Ya había pasado un tiempo desde la llegada de Rowan a la casa, Sky poco a poco se iba familiarizando más con el y con las cosa que explicaba tener un bebé en la casa.
Carina había aprovechado esos momentos de vulnerabilidad que pasaba Sky para acercarse a ella, había aprendido a ser quien la contenga y la ayude a volver a intentarlo. Pasaban momentos juntas en los que Carina le explicaba como hacer algunas cosas, la ayudaba o simplemente estaba ahí, presente.
Sky había decidido aceptar sus disculpas, pero sería la primera y última vez que lo haría. La relación estaba remontando y para ser sinceros, estaba todos demasiado bien como para ser la vida de Sky.
- Te amo -susurraba Sky mientras Rowan reía-
Ya había dado su primera carcajada, lo que, en la mente un tanto infantil de Sky significaba que había nacido un hada.
Gracias Tinkerbell por tanto.
- ¡Ya llegue! -vocifero Carina cerrando la puerta de entrada- Hola amor de mi vida -saludo a Sky con un beso- Hola mini amor de mi vida -saluda a Rowan dejando un toque en su nariz que lo hizo reír- ¿Denis ya se fue? -pregunta al darse cuenta de que todo estaba en silencio y medianamente acomodado-
- Hace dos horas -responde Sky sin dejar de jugar con Rowan- No me hagas acordar porque lloro y mientras lloro me subo en un avión directo a Italia para traerlo conmigo otra vez... -comenta-
- Eres la mejor del mundo... mira a este bebé tan bonito...
Sky estaba en el sillón apoyada sobre sus codos, Rowan se encontraba acomodado en medio de sus brazos y Carina se sentó en el suelo, para conversar un rato con Sky y jugar con el bebé.
[...]
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