Una semana después
Era el día libre de Sky así que estaba durmiendo tranquila cuando el sonido del timbre la despertó. Pensó en ignorarlo, pero la insistencia la obligó a levantarse.
Era Mark, Addison y Derek con un pastel decorado de Minnie Mouse cantando el "feliz cumpleaños".
— Gracias -les agradece con una sonrisa adormilada- acomodense, mientras yo me arreglo -dice entrando a su habitación-
Mark y Sky habían arreglado las cosas, ahora eran amigos (con Derechos), firmaron el divorcio y ahora son solo un grupo de amigos.
— Toma tus regalos -dice Derek con una sonrisa-
Eran tres bolsas marcadas de Disney, lo cual fue extraño, las habrían pedido por correo y una caja la cual Derek la agarraba como si fuera cristal.
— ¡Oh Dios mío! -grita Sky llena de alegría llendo a abrazar a sus tres amigos con sus pequeños brazos- ¡es hermoso! -exclama con una sonrisa-
Era una mini mochila de Dumbo que venía a juego con un monedero, super tierno. También una taza de Rapunzel que Sky la última vez que había ido a Disney no había encontrado, por lo que pasó una semana llorando y una campera de Jean pintada de el Rey León en la espalda.
— Ahora mira esto -dice Derek abriendo la caja-
De ahí dentro salió un pequeño perro raza Coquer, tenía un color blanco y marrón muy claro, era hermosa.
— Su nombre es Reina -comenta Mark agachándose a la altura de Sky quien lloraba entre los chupetones de la perra- ¿Te gusta? -pregunta con ilusión-
— Esto es mejor que el cumpleaños en Las Vegas -responde con una sonrisa-
— Ese cumpleaños estuvo muy bueno también -dice Addison con una sonrisa-
— Si, pero esto es mejor -responde Sky- es una ternurita -dice agarrando a Reina-
— ¿Crees que hubiéramos sido buenos padres? -pregunta Mark, Sky asiente-
— Hubiéramos dado lo mejor de nosotros -responde Sky alzando los hombros- mañana tengo el día reservado, así que no podré ayudarte en la rinoplastia -le dice a Mark mientras se acerca a preparar café-
— ¿Por qué? -pregunta confundido-
Tengo unas pacientes especiales, así que tengo el día dedicado a ellas -responde Sky con una sonrisa-
— ¿Quienes? -pregunta Mark-
— Mañana verás -responde con una sonrisa-
Los cuatro pasaron la tarde entre risas, charlas, chistes malos y anécdotas. Mark había insistido en cenar con Sky, así que ella lo dejo, según Mark era porqué debía darle un regalo. Literalmente tenía puesto un boxer que tenía dibujado un moño en el pene; si, ese era el regalo.
A la mañana siguiente se despertó abrazada por Mark, siendo sincera lo extrañaba, extrañaba la pareja que eran, lo bien que se llevaban y lo mucho que se entendían, pero debían separarse y ambos lo entendieron.
Se levantaron, desayunaron felices y fueron al hospital, Sky le aviso al Jefe de los requisitos para sus pacientes, decidió que los internos serían elegidos luego y solo quedaba esperar. Una hora después estaban llegando Kim y Kris al Seattle Grace Mercy West. Todos se sorprendieron al verlas ahí, pero más se sorprendieron cuando vieron a Sky correr a Kim y a Kim correr a Sky para abrazarse como si su vida dependiera de eso.
— Sky te extrañe -dice Kim abrazada a Sky-
— Yo mucho más -responde Sky alejándose para abrazar a Kris-
