Reflejos Retorcidos

Capítulo 75: Máscaras incómodas

¿Todos a salvo? Ojalá. Este capítulo está dedicado una vez más a Sascha, quien con suerte no está infectado. También a SneakyHint, que me ayudó a motivarme para escribir este fic de nuevo. Todavía lo encuentro más difícil que escribir mis fics de Spidey, pero me metí en el ritmo al final.

Este capítulo y los próximos avanzarán más en la trama. Debo advertir que el punto medio se vuelve bastante incómodo. Me inspiré en el remake de FF7, pero no fue demasiado cómico debido a la forma en que escribo y porque es bastante difícil hacer una situación como esa cómica de la misma manera que lo hizo FF7.

Nota al margen: SneakyHint se ofreció a hacer una página de tvtropes para el fic y yo estuve de acuerdo :) Cualquier tropers por ahí, échale un vistazo si quieres. Es 'Twisted Reflections' en tvtropes.

El viaje a Germania les llevaría sólo un poco más de dos días a caballo. Ciaran apretó con más fuerza las riendas del caballo y respiró hondo. Habían estado en la carretera durante más de un día, deteniéndose solo para acampar en la noche por el bien de los humanos. Él, los vampiros y Manus eran más que capaces de gastar la energía, pero la reina infantil insistió en que lo hicieran como grupo.

Pensar que aquí sería donde terminaría. Señor. Ciaran, jefe de Lordsblade y uno de los cuatro Caballeros de Gwyn, se vio obligado a recibir órdenes de un humano para evitar una catástrofe predestinada. Incluso en sus sueños más locos nunca imaginó que sería la única sobreviviente entre sus amigos y camaradas, obligada a luchar por una tierra que no había hecho más que arrebatarle.

Y, sin embargo, todo eso palideció en comparación con el conocimiento de que todo lo que habían hecho, todas las luchas, todos los sacrificios, en última instancia, no tenían sentido. Lord Gwyn, sus compañeros caballeros, sus queridos Artorias ... todos sacrificados como nada más que una táctica dilatoria. La Era del Fuego estaba condenada a caer como parte de un ciclo retorcido. Estaban destinados a fallar, destinados a morir, para que la oscuridad los consumiera a todos.

Miró hacia arriba y miró pasivamente la espalda de Manus. Incluso ahora, una parte de ella todavía no podía creer que estaba cooperando con él, más aún que él había sido quien unió el fuego después de Lord Gwyn. Incluso si lo hubiera hecho de mala gana, él fue quien prolongó el objetivo de Lord Gwyn de mantener a raya la oscuridad. Una criatura de la Oscuridad que se sacrificó por la visión de Lord Gwyn.

Ahora todos tenían que asegurarse de que este mundo sobreviviera a su próximo fin.

A ella no le importaba este mundo. Una tierra gobernada por humanos que cazaban a Ghough y a ella como animales cuando llegaban simplemente por su apariencia. Eran criaturas viles, tan rápidas para juzgar a aquellos que no se ajustaban a sus estrechas creencias. Si no fuera por la presencia de la Princesa Tiffania aquí y su promesa a Lady Dusk, entonces los habría dejado luchar para enfrentar el final del que los dioses que depusieron podrían haberlos salvado.

"¿Un ecu para sus pensamientos, señor, Ciaran?" El sacerdote dijo a su izquierda. A diferencia de Manus, que montaba a caballo como un borracho fingiendo sobriedad, el sacerdote era la medida misma de la gracia y el control. Un beneficio por sus habilidades.

A ella no le importaba. Aunque fue bendecido con el alma de Lord Gwyn, sirvió voluntariamente bajo el falso líder de esta farsa de religión. Adorar a un mago simplemente porque tenía una magia diferente a la suya. Era una broma, "No veo la necesidad de una charla inútil", murmuró, la voz amortiguada por su máscara de porcelana. Su uniforme era una de las pocas cosas que guardaba de su casa junto con Fenris y sus trazadores. Proporcionaron una especie de escudo de este mundo en el que ahora estaba atrapada.