Capítulo 08.

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[ Eva. ]

Es increíble como la perdida de alguien puede afectar tanto la vida de alguien, a tal punto de que cambia hasta nuestra rutina porque casi todo te acuerda a ella y causa que tú dolor sea más intenso y sabemos que ese dolor no pasará, es un dolor con el que tenemos que aprender a vivir pensando que no duele hasta que te lo crees y ya no duele o eso nos hacemos crees, engañamos nuestra mente y corazón para poder tener “Estabilidad” y que con el más mínimo detalle que traiga consigo un recuerdo hará que arda todo dentro de tí, como tirar un encendedor en un río de gasolina que sabes se incendiara y es ahí donde tienes que decidir si huyes del fuego o corres el riego de pasas por el y encontrar tranquilidad del otro lado de las llamas.

Huir siempre será la primera opción con tal de no enfrentar aquello que nos hiere, huimos para no seguir sufriendo y así no sentirnos  bien con todo menos con uno mismo, pero estamos tan acostumbrados a fingir ante los demás que es a lo que le damos más importancia, pero cuando estamos solos en la cuatro paredes de nuestra habitación acostados a oscuras, no podemos huir de esa realidad deprimente.

Mis padres se encuentran en un retiro a las afueras de la ciudad, escapando de esta realidad desastrosa, fue difícil convencer a mi madre de que fuera, mi padre está haciendo lo posible para que mi madre salga adelante y mi hermano y yo estamos haciendo todo y dando nuestro apoyo y amor incondicional.

Yo ahora mismo estoy cerrando la panadería junto a Luis Carlos, está temprano pero no tengo ganas de seguir aquí además el clima no ayuda para nada con mi estado de ánimo, está nublado y se puede apreciar un destello de sol queriendo hacer acto se presencia, pero las nubes impiden su paso.

Después de cerrar la panadería emprendemos nuestro camino a casa, mientras íbamos hablando de cualquier cosa para hacer más corto el camino, luego de llegar cada uno se fue a su habitación a bañarnos y cambiarnos al pijama para estar más cómodos, pero antes de eso acordamos cenar mientras miramos alguna película de terror.

Ya acomodados en la sala, uno al lado del otro en el sillón grande en frente de la Televisión viendo la película iniciar, con solo el inicio puedo asegurar que dará más risa que miedo, es la típica película de terror donde un grupo de jóvenes salen a escondidas de sus casas para ir al cementerio y hacer retos estúpidos donde algunos tienen sexo detrás de alguna tumba y cosas así, donde muere el primero en alejarse del grupo.

A mitad de la película, volteo a ver Luis Carlos que está concentrado mirando una escena donde un esqueleto está persiguiendo a uno de los chicos mientras este grita por su vida y termina cayendo en la tumba del esqueleto corredor; observo mi hermano y a pesar de ser un pesado en algunas ocasiones él es muy buen hermano y me enfrentaría a cualquiera que intente hacerle daño, así sea que se le parta una uña por culpa de alguien más tendrán que enfrentarse a una hermana celosa y protectora.

[...]

Por fin se terminó la película y resultó ser más de comedia que de terror. Luego de llevar los platos a la cocina decido lavarlos mientras veo a Luis Carlos bostezar.

Vete a dormir. – le recomiendo. —Luego que lave los platos También me iré a descansar.

¿Segura? – yo asiento — Está bien, me iré a dormir. – dice y me da un beso en la frente para luego desaparecer escaleras arriba.

Luego que terminé de lavar los platos me puse a secar el piso y tararear un canción cuando escucho el timbre de la casa sonar, “Que raro,  ¿Se habrán equivocado? Decido no ir a abrir, podrían ser algunos chicos haciendo bromas nocturnas, cuando iba volver a lo que estaba haciendo él timbre volvió a sonar dos veces con más premuras que no me permitieron ignorar. De camino a la puerta guardo el trapeador y voy a abrir la puerta...

Al abrir la puerta no puedo ocultar mi cara de sorpresa por la persona que tengo al frente y no tanto la persona, sino su estado, al frente mío tenía al James con el ojo izquierdo convirtiéndose en morado por algunos golpes que recibió, un corte en la ceja del cual brotan sangre manchando aún más su cara, el pómulo También se está poniendo morado y se nota lo hinchado y el labio partido, encorvado con su mano derecha apretando su estómago para controlar el dolor.

Hola, chica fresa! – me saluda con un intento de media sonrisa la cual es borrada y sustituida por una mueca de claro dolor. No puedo evitar la preocupación y lo dejo pasar, no sin antes preguntarle:

— ¿Qué te pasó?

Le indico que se siente en el sillón y veo la dificultad que tiene para caminar y para sentarse es aún más difícil por lo que decido ayudarlo.

Gracias!

—¿Qué te pasó? – vuelvo a preguntar

Una pelea callejera...

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Nota de autor: ¡Mil gracias, chicas!  Ustedes son las mejores, aquí está el que les prometí y haré lo paso la para actualizar pronto, este será corto porque está divido en tres partes.

Espero lo hayan disfrutado y no se olviden de votar, comentar y compartir para crecer como familia.

¡FELIZ MADRUGADA, SOLECITOS! 🌻💛✨

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BESOS, NOS VEMOS PRONTO!💋❤️✨

Corazón Oscuro || PAUSADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora