Caminos diferentes

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Pero la realidad era diferente.

Se puso de pie y sin más que decirle comenzó a caminar lejos de él.

Meliodas está vez no la dejaría ir.

La alcanzo rápido y la cargo en brazos.

-¡Suéltame! ¡¿Que haces!?-

El no contesto, continuo caminando hasta llegar a la camioneta que tenía, abrió la puerta y la sentó en el asiento de copiloto.

-Iremos a platicar a un lugar más privado-

Su tono autoritario la hizo arder de furia.

Quiso salirse pero el la detuvo

-¡Elizabeth basta! Escúchame por favor. Tenemos que hablar. -

Le mostró su rostro enojado y luego miro hacia otro lado.

Cerro la puerta y camino hasta el asiento del volante.

Prendió el motor y se dirigió hasta la casa de reunión.

Al llegar se estaciono y bajo.

-Aqui están todos. Merlín y los demás.-

Ella no entendía porque la había llevado a su punto de reunión.

Pero no contesto.

El la tomó de la mano y caminó junto a ella hasta la puerta.

Abrió y todos enfocaron su mirada hacia ello, asombrados.

-Ire a mi habitación, no quiero que nadie nos moleste.-

Sin soltarla la guió junto a el y ella lo siguió

Subieron las escaleras y al fondo del pasillo había una puerta, el abrió y entraron.

Pudo notar que en la mesa de noche había dos retratos

Se acerco curiosa y vio que eran fotos de ella y el juntos.

Dejo el cuadro de nuevo ahí y observo la habitación.

No tenía nada extraño.

Era una típica habitación de un chico

La invitó a sentarse en la cama y ella accedió.

Aún sin mirarlo el comenzó a relatar cómo había sido su vida en esos cuatro años.

Y aunque ella entendía muchas cosas.

A otras no tanto.

En cuanto terminó de hablar le pregunto su opinión.

-Lo siento, no se que decirte.-

Comentó sinceramente mientras su mirada estaba fija en el suelo.

Ambos se quedaron callados algunos segundos.

Hasta que el sonido de la puerta sonar los hizo reaccionar.

-Hermano, lamento interrumpír pero papá acaba de llegar -

El rubio gruñó enojado.

Se puso de pie y miro a Elizabeth

-Quedate aquí. Por favor.-

Ella asintio

Quería pensar en todo lo que Meliodas le había dicho hace unos minutos.

Meliodas salió de la habitación y caminó junto a Zeldris.

Al llegar a la sala su padre estaba sentado con un vaso de whisky mientras los demás fingian normalidad.

-¿A qué se debe tu visita padre?-

~Recuperando a Meliodas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora