𝑲𝒊𝒍𝒍 𝑻𝒉𝒆𝒎 |Intenabo|

8H

[𝟹𝙷 𝙿𝙰𝚁𝙰 𝙴𝙻 𝙸𝙼𝙿𝙰𝙲𝚃𝙾]

Un pitido en sus oídos le hizo despertarse, frunciendo con fuerza el ceño y llevándose las manos a la cabeza, tratando de parar aquel sonido en vano. Abrió los ojos, topándose con unas paredes que le rodeaban. "El laberinto", pensó, justo antes de volver a llevarse las manos a la cabeza tras unos flashes que aparecieron ante sus ojos. Volvió a centrar la vista para ver qué o quienes eran, encontrándose, sin embargo, con el vacío.

—¡Ayuda!— gritó, esperando que alguien le oyese.

Se incorporó como pudo y comenzó a andar, apoyándose en las paredes. Podía escuchar disparos y gritos cerca suya, pero al llegar a la zona no encontraba nada. No entendía que le estaba pasando. Estaba tan desorientado y tan frustrado que no pudo evitar llorar mientras se tapaba de nuevo los oídos, hasta que escuchó una voz familiar.

—¿Gustabo?

Levantó la cabeza, aún con las lágrimas cayendo, y siguió la voz por los pasillos.

—¡Jack!— gritó, tratando de que le oyera.

Continuó caminando con torpeza pero decidido, pero en cuanto la voz volvió a sonar tuvo que detenerse. Povenía de otro lado distinto.

—Gustabo, ¿dónde estás?— le escuchó gritar.

—¡Jack, estoy aquí, espera!— sin embargo seguía escuchando a Conway gritar su nombre, como si no pudiera oírle, hasta que el eco de su voz comenzó a resonar en aquel lugar. Parecía que le hablaba desde todos los rincones de aquel laberinto, por lo que se dejó caer al suelo, derrotado— Jack, por favor, espera.

De un momento a otro, las voces se unificaron en una cercana.

—¡Gustabo!

Levantó la vista, encontrándose a Conway al final del pasillo en el que se encontraba. Se levantó todo lo rápido que su cuerpo le permitió, y comenzó a correr hacia él, al igual que hacía el alfa. Su ansiedad volvió en cuanto pareció chocarse con algo a medio camino.

—¿Q-Que?— preguntó confuso mientras tanteaba con las manos, parecía haber un cristal entre ellos.

—Gustabo— le llamó para captar su atención desde el otro lado del vidrio— Tranquilo, saldremos de aquí.

—Está bien, está bien— repetía el menor una y otra vez a las palabras de Conway sin apartar su mirada de los ojos del contrario, sintiendose algo aliviado.

—Respira— le indicaba el mayor para que se calmase— Buscaré algo para romper est...

Un sonido seco le hizo pegar un salto al rubio, abriendo mucho los ojos al ver cómo el cristal se había manchado de sangre. Se mantuvo en estado de shock mientras procesaba lo que estaba viendo.

Tras el líquido rojo podía observar el cuerpo de Conway, con un agujero en la cabeza que había conseguido destrozarle todo el cráneo. Al fijarse mejor pudo ver restos suyos junto con la sangre en el cristal. Observó a lo lejos una silueta huír, pero él aún no era capaz de asimilar lo que estaba viendo.

—¿Jack?— murmuró, notando que la voz no le salía, al igual que la falta de aire en sus pulmones. No recibió respuesta, por lo que alzó un poco más la voz— ¿¡Jack!?

Se echó para atrás, manteniendo la vista perdida mientras notaba un fuerte mareo apoderarse de el. Consiguió apoyarse contra la pared y trató de recomponerse. Estaba tan en shock que ni siquiera le salían las lágrimas. De un momento a otro apareció en su campo de vista un hacha, por lo que se acercó a ella con cuidado de no caerse, y la sostuvo con fuerza en sus manos.