•Capítulo 11• Una situación complicada

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  La historia más profunda de toda la familia Todoroki, aquella que realmente se remontaba a prácticamente el comienzo, mantuvo la atención tanto de la joven bicolor como del pequeño. Ambos mantenían un silencio reflexivo mientras los mayores, Natsuo y Fuyumi, daban sus conclusiones: que no hicieron suficiente.

Tú no eres el único culpable. —retomó Rei tras las palabras de su hijo. Todos nosotros somos responsables de todo lo que pasó. A pesar de que tu corazón esté destruido, vamos a ayudarte a levantarte, porque tú necesitas enfrentar a Dabi.

—¿Tú... eres la misma Rei? —cuestionó Enji, todavía sorprendido por que su esposa estuviera allí.

Tienes un muchacho que seguramente sufrió más que todos nosotros. Él debería odiarme, pero vino a mi encuentro y me llamó madre otra vez. Hizo amigos en UA. —se tomó una corta pausa para mirar a la joven ex-estudiante. —Reencontró y reconstruyó algo de más que amigos, encontró a alguien en quién apoyarse siempre... y reconstruyeron nuestros lazos. Shoto y (T/N) se convirtieron en los héroes de la familia Todoroki.

—Realmente ahora siento que no hice nada. —susurró ella sin ser escuchada más que por el pequeño, que se mantenía mirando un punto fijo en el suelo mientras pensaba.

—Antes de venir aquí... yo conversé con mamá. Pensé que tú... no conseguirías luchar más... que tendría que derrotarlo solo, pero no es así. —se acercó a su padre y le tendió la mano. —Cuando dejes de llorar, levantate. Todos nosotros vamos a detener a Touya. —miró a su novia con calma, sin reprocharle nada.

Nadie la había reprochado nada, absolutamente nada, cuando ciertas cosas estaban más que claras ya. Y eso hacía mucho más fácil pensar con claridad en esa situación... o debería, porque solo aumentaba su sentimiento de culpa.

Detener a Touya es... —suspiró sin poder expresarlo con palabras.

—Tiene derecho a odiar y a buscar su muerte. Es retorcido, sí, ¿pero, acaso no todo en esta historia lo es? —nadie esperaba que el más pequeño pronunciara esas duras palabras, pero ahí estaban. —El poder de la familia y el amor no va a resolverlo.

—No, no va a hacerlo. Se separó de mí ya dos veces, no me extrañaría que me abandonara una más. —murmuró ella. —No lo comprendo, lo siento, ¿no estáis enfadados? —se giró hacia la familia Todoroki. —Yo solo lo aumenté, oculté su identidad y no puedo... no puedo arreglar nada. No puedo, lo siento. No he hecho absolutamente nada más que colarme en la familia a falta de la mía, ¿y no estáis enfadados? ¿No tenéis nada que-?

—Eres quién más se esforzó por mantener unida nuestra familia. —la cortó la albina mayor con suavidad. —Te esforzarte por todos, por Shoto, y aún así te esforzarte por ti: sobreviviste, aprendiste y te mantuviese fuerte.

Siempre nos has intentado apoyar a todos.

—Sí... aunque yo sí quiero pedirte algo. —murmuró con cierta timidez Yakedo, que pronunciaba palabra por primera vez en esa reunión.

Redució la distancia que les separaban rápidamente y tomó sus manos, fijando en ella sus iris grisáceos con un brillo a la par emocionado que angustiado.

Estar contigo [Todorokixlectora] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora