Cambio radical

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Después de que ella saliera corriendo de su camioneta el bajo rápido, pero ella había tomado mucha velocidad, así que solamente la vio alejarse de él.

Subió de nuevo y maldiciono una y otra vez el no haberla esperado.

Prendió su camioneta y se dirigió a la casa que compartía con los demás.

Entro furioso

Ban, Zeldris, Derieri, Harlequin, lo miraban con cierto temor.

Merlín en cambio, solo veía a lo lejos sentada.

-¿Estás bien hermano?-

Preguntó el chico de cabellos negros.

Meliodas solo negó con la cabeza

Zeldris se mantuvo a su lado como siempre.

El rubio no dijo nada más y se dirigió a su cuarto

Todos sabían que era mejor dejarlo tranquilo y solo.

Acostado en su cama busco las redes sociales de ella, envío varios mensajes y no contesto ninguno.

Elizabeth había cambiado, y el también, pero ella cambió para bien y el no.

La amaba.

Tanto

Que si ella le decía "deja todo" lo haría

Pero sabía que ella estaba realmente decepcionada y triste.

¿Cómo podría recuperar su confianza y amor?

En su mente solo veía el rostro de ella a las afueras del callejón.

Notó que su cabello creció mucho, pero ella seguía igual de bella, tal cual como hace cuatro años.

Triste de ver qué ignoro sus mensajes, simplemente decidió dormir.

Al día siguiente se dedicaría a sus negocios, y a revisar que todo marchara bien

Despertó temprano, bajo a desayunar y nadie pregunto por su mal humor de anoche.

Dió las indicaciones a todos del día.

Y salió de aquella casa.

Si, ahora Meliodas era el jefe, tal cual Elizabeth había dicho, era como su padre.

Su padre había dejado todo en manos de el, desde hace ya un año, y Meliodas al no tener fe en el regreso de su amada tomó el liderazgo de todo.

El lavado de dinero funcionaba bien, el negocio de las drogas mejoro

Se sentía de cierta forma muy orgulloso de él.

Se habia enfocado tanto en todo eso que había perdido la poca humanidad que tenía.

Si debía matar lo hacía.

Si tenía que herir a muchos.

Lo hacía.

Meliodas era mejor que su propio padre.





Elizabeth se encontraba en una junta con sus demás compañeros abogados del buffet. La presentaron oficialmente y ella agradeció la gran bienvenida.

Le dieron unos casos que habían llegado nuevos para que tomara control sobre ellos, tomo las carpetas en manos y se dirigió a su oficina para leerlos detenidamente

Eran casos fáciles, así que no tendría ningún inconveniente en llevarlos a cabo y ganar.

Al término del día, salió de la empresa, caminaba por las calles iluminadas de la ciudad, era temprano aún.

La noche recién comenzaba.

Paso por una estética y sin dudar entro

Espero algunos minutos y cuando por fin la atendieron pidió el corte de cabello, corto a la altura de sus hombros.

Veía caer los largos mechones y sentía como un gran cambio estaba iniciando.

Pagó los servicios y salió del lugar.

El viento se sentía fresco y relajante.

Feliz comenzó a caminar hacia la estación del metro.

A unos pasos de llegar observo como la gente se escondía y corría atemorizada.

Miró a su izquierda y algunos hombres estaban peleando.

Reconoció a uno de inmediato

-Escanor.-

Susurró a lo bajo.

-Te queda bien ese corte de cabello Elizabeth, te ves muy sofisticada, más responsable y con autoridad.-

La voz hablando detrás de ella, la reconocía

-¡Merlín!-

Mencionó sorprendida.

-Tiempo sin verte. ¿Cómo has estado?-

Preguntó la chica pelinegra

Ella asintio.

Su mirada se enfoco de nuevo hacia Escanor, quien ya tenía al otro sobre el piso

El dió un chiflido y una camioneta llegó hasta el.

Elizabeth sabía de quién era.

Meliodas bajo, y tomó de los cabellos al hombre que estaba en el piso y le sonrió

-Jamas vuelvas a meterte con nosotros.-

Le menciono con tono de voz dominante.

Indico a Escanor que hacer. Y en cuanto alzó su mirada vio a Elizabeth platicando junto a Merlín

Notó que su cabello lo había cortado, incluso con su cabello así, lucía igual de bella.

Caminó hasta aquel par de chicas.

Y cuándo llegó junto a ellas saludo

Elizabeth lo ignoro.

-Nos vemos después Merlín.-

El la detuvo del brazo. Y ella se soltó.

Caminó sin mirarlo y el se mantuvo ahí de pie.

Merlín se rió de él

-Ella ya no es la adolescente temerosa y frágil que conociste hace 5 años Meliodas. Ella ahora es toda una mujer-

El rubio lo sabía.

Gruño enojado y se dió vuelta para subir de nuevo a su camioneta


~Recuperando a Meliodas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora