nos vemos, Mateo

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mateo
25 de marzo de 2021, Buenos Aires Argentina

El día estaba un poco soleado, pero sabía que en unas horas iba a llover.

Había visto el pronóstico la noche anterior.

Con toda la paja del mundo despegue mí cuerpo de la cama para abrir la puerta de mí habitación.

- Hola hijo, feliz cumple- mí papá tenía una torta cubierta de crema azul y amarilla.

Hice mí mayor esfuerzo por sonreír y sople la vela que estaba encendida.

- Gracias pa, te amo- el sonrió.

- Yo te amo más, y adivina quién vino- mis cejas se elevaron, ¿podía ser ella?.

- ¿Es ella?- los ojos de mí papá se apagaron un poco y una mueca de tristeza empezó a aparecer en tu cara.

- No, pero...- un grito lo interrumpió.

- ¡Matu!- mí papá se movió de la puerta, Emi venía corriendo.

Sonreí y me agaché, el se tiró arriba mío y me abrazo.

- Hola enano- lo apreté mas hacía mí cuerpo, hace mucho no lo veía.

- ¡Feliz cumple!- me felicitó y me dio un beso en la mejilla, separandose del abrazó.

- Gracias Emi- lo despeine- ¿Cómo estás?- le pregunté mientras me paraba.

- Todo bien, hice muchos amigos en Uruguay- contesto con una sonrisa.

- ¿A sí?, ¿Y tenés wacha ya?- pregunte para molestarlo, sus mejillas tomaron un color rosado.

Emi se mudó el año pasado con su mamá a Uruguay, la última vez que lo vi fue para navidad, que vino a pasarla con nosotros.

- No jodas boludo- me contestó avergonzado, yo sonreí mientras negaba con mí cabeza- ¿Y Lola?, ¿No vino todavía?- pregunto entusiasmado.

Mí sonrisa poco a poco se desvaneció, lleve mí mirada a mí papá, el elevó los hombros.

- Me voy a llevar la torta a la heladera, los dejo que hablen- informo mí papá y empezó a bajar las escaleras.

Emi lo miro y después me miró a mí.

- ¿Paso algo?- pregunto confundido.

- Vení, vamos a hablar- le señale la habitación, el asintió y entro.

- Fua Mateo, un olor a culo acá- se quejó- ¿Hace cuanto no limpias está cueva?- pregunto mientras se sentaba en la cama.

Me reí.

- Digamos que hace algunas semanas...- agarré la silla que estaba en una esquina y la puse frente a la cama. Me senté, quedando frente a el.

- Pensé que Lola iba a estar acá, hace mucho no la veo— yo lo miré—, la extraño.

— Yo igual— pensé y dije para mí mismo.

perenne | trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora