Corazón Oscuro || PAUSADA ||

Capítulo 04.

Eva.

Estaba de camino a mí trabajo, pues no tenía una excusa para no ir.

Iba tarareando una canción que escuché por ahí y es muy pegada, fue imposible no quedar con el ritmo, sigo caminando y cantando y veo de reojo al mecánico del otro día, ¿Él que me bañó de aceite? Si, ese mismo y las ganas de seguir cantando y todo se me fueron al ver que se acercaba a mí.

- Hola, chica fresa! - dijo con una sonrisa que realmente no entiendo, aunque una sonrisa muy bonita por cierto, ¿Qué? ¡Hay que ser sincero! Si no fuera porque él es el responsable de que yo haya terminado bañada en aceite de motos hace unas semanas, le hubiera hecho ojitos bonitos. ¡Pero no! Ese maldito dañó mi ropa.

- ¿Qué quieres? ¿Echarme aceite de nuevo? - digo de muy mala forma, yo no soy así pero ¡Él me bañó de aceite! ¡No lo voy a olvidar así de fácil!

- No, esta vez solo quiero ser amable contigo y por cierto, fuiste tú quien chocó conmigo. - dijo acompañado de una risita burlona.

- Ok. - hice el intento de seguir mi camino pero se puso en medio y volvió a hablar

- ¿A dónde vas? ¿Puedo acompañarte?

- No te importa y no, no quiero que me acompañes. ¿Qué me asegura a mí que tus intenciones conmigo son buenas y que no eres un rufián violador de muchachas? No gracias - ok, estoy exagerando pero no pierdo nada dejándole claro que no quiero que me acompañe.

- Si fuera un rufián violador, ya te hubiera llevado y no estaría intentando llamar tú atención.- dice riendo ¿Y es que no deja de burlarse de mi? ¡Ahhh!

- Pues, igual y no quiero que me acompañes, gracias. - esta vez sí seguí mi camino pero con él detrás de mí.

- Está bien, está bien, solo quería ser amable contigo. Por cierto, me llamo James, ¿Cómo te llamas? - nos paramos otra vez, pero ahora en el taller donde trabaja

- Que bien, Adiós, James. - Eso fue maleducado de mi parte, pero repito,  ¡No me importa!

Al llegar a mi trabajo, que es una panadería familiar, normalmente mi madre es que está en ella y Luis Carlos y yo la ayudamos de vez en cuando junto a otros trabajadores.

Entro y saludo a todos, me pongo detrás de la caja y comienzo con mi trabajo, los únicos que nos encargamos de la caja, es mi madre, mi hermano y yo.

[...]

Mis horas de trabajo se hicieron eternas, pero tuvimos buenas ventas, quedan poco de media hora para cerrar e irme a mi casa, así que me pongo a contar y anotar el total de ventas y ganancias.

Hace media hora despache a los empleados y solo quedamos Ivanna y yo. Desde que empecé mi turno aquí unos meses después llegó Ivanna y nos hicimos amigas, la podría considerar mi única y mejor amiga.

Ella es muy diferente a mí, ella por su parte se podría decir que tiene muchos amigos y es muy sociable, en cuanto a mí, yo antes de aquel marcado día, me era muy fácil socializar y conocer personas, de hecho tenía una mejor amiga que éramos inseparables y me enseñó muchas cosas buenas y malas, aunque fueron más malas que buenas, pero en ese tiempo era lo mejor del mundo. Pero un día todo cambió y ella se alejó poco a poco y nunca volví a saber de ella después de esa noche.

No me di cuenta que me perdí en mi pensamientos, hasta que Ivanna se puso en frente y me llamó, pero la escuchaba muy lejos hasta que...

- ¡EVA! - Me sobresalté y llevé mi mano al pecho. - ¿Pensando otra vez en eso? Sabes que no te hace bien.

- Eh? - estaba perdida, no entendí lo que me dijo hasta unos minutos después. - No, bueno si... Siento que es imposible no pensar en eso.

- No soy nadie para decirte que lo olvides todo, pero si te puedo decir que Tienes que superar todo esto que te sigue haciendo daño y aprender a vivir con ello.

- Eso hago... - la campanilla de la entrada suena, avisando que hay un cliente y cuando miro a la puerta resoplo.

- Esto tiene que ser obra de todo, menos de Dios! - dije rondando los ojos.

- ¿Es coincidencia o bendición que nos encontremos? - ahí parado en medio de la panadería se encuentra él mecánico de cuarta o mejor dicho James. Ruedo lo ojos otra vez ante su pregunta.

- Tu otra vez - es lo único que me queda decir.

- Sí, yo otra vez - dijo sonriendo y Ivanna se nos queda viendo confundida.

- ¿Qué quieres?

- ¿Trabajas aquí? - parece sorprendido

- Sí, vamos a cerrar. ¿Qué quieres? - volví a preguntar y era cierto, faltaban 15 minutos para cerrar.

- Pan, ¿No es obvio? - dice tomando una actitud de superioridad, que claramente era fingida

- Idiota.

Veo como Ivanna se levanta a buscar los panes, la veo venir con su pedido y entregarlo a James.

- Gracias por su compra! - escucho que le dice Ivanna y mientras él paga los panes.

- Hasta pronto - se despide de Ivanna - ¡Adiós chica fresa! - gritó desde la puerta y sale.

-¿Qué fue eso?

- Es el estúpido con el que choqué y me bañó en aceite. - recordarlo me molesta.

- Es guapo.

- Lo que me faltaba - digo rodando los ojos y la escucho reír y también me río

Cerramos la panadería y nos vamos caminando, puesto que no nos queda muy lejos y de paso vivimos a una cuadra de distancia, la dejo en su casa y continúo caminando la cuadra faltante.

Cuando abro, encuentro a mí hermano besándose con una chica, y me sorprende, no es que no haya visto a mí hermano con una chica besándose, pero supuestamente le gusta esta tal Sofía y cuando a él le gusta una chica, no ve a ninguna otra. Cierro escandalosamente y se sobresaltan.

- Hola hermanito.

- Hola. - dice intentando arreglar su pantalón y la muchacha, muy bonita por cierto, se tapó la cara con su cabello.

- Estaré en mi habitación. - ya al inicio de las escaleras me detengo y vuelvo a hablar - No hagan mucho ruido. Gracias.

Tuve que subir corriendo porque no aguantaba la risa, la pobre chica se puso como tomate.

(Pobre chica.)

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Tarde Pero seguro, de hecho, lo iba a subir el jueves 19, porque era mi cumpleaños y también se cumplía 3 años de que surgió la idea de esta historia y por eso espero les haya gustado.
Mañana subiré otro como recompensa. Besitos!

Muchísimas gracias por leerme!

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Ig: Yolys_1902.

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