El padre de mi mejor amiga

Capítulo 28

Narrador Omnisciente:

Ezra despierta primero que Ilaria y se levanta de forma cuidadosa de la cama intentando no despertarle de inmediato, busca en su maleta algo de ropa y de inmediato se da una ducha

Al terminar de vestirse sale del baño y se encuentra a Ilaria ya despierta sentada en el borde de la cama mirando lo que parecía ser la nada

—Buenos días, amor—Le saluda—¿Cómo dormiste?

—Buenos días—Responde somnolienta—Creo que no sé ni cómo me llamo

Ezra se acerca y le da un beso en la mejilla

—Voy a aprovechar para hablar con tu madre antes de que se vaya para su trabajo—Le avisa

—¿¡Que!?—Preguntó confundida—¿No quieres que te acompañe?

Ezra niega

—Quiero hacerlo yo mismo

Lili entra al baño para tomar una ducha, Ezra deja la habitación y se dirige hasta el comedor donde esperaba encontrarse con su suegra 

—Buenos días—Le saluda

—Buenos días Ezra, ¿Y mi hija?

—Está tomado una ducha, y por eso quería aprovechar para hablar con usted—Responde nervioso

—¿Hablar sobre qué?

—Antes de todo quería aclararle que mi relación con Ilaria surgió de forma espontánea y no premeditada, pero que desde el primer momento fue algo serio—Aclara—Como usted ya sabe yo tengo una hija

Ezra hace una pausa al ver la expresión neutral de su suegra y duda si continuar o no

—Mi hija es Alice, la mejor amiga de Lili—Confiesa finalmente

—Bueno agradezco la sinceridad, pero es algo que ya sabia—Respondió finalmente

—¿Disculpe?—Le pregunta confundido

—Mi hija le contó todo a mi hijo, y mi hijo no sabe guardarse nada—Le confiesa—Ya sabia todo cuando le pedí que te invitara

—Pudo haberme dicho eso antes

—No hubiese visto tu nerviosismo y créeme que valió la pena—Bromea—Ahora hablando en serio, lo que los dos hicieron no está bien, no por el hecho de estar juntos, dos personas adultas pueden estar con quien quieran, pero el habérselo ocultado a Alice, ella es una muy buena niña yo la recibí muchas veces aquí y espero que cuando las aguas se calmen ella pueda volver a restablecer su relación con los dos, pero para juzgar solo está dios, no yo y tampoco debo estar para decirles los errores que cometieron porque creo que sus conciencias juegan ese papel

Ezra le mira sin la capacidad de decir palabra

—Pero bueno, ya debo ir a trabajar ¿Van a comer aquí o querrán salir a cenar?

El cambio abrupto en la actitud de su suegra provoca una sonrisa en Ezra

—Ilaria hace mucho eso—Le dice

—¿Qué cosa?

—Cambia el tono de voz cuando va a decir algo serio y segundos después vuelve a su estado normal como si nada

—Es algo que heredó de mí, aunque ella no lo acepte

La mujer sale de la casa dejando a Ezra solo por unos segundos hasta que aparece Lili bajando las escaleras

—¿Le dijiste la verdad?—Le preguntó nerviosa

—Si—Confesó

—¿Y qué te dijo?