Resumen del capitulo:
Wei Ying saca conclusiones.
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Wei WuXian se llevó las manos a los ojos hasta que vio estrellas. ¿Que estaba haciendo? ¿Era realmente tan patético como para manipular a Lan Zhan para que lo besara así? El pensamiento hizo que las lágrimas volvieran a brotar de sus ojos. Lan Zhan era realmente demasiado bueno. Muy amable. Demasiado generoso, al menos cuando se trataba de él. Sabía que otras personas no lo vieron. Vieron el exterior helado que Lan Zhan quería que vieran, pero nunca lo vio. Vio las sonrisas secretas. El brillo en sus ojos cuando había molestado a alguien al tomar deliberadamente una regla demasiado literalmente o silenciar a alguien para darle a Wei WuXian la oportunidad de hablar libremente.
Wei WuXian lo amaba por eso. Amaba esas partes ocultas de Lan Zhan que otras personas no podían ver. Zewu-Jun los vio, por supuesto. Estaba seguro de que Sizhui también lo hacía en ocasiones. Pero la mayor parte de ese lado de Lan Zhan se dio cuenta de que otras personas no se dieron cuenta. Fue tallado en jade para ellos. Perfecto. Intocable. Inflexible.
Ese no era su Lan Zhan. El Lan Zhan que casi lo había llevado a casa desde la Torre después de que Jin Ling lo apuñaló. El Lan Zhan que se había quedado a su lado, tocando su guqin durante horas para ayudarlo a sanar. El Lan Zhan que había criado al pequeño A-Yuan para convertirse en el joven brillante, brillante, amable y generoso que ahora conocía y adoraba. El Lan Zhan que dio más de sí mismo de lo que debería. El Lan Zhan que lo había visto estaba sufriendo y había dejado que Wei WuXian lo besara. Había correspondido. Lo había abrazado y por un momento, solo un momento, ahuyentó las sombras de su mente. El Lan Zhan que le daría todo lo que pidiera.
Por eso se había ido. Sabía que preguntaría y preguntaría y nunca se detendría. Sabía que Lan Zhan daría hasta que no le quedara nada fuera de algún retorcido sentimiento de arrepentimiento o deber. Sabía que Lan Zhan no lo quería de esta manera. No anhelaba arrojarse a sus brazos y aferrarse a él. No anhelaba el toque de los labios de Wei WuXian sobre los suyos.
Las noches solitarias en las que viajaba habían puesto en una dura perspectiva lo que Lan Zhan significaba para él. Se despertaba, duro y dolorido por la necesidad, de los sueños de los labios de Lan Zhan sobre su piel. Sueños de Lan Zhan sujetándolo, mordiendo su piel, poseyéndolo por completo de una manera que nadie más lo había hecho. Por eso había buscado la compañía de otro hombre. Esperaba que reemplazar el rostro de Lan Zhan en esos sueños alejara esos sentimientos. Que hacerlo le permitiría regresar a Los Recesos de las Nubes sin que su cuerpo gritara de deseo. Pero no fue así.
Se estremeció al recordarlo. El beso del hombre, duro y sin emociones y muy mal. Las manos que habían tirado de su túnica, llenas de lujuria pero no de amor. Estar inmovilizado, pero no de la forma en que había imaginado que lo haría Lan Zhan. Con una aspereza que no hablaba de pasión, sino de derecho.
No quería recordar. No quería sentir el odio a sí mismo que casi le había impedido luchar. Casi había dejado que el hombre lo tomara hasta que no le quedaba nada para dar. Justo cuando estaba a punto de dejar que Chenqing se le escapara, la imagen de Lan Zhan le había llegado. Lan Zhan presenciando este mismo momento. La angustia de Lan Zhan al ver a su mejor amigo herido de esa manera.
Lan Zhan ni siquiera había estado allí pero, una vez más, lo había salvado. Sus dedos se cerraron alrededor del dizi, arrastrándolo por el suelo del bosque mientras el hombre estaba completamente preocupado rasgando la túnica de Wei WuXian. Su primer movimiento fue atacar. No fue un golpe efectivo, pero el dizi que chocó con la sien del hombre lo había desequilibrado momentáneamente. Wei WuXian luchó contra su terror por el perro que todavía estaba mordiendo su bota, ignoró la sangre que corría por su brazo por una mordedura anterior. Se llevó la flauta a los labios y tocó.
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Siempre [Traducción ESP]
Fanfic"Wei Ying". Se quedó sin aliento por un segundo. Lentamente bajó la flauta de sus labios. Había pensado en esa voz tantas veces. Lo soñé. Lo imaginé llamándolo. ¿Realmente lo había escuchado hace un momento o era su mente jugando otro truco cruel? L...