Guerrero de la Libertad

Capitulo 28: Un mal Presagio

Frente al gran muro, las tropas se preparaban para una inminente invasión formada por varios ejércitos alrededor del mundo, ejercito con una sola mentalidad, destruir a todos los demonios antes de que los saiyajin vuelvan.

Erwin contemplaba frente a el las hordas que parecían no tener fin, mientras Pixis alistaba la artillería lista para disparar ante los invasores – ¡Comandante los cañones estan listos para disparar! – Levantando su mano miro a los invasores nuevamente.

Pixis: ¡Fuego! – Y seguida de su voz una serie de explosiones dieron lugar, el olor a pólvora y metal fundido se lleno en sus pulmones solo para ver que los invasores continuaban avanzando sin descanso alguno – Maldita sea, es como si tuvieran fin estos desgraciados infelices...

Y su visión se tuvo que pasar a encima de ellos cuando vislumbró un conjunto de transportes que le darían un descanso y la victoria al asedio de las fuerzas terrestres, varios globos aerostáticos se veían de entre las nubes y de ellos objetos caían

Pixis viendo la situación intentaba descifrar que era lo que estaba cayendo para solo momentos después escuchar la primera explosión cerca de su lugar, les estaban tirando explosivos desde el aire y no podían detenerlos, ¿Que opciones tenían? Ninguna puesto que los cañones no podrían dispararles tan arriba, viendo que cada vez más y más de esos explosivos lograban caer y detonar sin piedad sobre ellos levanto su mano obteniendo la atención de los soldados que todavía estaban vivos - ¡Retirada! Los detendremos en el siguiente bloqueo

Varios soldados tomaron a algunos de sus compañeros heridos y se dispusieron a huir de aquel infierno que no tenia piedad ni compasión sobre ellos, Erwin recordando lo que Zaiko una vez le mencionó tuvo como nuevo objetivo buscar aquella radio que le dejo solo para emergencias, si el saiyajin volvía podrían acabar este conflicto nuevamente cuando planeaba su retirada junto a las demás tropas una explosión ocurrió cerca de él y Pixis haciendo que ambos quedaran inconscientes. Cuando abrió los ojos, Erwin vislumbro la ciudad en llamas y ruinas, a lo lejos vislumbro varios soldados enemigos acercarse a donde él estaba y preparándose para retirarse vio a Pixis, el anciano estaba sumamente herido y probablemente no lo lograría, tomándolo de un brazo se disponía a llevarlo con el cuando una mano lo detuvo.

Pixis: Vete Erwin... - Sacando de su bolsillo un cañón de mano dirigió sus ultimas fuerzas al enemigo – Te daré el tiempo suficiente, tienes que avisarles antes de que sea demasiado tarde y no haya nada que rescatar... - Acto seguido disparo a uno de los soldados que se acercaban, Erwin siguiendo el consejo de su compañero descendió aquella muralla no sin antes dar una ultima mirada atrás, y vio como Pixis era rodeado por un grupo de enemigos todos con sus rifles apuntándole.

¿?: Veo que estás solo anciano – Pixis miraba al que parecía ser el líder de esta invasión, sonriendo con su mano saco su botella con licor y se disponía a dar un ultimo trago el cual no llego debido a que uno de los presentes pateo su mano quitándole su licor.

Pixis: En cualquier momento el llegará... y todos ustedes hubieran preferido mantenerse bajo el tratado de paz – El comandante enemigo sabiendo que era cierto lo que el anciano le decía saco su pistola y le apunto a donde su corazón estaría ubicado

¿?: Shh, ya veremos como nos encargaremos de él... en su tiempo, ahora si no mal recuerdo tengo una bala con tu nombre... - Y acto seguido disparo al comandante – Muy bien, quiero que localicen al sujeto que logro huir hace unos minutos, por lo que parece tienen alguna forma de comunicarse con el así que si lo detenemos antes que sea tarde el saiyajin no podrá salvar a ninguno de los demonios infelices que estén aquí, andando...

Y viendo como la ciudad estaba en llamas y caos simplemente se sentó en el borde de aquella muralla para presenciar aquello que se volvería su más grande hazaña.