cansada

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mateo
14 de marzo 2021, Buenos Aires Argentina

Estaba con mí cabeza entre mis manos, no entendía una mierda.

Nicole estaba sentada frente a mí, su panza era notoria, esta embarazada.

No hay remedio.

- ¿No pensas decir nada Mateo?- preguntó paciente - no vine hasta acá al pedo.

- ¿Por qué?- pregunte elevando mí mirada para poder verla, me sorprendía como mí voz salía tan firme cuando en realidad estoy cagado por dentro.

- ¿Por qué?- replicó con fundida, asenti - ¿Por qué, qué?.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes?- una mueca de sorpresa apareció en su cara.

- Yo... Pensé...- elevé una ceja.

- ¿Qué pensaste, Nicole?- pregunte impaciente, no la deje responder y seguí hablando- Si se supone que soy el padre, ¿por qué no me lo contaste?.

- Porque vos solamente estabas preocupado por tu novia- soltó irónica, la mire confundido.

- Lola se fue hace casi dos meses, vos estás como de siete Nicole- ella elevó las cejas.

- Estoy de cuatro meses Mateo- ¿cuatro meses?.

- Entonces no es mío- dije tratando de recordar la fecha exacta en la que estuve con ella.

No fue hace cuatro meses, estoy seguro.

- Mateo...- la miré esperando una respuesta lógica.

Yo estoy seguro que estuve con ella hace aproximadamente siete meses, no hay forma de qué ella este de cuatro.

- Las fechas no coinciden Nicole, ¿me estás mintiendo?- ella negó- ¿Y entonces?.

- Vos y yo no estuvimos una sola vez. Hace casi cinco meses nos fuimos de joda a un departamento en Palermo, vos estabas drogado y...- hundi mis cejas.

- ¿Y qué?- pregunte.

- Y cojimos Mateo- soltó obvia.

- Pero yo no me acuerdo de eso, lo único que me acuerdo es qué fuimos con el biza a ese departamento y tome un poco de más, pero en ningún momento me drogue Nicole, después me desperté en tu casa y me dijiste que había tomado mucho- dije tratando de acordarme cada detalle de esa noche.

Deje a Lola en su casa y me fui a la del biza, ahí estaba Nicole, nos comentó sobre una joda en Palermo y decidimos ir los tres.

El biza con una rubia, Nicole bailando y tomando, yo fumando cigarrillos y...

- Vos... ¿Vos me drogaste?- pregunté confundido.

- Yo... Yo, perdón- bajo su mirada a su manos qué no dejaban de jugar entre ellas.

- ¿Perdón?- pregunté irónicamente- ¿Vos te estas dando cuenta de lo que hiciste?, ¿lo pensaste?- trataba de no gritar, pero mí cuerpo estaba entrando en calor y sentía como mí cara ardía- ¿Sabes que te puedo denunciar, no?- ella elevó la mirada y sus ojos estaban llorosos.

- Las... Las cosas se salieron de control, no era mí intención que pasará esto- dijo como pudo.

- Andate Nicole, te lo pido por favor- ella asintió y me dedicó una última mirada, se levantó del sillón y se fue.

Escuché la puerta principal cerrarse, suspiré y me pase las manos por la cara.

¿Que se supone que tengo que hacer ahora?.

Agarré mí celular y marqué el número de Camilo.

- ¿Mateo?- pregunto apenas atendió.

- ¿Que onda?, ¿donde estas?- pregunte mientras prendía un cigarrillo.

- Estoy con Zoe en el súper, ¿que pasó?- suspiré.

- Estoy metido en un re quilombo, te necesitó- pedí tratando de no llorar, pero estaba al borde.

- Terminamos de comprar todo, llevo a Zoe a mí casa con las compras y voy para allá.

- Dale, nos vemos- dije antes de cortar.

Tiré el celular al otro sillón y me fui a buscar el cuaderno.

Le di las últimas caladas al cigarrillo y lo apagué, dejándolo en el cenicero.

Abrí el cuaderno y busque la carta que me tocaba leer.

"cansada"

Hoy escribo esto cansada, con ganas de tirar todo por la borda, con ganas de dejar de remar algo que posiblemente no tenga sentido o salida.
Mateo es un desafío, la relación con el es un desafío. Los pocos momentos que compartimos, no hacemos más que discutir, y yo trato de que sea diferente, de que sea más llevadero, de que no sea todo tan repetitivo, pero no cambia nada.
A pesar de que me haya cagado, trato de hacer oídos sordos y pensar que el realmente me quiere, que lo pasó con ella fue solo algo de una noche después de algunos tragos de más.
No lo justifica y lo sé, pero me duele tanto dejar algo que amo, y aunque me cansé de todo, no se que haría sin el, lo amo tanto que me llega hasta doler. Mí cabeza me pide a gritos que sea "egoísta" y por fin piense en mí, miré por mí y me preocupe por mí, que empiece a ser mí propia y primera prioridad, no la última.
Llega un momento en el que te cansas. Yo me canse de esperar cosas que nunca van a llegar, de estar siempre para todos, pero que nadie esté para mí. Me cansé de mentirme a mí misma creyendo que las cosas van a cambiar. Me cansé de las decepciones, de las mentiras, de llorar, de sus promesas, de todo. Pero no puedo, no me sale.
Me cansé de decir "todo bien", cuando en realidad no es así, cuando estoy tan rota por dentro que me da miedo no saber cómo arreglarme a mí misma. Lo peor de todo es que nadie se da cuenta, o nadie dice nada.
Hace tiempo no me sentía así. Es como si todo esto hubiera estado ahí todo este tiempo, escondido en alguna parte de mí, esperando a salir cuando volviera a caer.
Y es que no estoy ni triste, ni feliz. Simplemente no siendo nada. Nada me emociona ni me disgusta. Nadie me acompaña y me siento sola, me siento cansada, me siento mal.
Dicen que cuando te cansas de estar cansado, viene o empieza el cambió... Ojalá que ese cambio no tarde tanto.

Lola

perenne | trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora