True Love |KookTae| +17.

chapter forty three

Jamás se habría imaginado viviendo lo que se encuentra viviendo es su presente. Jamás habría imaginado pasar todo el sufrimiento que pasó unos meses atrás cuando su embarazo estaba en sus primeros tres meses. Se obligó a madurar a un nivel alto, es conciente de lo que pasa en su vida para ese momento; será padre. Han pasado tantas cosas, tantos recuerdos y tantas nuevas experiencias adquiridas que intenta guardar en su mente lo más que puede.

Jeon JungKook... Él fue el hombre que le enseñó tantas cosas, tantas experiencias y aprendizajes. Fue quien le enseñó acerca del amor. Acerca de lo que es amar y ser amado de vuelta con la misma intensidad. Se convirtió en su primer y único amor; él está muy seguro de no poder amar a alguien jamás en su vida con la misma intensidad en que ama a Jeon Jungkook. Porque le ama. Le ama con la misma intensidad de al principio. Le ama porque ha estado ahí con él, cuidándolo, protegiéndolo, y sencillamente porque es él. No necesita más motivos para amar a Jungkook.

Ahora es que puede comprender que no todo siempre va a ser color rosa, como dicen algunas personas. No. Siempre va a haber alguna piedra en el camino que le haga cuestionarse hacerca de las decisiones tomadas, que le nuble la vista y lo ponga a desconfiar de todo y todos. Siempre habrá una nube gris cubriendo los rayos de Sol. Pero que fuese como fuese, siempre va a ir en el camino correcto.

Porque está bien no querer a algún miembro de tu familia; en el caso de Jimin, él no puede sentir algún cariño hacia la mujer que le otorgó la vida. Está bien llorar por cualquier cosa, es un buen deshago. Está bien reír a carcajadas cuando tienes problemas, porque hay peores pecados en la vida que el permitirse ser o volver a ser felices. Está bien si te confundes de carrera, es difícil encontrar el camino propio. Está bien experimentar, es así como obtienes nuevas experiencias. El amar y querer ser amado está bien. Equivocarse está bien, aprendes nuevas cosas y en que mejorar cuando decidas volver a intentarlo.

Taehyung es plenamente feliz a ese punto de su vida. Está en los primeros días de Agosto. Ahora, en su octavo mes (recién cumplidos), con un vientre abultado y cada vez más pesado con cada día que pasa, camina hasta llegar a su cama y sentarse en el borde de ésta misma; le resulta cada vez más agotador llegar hasta su habitación. Toma bocanadas de aire y con la ayuda de su mano abanica para hacerse aire.

Se acomoda de mejor manera: sube los pies a la cama y se impulsa hacia atrás con la ayuda de las palmas de sus manos sobre el colchón, su espalda queda pegada en la cabecera gris y coloca un cojín bajo su vientre. Toma el control remoto que está en su buró de noche y enciende el televisor, buscando algún programa interesante para ver. El teléfono inalámbrico que Joohyun obligó a la compañía a instalar en su habitación suena, claramente dejándole saber que alguien está llamando.

Bufa al momento de estirar su mano y coger el teléfono, pulsa el botón y lleva éste hasta su oído izquierdo. "Diga." Es lo que dice de primera, frunce el ceño cuando no escucha ruido o movimiento alguno del otro lado. "¿Si?" Intenta otra vez.

"Tae." Escucha la voz aniñada de Eunji al otro lado y una sonrisa se ensancha en su rostro. Después pasa a oír la voz de su padre diciéndole que están en camino para verle como ha estado haciéndolo. Le hace saber dónde está la llave de repuesto y que entre por si mismo; Minho ríe y acepta. La llamada termina justo al mismo tiempo en que el timbre resuena en toda la casa.

Hace mohínes y en aquel instante maldice estar solo en esa casa de dos pisos. Se coloca de pie con todo el cuidado que puede y hace todo el extenso camino hasta por fin llegar al primer piso, se apresura en abrir la puerta porque el timbre no ha dejado de sonar y eso lo irrita. Una sonrisa boba se pinta nuevamente en sus labios cuando ve a Jungkook al otro lado. Lo deja pasar y toman asiento en el mismo sofá.