Camino oscuro

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Al llegar a su departamento se quitó toda prenda encima y entro rápido al baño.

No demoró en ducharse, salió y se cambió de inmediato

Optó por usar un vestido largo ajustado a su cuerpo que le llegaba un poco arriba de las rodillas, no tenía mangas y era de color rojo.

Aretes, pulsera, y collar coordinado de color negro, al igual que sus zapatos de tacón.

Se maquillo ligeramente, un poco de perfume y estaba lista

Tomó su maletín y salió rápido del departamento.

Afortunadamente el buffet de abogados quedaba a tan solo unas calles de ahí.

Llegó y saludo.

Fue directo al comedor y tomó algo del menú.

Fue a su oficina y puso a cargar su teléfono

Prendió su laptop y mientras encendía comía rápido.

Comenzó con sus pendientes y su día continuo

Meliodas por su parte regresó al punto de reunión.

Fue directo a su habitación.

Las sábanas seguían desordenadas.

Sonrió al recordar lo bien que la paso con Elizabeth.

Pero ella tenía razón..

Ambos seguían dos caminos diferentes

Ella era luz y justicia

El era oscuridad e ilegal.

Algo se le ocurriría para estar con ella.

Por lo pronto comenzó con los pendientes que su padre le había pedido.

Fue a verlo a su casa y el ya estaba preparando sus maletas.

Le daba las últimas indicaciones a Meliodas y el anotaba.

En cuanto se fue sintió un gran peso menos

Pero solo fue unos instantes.

Los mensajes de que harían con algunas mercancías saturaban su teléfono

Suspiró de aburrimiento

Un largo día le esperaba.

La tarde caía, estaban dando las 6 cuando Elizabeth salía de los juzgados.

Tenía cita con un juez para archivar un caso que recién le habían asignado.

Por un momento pensó en su rubio, en la diferencia de sus vidas y en lo difícil que sería todo esto para ellos.

Al llegar al lugar. Despejó su mente de todas esas ideas y se dispuso a continuar su labor

Al salir ya era noche.

Su móvil sonó y vio el nombre de el en la pantalla.

Sonrió sonrojada y contesto.

-Hola Meliodas -

Contestó con una sonrisa de pubertad enamorada.

-¿Has terminado tus labores?  Puedo ir por ti si gustas. ¿Ya has cenado?-

Escuchar como se preocupaba por ella le daba tanta paz y seguridad que no podía creer que el sea tan inhumano y salvaje con las demás personas.

Le indico dónde se verían y camino hasta aquel lugar.

Al llegar el ya estaba en la puerta esperándola.

Se saludaron de beso en la mejilla y entraron a aquel lugar a cenar.

Al término de su cena la llevo a su departamento.

Entro junto con ella y observo que le hacia falta muchas cosas.

Elizabeth le comentó que recién se había mudado y no había tenido tiempo para amueblar su nuevo hogar.

El se ofreció a ayudarla.

Quería aceptar pero sabía que estaba mal.

-Meliodas ¿Entiendes que cuando llegue el momento de capturarte yo tengo que cumplir con mi obligación?-

Se quedó sin habla.

-¿Porque sigues pensando en eso? ¿Acaso piensas encarcelarme?-

Ella no contestó

Había una línea muy delgada entre ellos dos y en cualquier momento se rompería.

-Entiende que a eso me dedico. Y se que cuando llegue el momento de que alguien de los tuyos intenté lastimarme tu no...-

-Nadie pondrá un solo dedo en ti. Te protegere de quien sea. Te lo prometo.-

Comento interrumpiendo su oración de ella.

Elizabeth se quedó callada mientras lo observaba con ternura.

Meliodas seguía siendo protector con ella.

Le acaricio su mejilla y tomó su mano

-Nuestros caminos se van a separar Meliodas, sea mañana o cualquier otro día. Nuestro destino es estar separados.-

-No pienses en eso amor mío. Por favor. Solo dediquemos a vivir el día a día. Te amo. Y siempre te amare.-

Siempre buscaba las palabras exactas para ganarle en cualquier conversación.

Se tomaron de las manos y sus besos comenzaron.

Una vez rendidos en su pasión

Ella cabalgaba sobre el, sus pechos grandes brincaban a la par.

Era una bella imagen para los ojos del rubio.

En cuanto acabaron.

Se abrazaron desnudos.

No les importaba nada en ese momento

Si bien su amor había resistido esos cuatro años lejos.

Quizá Meliodas tenía razón y ambos buscarían la manera de seguir juntos.

~Recuperando a Meliodas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora