Taehyung tenía solo 19 años cuando la prueba de embarazo salió positiva; y Jungkook tenía una familia hecha.
Después de eso Kim Taehyung se ve rechazado por su progenitora, teniendo diferentes dificultades en su vida a raíz de su error.
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Llevamos quince minutos así. Después de aquello que confesamos, ambos creímos que sería buen momento para que yo regresara a casa antes de que la noche terminara de caer, condujo sonriente hasta una calle antes -dónde nos encontramos- y detuvo ahí el auto, apagamos todas las luces para evitar ser vistos y él comenzó a besarme con dulzura, deteniéndose cuando caía en cuenta que yo aun no tenia todo el conocimiento. Mencionado anteriormente, llevamos quince minutos así. "Debo irme ya." susurro sobre sus labios.
"Mhh." hace el mismo sonido cada que menciono lo mismo.
"Kook." se aleja de mi, lamiendo sus labios al tener distancia suficiente entre los dos, aquello provoca un sonrojo fuerte en mi rostro. "Te mandaré el día de la cita, ¿si?" asiente, beso su mejilla y giro mi torso, dispuesto a salir e ir a casa, me detiene.
"¿Te gustaría que venga mañana para llevarte?" pregunta.
"Me gustaría, pero mamá regularmente me lleva los Lunes. Además, no quiero que despiertes muy temprano a Jimin por mi. Podemos vernos otro día." aseguro. "Adiós." vuelvo a besar su mejilla y bajo del auto, comenzando a caminar en dirección a mi casa. Saco las llaves y abro, suspiro antes de entrar. Ella esta sentada en el sofá, viendo un programa de comida. "Llegue, mamá..." aviso con sutileza.
Ella voltea a verme y se pone de píe, caminando hacia mi. "Dijiste que sería solo por un momento y ya es de noche, mañana tienes colegio." regaña. "¿Qué hacías para demorar tanto en llegar?" eleva una de sus cejas.
Trago saliva nervioso. "Platicábamos, y Jimin llego mas tarde de lo que acordamos, lo lamento, no se repetirá."
"Y confío en ti." sonríe. "¿Quieres cenar algo?" niego. "Bueno, si ya no tienes nada más que hacer, ponte el pijama y a dormir. Descansa." besa mi mejilla y asiento, beso su frente y subo los escalones hasta mi habitación.
Al ingresar y cerrar la puerta, me recargo sobre está, pensando en todo lo sucedido dentro de ese auto hace poco tiempo. Una sonrisa aparece en rostro ante mis pensamientos e inconscientemente toco con dos de mis dedos mis labios.
Camino a la cajonera donde sé que mi pijama del diario se encuentra, la tomo y de manera inmediata remplazo las prendas que llevo puestas. Mi teléfono cae una vez más y caigo en cuenta que la pantalla se ha roto otro poco. Pero ni aquello logra borrar la sonrisa que tengo.
Me meto bajo las sábanas cuando he apagado la luz principal, mi habitación queda en completa oscuridad y silencio, abrazo una almohada y cierro los ojos. Cayendo dormido en poco tiempo.
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