🍾La Botellita🍾

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Mundo: karmaland
Skin: karmaland

Advertencia +18 que van a ignorar pero no esta demás ponerla.

Disfruten :3

La botella de vino iba quedando vacía, la cita iba a la perfección, el cielo estrellado, el clima templado, la comida y música correcta y por supuesto la compañía perfecta. 

estando ya un poco ebrios, muy juntos y con una botella vacía no era mucho problema que acortaran la distancia entre ellos para juntar sus labios - van dos botellas doblas.

- solo te pido que la dejes ahí - se hizo enfrente del azabache, ambos sonrosados y viendo casi doble pero eso no importó - juguemos.

- ¿a que? - se acomodo mejor, mirando con una ceja levantada a su novio.

- por cada vez que la botella gire y te señale te quitaras una prenda - el ojivioleta se sonrojo más.

- ¿y tu? 

- hare lo mismo si me señala ¿Qué dices mi amol? - no era tan malo, tampoco era la primera vez que se verían sin ropa - el que primero quede desnudo pierde.

- y el que gane puede hacer con el otro lo que quiera, me parece - rubius sonrió y dio el primer giro señalándolo a el y provocando las risas del azabache.

se quito el buso y quedo con la camisa, esta vez el que giro la botella fue el azabache... volvió a señalar al noruego - tiene que ser una broma - se quito la camisa y la dejo a un lado, volvió a girar la botella y con ella señalo por primera vez a vegetta. No dijo nada y simplemente se quito su chaqueta blanca.

y así estuvieron por un rato, el que tenia menos prendas era el azabache, quedando solo con el pantalón, el noruego aun tenia el pantalón y las medias, Sam gruño cuando la botella volvió a señalarlo, se levantó y se quito los ajustados pantalones morados, cerró los ojos sabiendo que tenia la mirada esmeralda sobre el. 

un giro mas y... Adiós medias, Sam se recostó en el suelo -  me rindo. - aun con los ojos cerrados escucho como el teñido se ponía de pie y se acercaba, lo que no espero fue que poco después tuviera el aliento de este cerca de su rostro, abrió los ojos y  sonrío -¿reclamaras tu premio tan rápido doblis? 

- pocas veces te puedo tener así para mi~ - le robó un beso que desato muchas cosas - ¿tu cuarto o el piso de abajo?

- mi cuarto, no quiero ensuciar mi casa del árbol - dejaron la ropa ahí, bajaron rápido y de camino a la habitación comenzaron un juego de besos que fue subiendo la temperatura en sus cuerpos hasta el punto en el que después de subir las escaleras el pelinegro estaba siendo cargado por el teñido y pegado a una pared mientras se devoraban a besos. 

los besos pasaron a la piel blanquecina del ojivioleta, dejando por toda la extensión del cuello besos húmedos, algunos chupones y cuando llego a la clavícula un mordisco que hizo que el  dueño de ese cuerpo soltara un gemido alto y apegara la cabeza del noruego hacia el. De la pared pasaron a la puerta y de ahí directamente a la cama, no iban a perder mucho tiempo, ambos se deshicieron de la ropa que una queda en sus cuerpos.

Los besos bajaron al torso, las tetillas  y volvieron a subir hasta la boca del pelinegro - ¿donde?

- tercer cajón de tu derecha - soltó en un suspiro erótico. El más alto estiró la mano, efectivamente, ahí estaba el lubricante y los condones pero solo quería el lubricante, saco el pote y lo abrió, dejando caer unas gotas en la piel de su pareja, haciéndolo soltar un jadeo por lo frio que estaba.

puso un poco en su mano y otro poco en la entrada del azabache haciendo que temblara,  lo distrajo con besos  mientras introducía un dedo suavemente, dejando que el lubricante deslizara su dedo, luego de eso comenzó a moverlo mientras el chico debajo de el iba soltando algunos quejidos de dolor que iban cambiando a jadeos y gemidos cuando fueron introducidos dos dedos mas y la velocidad aumentaba, poniendo mas al otro tanto por la imagen de la cara excitada de su novio como por los sonidos obscenos. - de-deja de jugar Do-doblas~ - soltó un gemido cuando los dedos abandonaron su interior y fueron remplazados por algo más.

- pero si lo es-estoy disfrutando - espero a que se acostumbrara y ahora si comenzó a moverse, rápido y certero, conociendo muy bien el cuerpo del azabache y llevándolo a un punto de total placer. Las piernas del ojivioleta fueron a enrolarse en el torso del otro, dándole mejor acceso, el teñido a besaba el cuello del otro, como este tenia la cabeza hacia atrás tenia total acceso al cuello y con ello mordió todo lo que quiso, posiblemente olvidaran todo la mañana siguiente pero el cuerpo marcado y cansado del vege les recordaría cada detalle.

fue cuestión de tiempo para que el mas alto se corría y luego el mas bajo, apretando el falo en su interior, luego ese fue retirado causándole una sensación de vacío e incomodidad, se recostaron, la habitación olía a vino, sudor y el característico olor del sexo. El azabache tenia un puchero, ambos mirándose directamente a los ojos - seguiré trayendo vinito barato de luzu si siempre vamos a terminar así.

el puchero aumento lo que provocó una sonrisa en el otro - no vuelvo a jugar contigo. - declaro sonrojado y ocultándose en las almohadas haciendo que comenzara a reír el otro.

- eres una ternura mi amor - abrazó a su novio mientras este se sonrojada cada vez más pero al final se escondió en el pecho del mas alto.

el sol comenzaba a salir y ellos no dormían, de hecho estaban en una sección de besos y caricias que no tenían doble intención y solo los hacia sentir mas cómodos. Tal vez comenzarían a tener un juego favorito... Vegetta mantendría una botella vacía en casa por si acaso. 

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Estoy prácticando las partes hornys... ¿Concejos?



ONE MONTH WITH YOU IIWhere stories live. Discover now