Era la hija de Semiha hanim y de momento única heredera de su gran imperio de joyas junto con Eda. Según mis investigaciones había huido con Eda tras le muerte de su hermano y esposa, cambiando sus apellidos y desapareciendo de la vida de su madre.
Con el paso del tiempo los problemas económicos la hicieron regresar, de esa manera Eda se introdujo en el mundo de la moda a la temprana edad de los 18 años.
Al contrario de su madre, Ayfer hanim parecía ser una mujer dulce y con ideales similares a los míos, y aquello complicaba un poco más las cosas si quería mantener mi negativa.

-Mi única alternativa para que reconsidere su negativa es contarle lo que creo que mi madre no ha hecho, es propio de ella ocultar información de gran importancia. Seguramente no le ha hablado de las llamadas que recibe mi sobrina y que, personalmente, me tienen preocupada.
-Al contrario, su madre me habló de esas llamadas y del alto contenido erótico que había en ellas... pero de momento no suponen un peligro real para su nieta. Simplemente no responda y déjelo pasar, en caso de que se intente algo más, ahí podría reconsiderar el trabajar para ustedes o no.
-Serkan bey, no eran de contenido erótico, eran completamente explícitas y con detalles del cuerpo de mi sobrina que era imposible que él conociese, así que eso me hace creer que es una persona cercana a ella.
-En ese caso tiene razón, su sobrina necesita protección inmediata, y puedo recomendarle a expertos en el tema, pero yo no soy esa persona.
-¡No quiero expertos, quiero al mejor, y usted es el mejor!- el golpe de la mano de Semiha hanim contra el escritorio nos sobresaltó tanto a su hija como a mí-

GOLDEN THINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora