CAPITULO 1

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GIANNY 17


Empezaba a hacer frio y ella se preguntaba una y otra vez, como rayos había aceptado tal cosa sabía que sus hermanos harían algo por su llegada siempre lo hacían pero no creía que se hubieran vuelto tan imaginativos aquella temporada pues debía de tomar nota y estar preparada para su próximo recibimiento.

Candence White Ardley de quince años era la última y única hija mujer del matrimonio White, pero por razones crueles del destino su madre Pauma, había fallecido cuando ella apenas cumplía 4 años de edad , una terrible enfermedad que se había detectado demasiado tarde arrebato a la feliz familia de aquel ser capaz de volver los sueños realidad, cambiar la tristeza por alegría y lograr conocer el interior de una persona con solo observa sus ojos. Candy recordaba muy poco de ella a diferencia de sus hermanos y su padre quienes al abordar siempre cualquier tema referente a ella se podía sentir como a pesar de los años aun la extrañaban, la admiraban y la amaban.

Candy como le decían de cariño respetaba a su madre como tal, la mujer que le había dado la vida pero no iba a mas, su amor no se podía comparar al de su familia pues ella entendía que por alguna razón que desconocía pero que tenía que ver con su madre, su padre desde que cumplió los 7 años de edad la había separado de todo lo que conocía, la había alejado de sus hermanos, de él y de su tierra aquel hermoso viñedo rodeado por verdes paisajes y hermosos lagos que siempre anhelaba ver.

Ella había sido enviada desde pequeña al Real Colegio San Pablo, el cual haría de su hogar al menos hasta que ella cumpliera la mayoría de edad, hasta eso tenía que ser la respetable hija del Empresario Petrolero William White, después quien sabe tal vez podría comprar un boleto a cualquier parte del mundo y empezar a vivir , pero hasta entonces tenía que comportarse y mantenerse alejada de los problemas ...en especial de este, se preguntaba una y otra vez como lo ocultarían sus hermanos, ¿Qué historias estarían inventado a su padre o Ponny el ama de llaves? Por qué grave era ¿ o no? Bueno no estaba asustada, tal vez preocupada pero asustada ...no es que resbalara y callera, porque tan tonta no era y cometer aquella estupidez no iba a hacer, pero tenía que reconocer que tal vez la lluvia que había caído hace más de 30 minutos más el viento helado que empezaba a darse en aquel lugar, si podría matarla de una neumonía. 

Se reía de si misma y de sus hermanos pues sabía que aquello no lo habían previsto y que tal vez ahora estarían en plena correteadera para buscarla...Dios como le gustaría poder salir de ahí y que cuando ellos llegaran no la encontraran.

¿Se asustarían y pensarían que habría resbalado o caído?,  ¿Se la pasarían toda la tarde buscándola en el acantilado?...Dios daría cualquier cosa por ver sus rostros.

Hubiera seguido soñando si  aquella fría corriente de viento no la hubiera hecho temblar y abrazarse a sí misma.

 ¿Cómo había aceptado eso? 

Se preguntaba una y otra vez,  Albert y Anthony la había provocado llamándola muchachita refinada y la habían tratado como una mujercita delicada y pretenciosa, cosa que no era.

¡Escala!

Le habían dicho y claro ni corta ni perezosa se había subido a la 4 x 4 de su hermano Albert y se habían dirigido hacia aquel risco en donde tantas veces habían visto ocultarse el sol, la acompañaron e incluso le otorgaron una tarea.

---Mira si traes la flor que crece en aquella saliente, me convertiré en tu sirviente por 24 horas.- Le dijo su hermano Anthony de 21 años provocándola con cada gesto.- Aceptas hermanita o temes romperte una uña.

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