Narusaku; arreglando los errrores del pasado

Capítulo 60

Por las calles de Konoha andaba un rubio con una mezcla de enfadó y miedo:

Enfado por tener que ir a la casa del viejo Teuchi a las cuatro de la mañana para pedirles que le haga un ramen.

Miedo porque si Teuchi se negase de hacerle un ramen le esperaría un destino peor que la muerte ante Sakura.

Al llegar a la casa del viejo Ichiraku, Naruto llamó a la puerta.

-¡Ya voy! - gritó una voz femenina  antes de llegar y abrir la puerta- Naruto, ¿ Que haces aquí a éstas horas ?

-Buenas noches Ayame-chan - Saludó el rubio mientras se rascaba la nuca- ¿Me puedes hacer un favor?

Después de unos minutos de explicación Ayame se puso a reír.

-¡Asi que era eso! - decía entre risas- No te preocupes, ya me pondré en ello.

Naruto permaneció sentado mientras veía a Ayame ir de un lado a otro.

-Muchas gracias Ayame-chan - dijo el rubio- Por todo lo que has hecho por mi desde mi infancia.

Ayame se detuvo de inmediato y le sonrió:

-Todo por mi hermanito mayor.

-¿Sabes? Con el pasar de los años aprendí a leer a las personas y sé que tu sonrisa es falsa Ayame-chan - dijo el rubio con el ceño fruncido.

Ella dejó de sonreír y empezó a llorar.

-Simplemente estoy feliz por ti, Naruto - decía mientras se limpiaba las lágrimas- Ya no estás solo, estoy feliz por ti.

-Ayame-chan... - Naruto se acercó a ella y le abrazó y le habló de manera seria- Guardas sentimientos por mi,  ¿verdad?

-Si, pero no luché por ti y me arrepiento de ello - dijo la castaña.

-Si te sirve de consuelo tendrás un lugar en mi corazón como la hermana que nunca tuve  -dijo el rubio de manera amable.

-Está bien  - Ayame se separó del Uzumaki- Ahora siéntate, que voy hacer el ramen para tu prometida- le dijo con una verdadera sonrisa.

-Una vez ya, mil gracias Ayame-chan. - dijo Naruto haciendo una reverencia antes de sentarse.

-No hay de qué  - dijo la Ichiraku- Siempre serás nuestro cliente favorito.

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Ino y Sai estaban desnudos y abrazados  después de una noche de amor y sexo.

-Espero haber cumplido la misión de satisfacerte, preciosa  - le dijo con una sonrisa  verdadera.

-No tienes idea de lo feliz que estoy  - dijo Ino con una sonrisa- He encontrado a un chico, bello y galán, que sabe como tratar a una dama.

-Y yo a la chica con la que me casaré- dijo Sai mientras se juntaban las manos que llevaban los anillos.

Y así  los dos se juntaron las frentes ante de darse un beso apasionado.

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Ya eran las cinco de la mañana cuando Naruto volvía a casa.

Al abrir la puerta Naruto fue sorprendido por un abrazo de su pelirrosa.

- ¡Naruto! -decía ella feliz- ¿ Me has traído mi ramen?

-Aquí está Sakura-chan - dijo Naruto mostrando una bolsa con ramen dentro.

-¡Gracias, gracias, muchas gracias! - Decía Sakura de manera alegre antes de intentar coger dicha bolsa.