¡A ella no!

319 30 6
                                    

Elizabeth sentía esa frustración en el, quería voltear y abrazarlo y decirle que aguantaría todo con el, pero su orgullo, su dignidad como mujer no se lo permitía.

Se quedó inmóvil en su abrazo, a decir verdad amaba cuando el la abrazaba de esa manera.

Pero Meliodas y ella difícilmente tendrían un final feliz.

Cómo pudo se soltó de el y entro de nuevo al bullicio.

Buscaba a sus amigos con los que había ido, al final se habían decidido irse de la casa donde estaban y llegaron a aquel lugar

Mientras caminaba noto a lo lejos como un grupo de varones comenzaban a empujarse, sabía que eso acabaría mal, se dió vuelta para alejarse de ahí.

Busco a sus amigos y pidió a Michael irse ya.

Mientras tomaban sus cosas, aquel grupo de hombres ya comenzaban con los golpes.

Odiaba eso

Sin basilar más caminaron lejos de ellos para irse.

Meliodas ya estaba nuevamente en la barra, ya había acabado de un solo sorbo su bebida.

Cuando vio que los golpes comenzaron suspiró de fastidio.

Mientras pagaba, miró a Elizabeth que intentaba pasar a un lado de aquel grupo para salir del lugar.

Tuvo un mal presentimiento.

-Ban, Escanor, alertas. Algo malo va a ocurrir.-


Y en cuanto terminó aquella frase uno de los hombres empujó a otro haciendo que chocará contra Elizabeth.

Ella dió un pequeño grito ahogado de queja

Fue todo para el rubio, camino hasta ella y a manera de protegerla se puso frente a ella, empujó a aquel tipo que la había empujado y este se volteo hacia él y le lanzó un golpe.

El cual no toco a Meliodas.

El sin embargo si logro darle.

Todos comenzaron a hacer más bulla, y los golpes se venían de todos lados.

Michael jalo a Elizabeth para salirse de ahí, ella por instinto lo siguió, sabía que Meliodas podía defenderse solo.

Pero el ambiente ya era muy salvaje y antes de que llegaran a la puerta Michael recibió un golpe que lo tiró al suelo.

Elizabeth se quedó inmovil de pie temerosa.

Aquel hombre la vio con ojos de lujuria.

Dió un paso hacia ella y ella retrocedió uno

Meliodas pudo notarlo, de un buen golpe tiro al sujeto que tenía enfrente y corrió hasta Elizabeth.

Dió otro al hombre y este cayó al piso.

-¡No te atrevas a tocarla imbécil! ¡A ella no!-

Elizabeth sintió como el miedo en ella desaparecía

Tomó la mano de Meliodas y agradeció al destino que él estuviera ahí.

Ahora todos se golpeaban entre todos.

El ambiente era salvaje e imposible de salir

Pero el protegería a su amada de todos.

Entre todo el desorden y los gritos y golpes.

Logro sacarla de aquel lugar.

Esperaban a Ban y Escanor en el estacionamiento mientras ella intentaba calmarse de aquel mal momento.

-Gracias Meliodas.-

Pudo decir apenas se calmó.


-Siempre te voy a proteger a costa de mi vida.-

Respondió de inmediato sin titubear.

Ella lo sabía.

Tomó su mano y acomodó su cabeza en su hombro.

-Perdoname, pero todo esto es difícil para mí, te amo Meliodas pero....-


No dejó que termine la frase ya que sus labios la habían callado.

¿A quien engañaba?

Lo amaba demasiado, quería estar a su lado siempre.


Dejándose llevar por el momento sus labios sedientos se dejaron envolver por los de el y profundizaron aún más aquel beso.



Cuando Ban y Escanor llegaron, ellos estaban abrazados


-Parece que han aclarado los malos entendidos.-

Mencionó Escanor.

Ban solo asintio con la cabeza.

Se acercaron a ellos y subieron al carro.

Elizabeth subió también, Meliodas condujo a casa de ella.

En cuanto llegaron, le dijo a Ban que el se quedaría con ella.

Ban tomo el control del volante y junto a Escanor se fueron de ahí.

Meliodas y Elizabeth entraron al departamento y se entregaron uno al otro como nunca.

Había pasado tres semanas desde que sus cuerpos se habían unido de esa manera, ella disfrutaba excitada todas las penetraciones que el le daba

La colocó de todas las posiciones que pudo.

Se vino dentro de ella un par de veces.

Pero nada les importaba en aquel momento más que de disfrutar de su pasión.

~Recuperando a Meliodas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora