El padre de mi mejor amiga

Capítulo 33

Narrador omnisciente:

Ilaria estaba sentada en el balcón mientras comía una hamburguesa, desde que se mudó sola no había probado comida decente y estaba comenzando a cansarse de la comida del restaurante al que siempre ordenaba.

El ruido de la puerta le hizo levantarse y acercarse para abrir la puerta, Alice entró muy alterada dejándola desconcertada

—¡Por favor dime que tú no sabías la verdad!, porque necesito mucho una amiga en este momento

—¿De qué verdad hablas?

—¿Como que, que verdad?, el gran secreto de mi papá

Ilaria le mira muy confundida, la rubia nota la falta de información de la chica 

—Ezra Morgan, no es mi padre—Le confiesa casi gritando 

—¿De qué hablas?, ¿En serio estás segura de lo que me estás diciendo?, ¿Por qué no sería tu padre?, hasta físicamente se parecen

—Si lo estoy, y eso es lo peor, no tienes idea de quien es realmente mi papá

Ilaria se queda en silencio intentando asimilar lo que le estaba contado su amiga, que Ezra no fuera el padre de Alice era algo que jamás se le hubiese pasado por la cabeza, menos viendo el evidente parecido

—¡Mi tío Ian!—Confesó finalmente

Lili se queda en silencio esperando que su amiga le diga que es una especie de broma de mal gusto, pero al ver que esto no sucedía se atrevió a preguntar

—¿Cómo sabes eso?, ¿Ezra te lo contó?

—No, me lo contó Mariana

—Y, ¿Exactamente que te contó?, o porque decidiste creerle solo así, bien podría estar jugando contigo

—Porque me mostró esto—Alice saca una hoja de papel de su bolsillo ya un tanto arrugada

Ilaria con un poco de dificultad lee su contenido, se trataba de una prueba de paternidad que daba negativo para Ezra Morgan, pero no para Ian Morgan

—¿Ya hablaste con Ezra?

—¿¡Que!?, ¡No!, me encantaría hablar mejor con mi mamá y saber que carajos sucedió ahí, me he cansado de llamarla, pero no me responde 

Las chicas se quedan en silencio un buen rato, no tenían idea 

—¿Cómo se supone que te sientes con esto?

—¡No siento nada!, me encantaría creer que mis papás me mintieron por una buena razón, conozco a mi tío y siempre tuvimos una relación un tanto regular, digo Jayden las pocas veces que me visitó al menos le interesó—Continúa—Y mi papá siempre ha estado para mí, esa prueba tiene al menos 16 años y nunca he sentido que su trato hacia mí sea diferente, o sea tu papá los abandonó por la orientación sexual de tu hermano siendo su propio hijo, y yo a mi papá prácticamente lo drogué con marihuana sin querer y ni siquiera se enojó conmigo

Ilaria mira a Alice divertida a pesar de su imprudencia

—¡Perdón!—Se disculpa la rubia al notar su comentario hostil 

Lili se burla de la efusividad de su amiga 

—No pasa nada, sabes que ese es un tema superado—Hace una pausa—Podrías sentarte, e intentar hablar más lento que me cuesta seguirte el ritmo

La chica le hace caso a Lili y se sienta a su lado en el comedor

—Es solo que, no puedo entender nada, no sé nada

—Aquí no vas a entender nada, debes hablar con tus padres y después con tu tío—Le aconseja

—¿Y si me dicen algo que no quiero escuchar?, sigo teniendo fe de que sea solo un comentario venenoso de una mujer venenosa

—Creo que tienes derecho a la verdad, esto es algo muy importante

El sonido del celular de Alice interrumpe la conversación, la chica al notar que se trataba de su madre se alejó de su amiga para tener una conversación más privada, a pesar de que terminaría contándole todo, las horas pasaron y Alice no dejaba su llamada, Ilaria no sabía si llamar a Ezra para contarle lo sucedido o sencillamente no entrometerse, a final de cuentas era un asunto de familia y ella sentía que no le concernía

Ilaria pensó mucho todo lo sucedido con Mariana, con Ian, lo que había hablado con Ezra y todo parecía encajar

—Lili—Llamó su atención Alice

Ilaria mira a su amiga preocupada, Alice estaba visiblemente afectada, tenía los ojos muy hinchados y rojos

—Necesito hablar con mi papá—susurra la rubia

—¿Quieres que te acompañe a tu casa?—Le pregunta 

Alice sin pronunciar palabra asiente, Lili pide un Uber que las estuvo esperando en la entrada del edificio, Antes de irse las dos se despidieron con un abrazo 

—Si necesitas que venga, no importa a la hora que sea llámame

Ilaria la dejó en la entrada del edificio y luego regresó a su departamento 

Alice entró a su casa, el departamento estaba casi completamente a oscuras, pero la silueta de Ezra era apenas definida por la luz de la luna que entraba por los ventanales

—Te estuve esperando—Le dice este intentando acercarse a la chica—Sé que sabes la verdad y te ruego que por favor me dejes explicarte

Tras las últimas palabras de Ezra la rubia notó como la voz de este estaba quebrada

—Hablé con Mariana—Le explica intentando contener la calma—Ella me dijo un par de cosas, pero no fue muy clara con nada, después hablé con mi mamá, y mamá me contó toda la verdad, como te engañó, como te mintió diciéndote que yo era tu hija—Ezra la interrumpe

—Tú eres mi hija—Le afirma serio

—No lo soy, soy hija de un hombre al que nunca le importé lo suficiente y lamento que hayas tenido la carga de criarme

—Alice no te voy a permitir de ningún modo que tú menosprecies mi paternidad, estuve contigo en cada recital escolar, yo te llevé al hospital por cada pequeño resfriado y tuve que darte esa incómoda charla de educación sexual porque tu madre estaba muy poco interesada en dártela, ¡Yo soy tu padre! Y no tienes derecho de quitarme eso

El llanto que la chica intentaba contener terminó saliendo a la luz, Ezra se acercó a ella y le abrazó

—Perdóname, yo no quería que tú sufrieras con esto

—Está bien, yo entiendo que no fui a la única a la que le mintieron 

Alice y Ezra se quedaron en silencio sin soltarse del abrazo

—Gracias por reaccionar de este modo, ya estaba preparado para lo peor—Intenta bromear para aligerar el ambiente

—Bueno, realmente seguiré el ejemplo de Ilaria y a partir de ahora iré a terapia diariamente, porque aunque no tenga problemas contigo, tengo conflictos y me encantaría oír tu versión de la historia

—¿Ahora?, porque son las tres de la mañana, y tengo algo de sueño

—Sé que ya estás viejo, pero que duermas puede esperar—Bromea

—Yo no estoy viejo—Responde serio

Ezra y Alice se sentaron en la mesa del comedor, la chica les sirvió dos tragos de Whisky y tuvieron una conversación que terminó con el amanecer