Siempre [Traducción ESP]

Capítulo 4 : Anhelo

Resumen de capitulo:

Lan Zhan piensa en sus arrepentimientos.

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Lan WangJi se detuvo en la puerta. Todavía estaba envuelto en las sombras. O, al menos, tan envuelto como sea posible y vestido de la cabeza a los pies de blanco y azul pálido. La noche se estaba enfriando rápidamente y la caminata le había dado tiempo para aclarar su mente. Para hacer a un lado las burlas. Para controlar su enojo por haber sido mentido por Wei WuXian una vez más. Ni siquiera estaba seguro de por qué estaba más enojado. Ese Wei WuXian resultó herido. Que Wei WuXian había mentido y ocultado esas heridas, sin importar cuán mundanas fueran. O quizás, mucho más probablemente, estaba enojado consigo mismo. Enojado porque una vez más no pudo estar al lado de Wei WuXian durante su momento de necesidad.

Había creído que era una bondad liberar a Wei WuXian y dejarlo viajar solo. Lo último que quería era que Wei WuXian se sintiera atrapado por él. No debería estar atado a en Los Recesos de las Nubes. Debería tener la libertad de viajar, explorar y redescubrir un mundo que había cambiado mucho en la más de una década que estuvo fuera de él. Lan WangJi no había tenido la libertad de seguirlo como deseaba. Tenía responsabilidades con el mundo. Su familia. Para su hermano que había sido su única fuente de consuelo, además de Sizhui, cuando Wei WuXian se fue de este mundo.

Miró a través de la oscuridad, su expresión se suavizó cuando vio a Wei WuXian sentado en el porche, vestido con su ropa. No le molestó. Había algo emocionante en ver a Wei WuXian vestido de blanco. Vestido con prendas que habían tocado la propia piel de Lan WangJi. Un sentido de posesión. La tela envolvió la esbelta forma de Wei WuXian de la misma manera que Lan WangJi deseaba poder hacerlo. Anhelaba jalar a Wei WuXian contra su pecho, enterrar su rostro en su cabello y nunca dejarlo ir. Soñaba con besarlo sin aliento. Imaginó cómo se sentiría la piel de Wei WuXian bajo sus manos, tersa, suave y flexible. Cómo anhelaba besar cada moretón que marcaba la piel de su amadi, para calmar su dolor y decirle lo importante que era. Que especial. Cuán absolutamente adorado.

Wei WuXian sostuvo la botella de Sonrisa del Emperadorsin apretar en su mano. Parecía perdido en sus pensamientos, inclinándose hacia atrás para mirar el cielo nocturno. El sol se había puesto y las estrellas parecían especialmente brillantes esta noche. La luz de la luna bañó a Wei WuXian con un brillo que suavizó sus bordes, haciéndolo lucir casi como un sueño. Su cabello oscuro, todavía húmedo, caía suelto alrededor de sus hombros y rostro. Lan WangJi no estaba seguro de haber visto a Wei WuXian con el cabello completamente suelto así. Le picaban los dedos por la urgencia de recorrer los sedosos mechones.

No podía arrepentirse de su decisión de dejar que Wei WuXian se fuera solo. El otro hombre había necesitado espacio y libertad. Se había encontrado en un cuerpo desconocido y tenía que aprenderlo todos los días. Lan WangJi no podía imaginar lo desorientador que debe ser despertarse repentinamente en un cuerpo que no es el suyo.

Sus ojos se posaron lentamente sobre la forma de Wei WuXian. Catalogó los cambios. Era un poco más bajo, un poco más suave. Quizás eso fue sesgado por la memoria de Lan WangJi de Wei WuXian cuando vivía en el Túmulo de Entierro con los restos de los Wen. Entonces estaba tan flaco. A pesar de que Lan WangJi nunca había dudado de la fuerza y ​​perseverancia de Wei WuXian, su apariencia había sido sorprendente en ese momento. Más aún después de la muerte de los Wens. Estaba pálido, demacrado, lleno de resentimiento y odio. Lan WangJi había odiado eso. Sabía que no podía obligar a Wei WuXian a volver a casa con él, de regreso a Gusu. Parte de él se preguntaba si podría haber salvado a Wei WuXian si hubiera confesado sus sentimientos. ¿El conocimiento de que alguien, cualquiera, lo amaba incondicionalmente, habría sido suficiente para apartarlo del borde?

Lan WangJi lo dudaba. Dudaba que su amor hubiera sido razón suficiente para que Wei WuXian viviera. Y, si era honesto, no quería que esa fuera la razón por la que Wei WuXian vivía. No quería obligarlo a vivir para sus propias necesidades egoístas.

