La persona que se acerco al chofer era alta de cabello negro no podía identificar su cara ya que me estaba dando la espalda, tenía una gabardina negra y larga.
-Arlet es tu turno- me dijo la secretaria mientras me miraba con una cara rara debido a la manera en la que estaba escondida detrás del escritorio.
-Claro- voltee hacia adelante para buscar a la persona alta y al chofer, pero habían desaparecido, seguramente la secretaria había delatado mi presencia.
Avance por el pasillo lleno de esculturas de mármol, cuando llegué a la segunda puerta me di cuenta de que el director estaba demasiado enojado, sus manos estaban tensas, su mandíbula estaba apretada, su pose denotaba arrogancia, dando a entender que la última persona en venir lo había hecho enojar, después de todo quizás esto no iba a ser tan aburrido.
-Pasa- me dijo sin siquiera mirarme a los ojos
Sin responderle le hice caso y me senté enfrente de él, coloqué mis codos en su escritorio y lo miré fijamente esperando a que hablara.
-Arlet tus calificaciones son ejemplares y nunca has tenido reportes. ¿Qué es lo que te ha llevado a golpear a tu compañero? Y afectar tu gran curricular- dijo agarrando una carpeta vacía con mi nombre
-Me ha llamado zorra- dije fríamente, disfrutando su reacción al decir la palabra como si fuera algo prohibido. Era irónico como actuaba como persona demasiado correcta y educada cuando el director era el primero en recibir dinero a cambio de su silencio.
-¿Eso es todo? - pregunto burlándose de mi insignificante justificación para sus ojos y pequeño cerebro.
-No lo puede entender a usted nunca va a ser llamado zorra - dije con un tono más elevado
-Son solo palabras tú lo agrediste físicamente- sus argumentos eran tan pobres que no era difícil rematarlo.
-Si son "solo palabras" porque todo mundo aquí puede fumar, drogarse, sobornar, pero eso no importa mientras que afuera digamos que no hacemos nada de eso, si no me equivoco eso es doble moral. Y nunca me equivoco al hablar- dije con una sonrisa en la boca al ver su cara. Trato de decir algo, pero se calló.
-Sabes que lo que hiciste esta mal, tu castigo será 3 horas de detención después de tu ultima clase.
-Gracias- le dije mirándole fijamente a los ojos mientras el removía su mirada incómoda.
Me pare del asiento y me fui directo a mi casillero. Lo último que quería eran más horas de detención así que tendría que evitar ver al idiota, ya que conforme pasaba el tiempo mis ganas de golpearle aumentaban y yo nos soy una persona que se quede con las ganas.
Al abrir mi casillero encontré tal y como había dejado la carpeta que tan importante información contenía. Estos archivos los había encontrado escondidos en el cuarto de mi hermana hace una semana, todos ellos comprometían a una de las empresas de mi padre, dando evidencia de la evasión de impuestos y lavado de dinero.
Todos los que estamos en este colegio hemos quebrantado la ley al igual que nuestras familias, así que no era nada que no supiéramos. La pregunta era ¿Por qué mi hermana los tenía? ¿Qué uso les iba a dar? Lo más probable era que los quisiera para sobornar a mis padres, pero con qué fin. Ella ha estado muy rara últimamente con el incidente que ella misma provoco hace unos días y con esto, se que ya no puedo confiar en ella, si alguna vez lo hice. Mi apellido esta lleno de secretos y mentiras, pero algo me decía que Amelie conocía algunos más que yo y como mi naturaleza lo indicaba los iba a descubrir.
Cerré mi casillero con fuerza llamando la atención de varias personas. Cuando vi la hora me di cuenta de que solo me faltaba una clase para "ir a detención".
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La última batalla
Misterio / SuspensoElla quería poder equivocarse sin ser juzgada, ella quería acertar sin ser aclamada. Ella quería poder desatarse de aquellas reglas que dicen hacer al mundo mejor. Ella quería probar la maldad y la bondad sin ser castigada. Ella era una niña obligad...