Corazón Oscuro || PAUSADA ||

Capítulo 10.

[James]

Este es de esos momentos donde deseas desaparecer y que nadie sepa dónde encontrarte, perderte para así, descubrir algo nuevo o descubrirte a ti mismo esa que tanto anhelas, más no es el momento.

Ahora es Donde te pones a pensar qué estás haciendo con tu vida realmente y empiezas a llenarte de miedo y inseguridades que creías habías superado y olvidado, pero no, siguen ahí haciéndose espacios para darte un golpe bajo cuando menos lo esperas y vuelves y caes en lo mismo, el círculo vicioso de dudas, miedo y el no hacer nada para superarlo en definitiva.

Así me encuentro hoy, lamentando cosas que no puedo olvidar y menos cambiar, errores que me seguirán el resto de mi vida, cargar con la culpa y el remordimiento de haber lastimado a las únicas personas que nunca dejaron de creer en mi y que dieron hasta lo último que les quedaba por tenerme con vida cuando en realidad no merecía eso después de todo lo que causé.

Tengo unas horas caminando y caminando solo para no llegar a casa, no quiero que me vean así, ya son demasiada las preocupaciones de mi familia y llegar así sería agregar le una más, eso y que me estarán pidiendo explicaciones que no quiero dar eso sería volver al pasado y encontrarme de frente con el dolor, uno más grande que el que siento ahora mismo, me duele todo lo más probable es que tenga la cara hecha mierda, llena de moretones y cortes; siento como va subiendo la pesadez de mi ojo izquierdo y sé que está por hincharse y es que no es para menos, recibí incontables puñetazos y patadas, me duele tanto el estómago, fue donde más patadas dieron y el área de las costillas que podría correr con el riesgo de tener alguna fractura. Me duele tanto que no puedo ni con mi vida.

Estoy tan cansado, los pies me arden y piden un descanso después de haber caminado tanto y haber recibido una golpiza que es cuando decido parar y mirar a mí alrededor para darme cuenta que he llegado a la parte central de la única residencia del pueblo, donde se encuentran los de mediana y alta sociedad, aunque en realidad no haya tanta diferencia de las otras casas de bajo recursos, las únicas diferencias es que son un poco más grande y viven las personas que pueden darse el lujo de mandar a sus hijos a escuelas privadas.

Duré unos largos minutos mirando y sin saber que hacer, me quedo mirando una casa de dos plantas y que sólo tiene la luz de la cocina encendida, tengo que caminar un poco para llegar y cada paso se me dificulta más, ya en la puerta decido tocar el timbre varias veces y al no obtener respuesta pienso en seguir mi camino, pero hago un último intento y luego escucho que están abriendo la puerta doy un paso atrás, por si la persona al final decide cerrar la puerta en mi cara no me golpeé, ese sería el colmo, otro golpe en la cara cuando en realidad no caben más.

Escucho como quitan los seguros y veo la puerta ser abierta por la última persona que hubiera imaginado...

- Hola, Chica fresa. -Y la verdad es que no me quejo, ser atendido por ella es un privilegio, sin contar que no le caigo tan bien.

- ¿ Qué te pasó? -Me hizo pasar, me guió hasta la sala

-Una pelea callejera. - le mentí, no pienso dar explicaciones de esto a nadie y si tengo que ocultarlo con mentiras, lo haré.

-¿Una pelea callejera? - preguntó y yo asentí, puso cara de «¿Enserio? ¿Quieres que me crea eso?» y al parecer se molestó porque la vi desaparecer por un pasillo sin decir más, supongo que el da a la cocina y estará buscando el botiquín.

Yo por mi parte me puse a mirar, aún cuando me es casi imposible dar un paso sin sentir que me están traspasando un tubo por las costillas. Sigo viendo y encuentro una foto que llama mucho mi atención, es de un niño y una niña abrazados y se nota que están muy felices y supongo es la chica fresa y su hermano, le doy la vuelta a la foto por curiosidad y veo que tiene algo escrito, parecen ser nombres, no me doy cuenta que voy caminando a el sillón, hasta que la veo a ella ahí para...