Aún lo perseguía. En el momento en que Wei WuXian le soltó la mano. El momento en que había caído donde Lan WangJi no podía seguirlo. Estaba herido. Se había sentado en el acantilado, mirando hacia abajo, incapaz de entender lo que acababa de suceder. Incapaz de comprender que su alma gemela, su zhiji, se había ido de este mundo. ¿Seguramente debe haber tenido una salida? ¿Seguramente no se habría rendido así?

Lan WangJi recordaba vagamente la sensación de los brazos de su hermano a su alrededor. La forma en que otros miembros de su clan, a pesar de la falta de comprensión, lo habían protegido de las opiniones de otros cultivadores. Habían protegido su reputación, incluso si desaprobaban su vínculo con Wei WuXian. Bueno, no era solo su reputación. ¿Cómo se habría visto el mundo del cultivo en general si hubieran visto a uno de los Jades Gemelos de Lan roto en el suelo? Habían afirmado que Lan WangJi estaba herido, se enteró más tarde. Les dijeron a otros que lo habían protegido mientras curaban sus heridas. En realidad, solo había dicho desesperadamente, incapaz de hablar o llorar o incluso pensar.

Ahuyentó el recuerdo, dándose cuenta de que su rostro estaba empapado de lágrimas. Rápidamente se secó los ojos con la manga, negándose a que nadie viera su dolor. Lo había escondido durante años. Definitivamente no iba a someter a Wei WuXian a eso ahora.

Lan WangJi tomó un respiro antes de caminar hacia el Jingshi. Al parecer, un sirviente ya les había dejado la cena, pero Wei WuXian estaba ignorando la comida a favor del licor. Hizo una pausa a su lado.

"Entra. Come y luego curaremos tus heridas ".

Su tono dejaba poco espacio para la discusión. Entró, se dejó caer junto a la mesa y se sujetó la manga con cuidado mientras se servía una taza de té humeante. Bebió el líquido lentamente mientras Wei WuXian se sentaba frente a él.

De cerca, otra diferencia se hizo evidente entre el primer cuerpo de Wei WuXian y este. Si bien las similitudes eran sorprendentes, Lan WangJi había pasado tanto tiempo imaginando ese hermoso rostro que podía ver las diferencias de un vistazo. Vio el lugar debajo del labio inferior de Wei WuXian donde una vez había habido un pequeño lunar.

¿Cuántas veces se había imaginado besando a ese lunar? Entrelazando sus largos dedos en el cabello de Wei WuXian y acercándolo a besos diminutos sobre las imperfecciones que solo lo hacían más perfecto.

A pesar de los cambios, su espíritu no había cambiado. Su sonrisa aún era deslumbrante, lo suficientemente brillante como para iluminar cualquier habitación. Wei WuXian le sonrió agradecido, tomando sus palillos y comenzando a meterse comida en su boca. Hizo una mueca pero no se quejó. Lan WangJi sabía exactamente qué estaba mal. La comida era demasiado blanda para el gusto de Wei WuXian. Metió la mano en las mangas y sacó una pequeña botella de aceite de chile, deslizándola sobre la mesa hacia Wei WuXian.

La sonrisa se convirtió en una mueca. Amplio, brillante y hermoso. La vista más impresionante que Lan WangJi jamás había visto.

“¡Ah, Lan Zhan! ¡Me estropeas!" Wei WuXian dijo con un tono burlón mientras vertía una cantidad atroz de aceite de chile sobre su comida. "¿Pensé que la comida sabrosa estaba prohibida en Los Recesos de las Nubes?"

Lan WangJi negó con la cabeza. "Está prohibido hablar durante las comidas".

“Ahhh, Hanguang-Jun. ¿Seguro que no me castigarás por querer hablar contigo? Hemos estado separados por tanto tiempo. Solo deseo ponerme al día ".

"Come primero. Entonces hablaremos ".

El tono de Lan WangJi sugirió que no aceptaría ningún argumento. Volvió su atención a su propio plato. Wei WuXian no se quedó en silencio por mucho tiempo, pero Lan WangJi realmente no había querido que lo hiciera. Había echado de menos esa voz, la risa brillante, el brillo de su mente. Por ahora solo quería saborearlo. Por ahora alejaría los pensamientos que lo turbaban. Solo por ahora. Dejaría que Wei WuXian fuera su yo vibrante habitual. Eso fue suficiente.