Narra Ilaria:
Han pasado tres días desde aquella hermosa noche en el balcón y desde entonces no hemos podido tener otro acercamiento igual, sin Patrick Alice quiere pasar tiempo demás conmigo, y no es que me moleste, en verdad la quiero demasiado, pero es raro verla así, aunque su lengua mordaz y personalidad no la ha perdido a causa de su tristeza
—Chicas, ¿Quieren ir al museo?—Nos pregunta Ezra mientras comemos
—Claro que no papá, pero a Ilaria le gustan mucho esas cosas—Responde Alice frunciendo el ceño
—¿Me quieres acompañar Ilaria?—Me pregunta
Asiento en silencio mientras con toda mi concentración intento ocultar una sonrisa, me sorprende lo ingenioso que fue para salir conmigo sin levantar sospechas de Alice
Después de comer cambié mis shorts cortos por una falda corta de mezclilla y un top blanco, me despedí de Alice y salí con Ezra del departamento
—¿A dónde vamos?—Le pregunté mientras entramos al auto
—Vamos a LACMA—Le responde sin quitar los ojos del volante
—No tengo la menor idea de que es eso
—Cuando lo veas te encantará Lili
Ezra conduce por al menos 30 minutos hasta que se estaciona cerca de un parque
—¿Quieres ir por un helado antes?—Me pregunta
—¡Amo el helado!
—Lo sé
Despúes de comprar el helado en un puesto a un lado del parque Ezra me guía a lo que se supone es el LACMA
—Quiero que Alice se entere de esto, quiero ser honesto con mis sentimientos no quiero tener una relación a escondidas de nadie—Dice de pronto
Sus palabras me dejan fría e incapaz de decir palabra
—Yo—Balbuceo—No sé si eso es lo mejor
—¿Por qué?
—¿En verdad crees que Alice se tomará bien esto?, porque yo la conozco bien y realmente no lo creo
—¿Entonces que quieres?, ¿Tener una relación secreta?—Me pregunta serio
—No para siempre, solo no quiero perder a Alice, ella es importante para mí, necesito pensar muy bien como le voy a confesar lo que existe entre los dos
—Haremos lo que tú quieras—Dice finalmente
Sin pensarlo tomo su mano y la entrelazo con la mía, él pasa su dedo pulgar por mi mano acariciándola y no puedo evitar sonreír. Después de unos minutos llegamos a un espacio abierto lleno de farolas encendidas.
—Te presento el museo de arte contemporáneo
—Tienes razón es completamente hermoso—Le digo mientras camino entre las farolas
Había pocas personas, algunas eran parejas que se tomaban fotografías y algunas familias visitando la atracción, al girarme veo a Ezra apoyado en una farola mirándome fijamente con una sonrisa en el rostro
—Pareces una niña en un parque—Bromea
Me acerco a él y le doy un suave beso en los labios con bastante dificultad debido a mi baja estatura
—Creo que un par de tacones no me vendrían mal—Susurro
—¿Acabas de aceptar que eres bajita?—Bromea
—Acabo de aceptar que eres muy, muy, alto
Tomo la mano de Ezra y recorro todas las farolas, realmente es un lugar mágico, el cielo está lleno de nubes de lluvia y el aire es frío, un par de gotas de lluvia comienzan a caer alertandome al instante
—Debemos irnos—Me dice mientras mira el cielo
—No quiero regresar
—No lo hagamos—Sonríe—Pero debemos refugiarnos de la lluvia
—¿Qué propones?
Ezra me lleva hasta un hotel donde, poco a poco la lluvia se hacía más fuerte y nublaba la vista del camino
Al entrar en la habitación lo primero que hago es quitarme los zapatos mojados y saltar sobre la cama
—Voy a llamar a Alice para decirle que estamos atrapados con la lluvia—Me dice
Entro al baño del hotel y me quito la ropa para que se seque en lo que cesa la lluvia, me pongo una de las batas del hotel y salgo nuevamente a la habitación donde estaba Ezra acostado sobre la cama, él está menos mojado que yo, su mirada se encuentra fija en la pared y ni siquiera se percata de mi presencia. sin decirle nada me acuesto a su lado y paso mi brazo por su pecho haciendo que me mire
Ezra me da un beso que no es precisamente dulce, sin soltar sus labios me acomodo sobre él poniendo mis piernas a cada lado de su torso y profundizo el beso, esta privacidad realmente me hace querer llegar más lejos, las manos de Ezra se posan en mi cintura y siento sus besos bajar hasta mi cuello haciéndome soltar un pequeño jadeo
En un hábil movimiento Ezra termina quedando sobre mí, ahora soy yo quien siente la necesidad de besar su cuello lo que me permite oír un par de jadeos de su parte, con mis manos levanto su camiseta y desabrocho su pantalón
—¿Estás segura de que quieres ir tan lejos?
Asiento sin prestarle mucha atención y vuelvo a besar su boca
—Solo debes decirme que no en cualquier momento y yo prometo hacerte caso—Me dice
—Eres lindo, pero en este momento no quiero que seas lindo—Le digo seria
—Entiendo
Ezra abre mi bata dejándome de inmediato en ropa interior, con una de sus manos recorre toda mi piel y con su boca comienza a dar besos por todo mi cuerpo, podía sentir como poco a poco mis bragas se mojaban, pero el sonido del celular de Ezra interrumpió nuestro momento, en un principio intentamos ignorarlo, pero sencillamente no dejó de sonar así que decidió responder
—¿Qué pasa Alice?—Responde enojado
Después de unos segundos Ezra cuelga y me mira con culpa
—Debemos irnos—Dice mientras se aleja de mi
—¿Por qué?, ¿Pasó algo?—Le pregunto preocupada
—No, parece que Alice se reconcilió con su novio y va a salir con él, pero no puede porque Mariana está en la casa y parece que ella tampoco se quiere ir hasta hablar conmigo—Me explica
Después de su comentario no puedo evitar reír ante la singularidad de la situación, ante la mirada confundida de Ezra entro al baño y vuelvo a ponerme mi ropa la cual no estaba precisamente más seca
Ezra entró en el baño y me mira con su natural expresión de enojo
—¿Ya estás lista?—Me preguntó sin siquiera mirarme
—Si—Respondo
¿Hice algo malo?
Esperamos un par de minutos en completo silencio que la lluvia cesara y salimos del hotel, caminamos un par de cuadras hasta llegar al auto y de inmediato Ezra comienza a manejar sin siquiera mirarme
—¿Hice algo que te enojara?—Le pregunto finalmente
Ezra posa su vista sobre mí y nota mi desconcierto
—No bonita, solo estoy enojado por lo que pudo haber pasado y no sucedió—Me dice mientras sonríe
En un semáforo en rojo se acerca a mí y me da un beso en la mejilla
—Te quiero—Me dice
Sus palabras me tranquilizan, me inclino hacia él y le beso por última vez antes de que el semáforo cambie
Los siguientes capítulos se encuentran disponibles en la plataforma manobook y en Dreame
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El padre de mi mejor amiga
RomanceIlaria es una joven mexicana que el destino, o más bien su mejor amiga llevó a los Ángeles para darle un rumbo nuevo a su vida, más no recibió el giro que buscaba Ceder ante la pasión no siempre es bueno y a Ilaria le tocará aprenderlo a la mala Po...