Taehyung tenía solo 19 años cuando la prueba de embarazo salió positiva; y Jungkook tenía una familia hecha.
Después de eso Kim Taehyung se ve rechazado por su progenitora, teniendo diferentes dificultades en su vida a raíz de su error.
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El tiempo había transcurrido de manera rápida, bastante a decir verdad. Taehyung, junto a sus tres amigos, está por cumplir un mes desde que asiste a clases en la Universidad.
Un mes en el que habían pasado bastantes cosas.
Fue él quien recibió la correspondencia con sus documentos y boletas escolares por parte del colegio al que asistió esos años más el reconocimiento por excelencia académica a pesar de que tenía que ser su tutor quien lo recibiera. Su madre regresaba a casa cada vez más tarde y a penas le alcanzaba el tiempo para ir y dejarlo cerca de la entrada a su escuela; algo que le afecto de sobremanera fue el no recibir buenas palabras de aliento cuando fue su primer día por parte de su madre como solía hacerlo antes.
Era su tercer día en casa de su padre. Sin intenciones verdaderas de querer convivir con él puesto que esté ha estado actuando de manera muy extraña, permanece en su habitación durante todo el día hasta que es llamado para la hora de la comida. Baja y toma asiento en una de las sillas del comedor que es para cuatro personas, comienza a comer cuando su padre lo hace. "¿Te está yendo bien en tus clases?" Su padre habla, queriendo tener una charla con él.
"Sí." Responde cortamente. Continúa comiendo si despegar la vista de sus alimentos, inclusive cuando su padre se levanta para atender una llamada urgente. Sinceramente él se está acostumbrando a estar solo cuando permanece en su hogar pero es Jungkook quien le salva por las tardes, llevándolo a aquel lugar que ya tiene esencia de ambos.
Una sonrisa adorna su rostro ante el sólo pensamiento de Jungkook.
Para cuando termina de comer es que su progenitor regresa con él. Taehyung termina de beber el líquido en su vaso de cristal y siendo educado, se retira de ahí de vuelta a su habitación. Tiene tareas por hacer, pero su teléfono suena y alcanza a visualizar el nombre de su mejor amigo en la pantalla. Confundido por la repentina llamada, atiende. "¿Sucede algo Minnie?" Se sienta sobre su cama.
"Sí, estás lejos de mí y necesito de tu ayuda con urgencia." Es lo que escucha le responden al otro lado de la línea, su ceño se frunce por no recordar como para que Jimin le necesitaría. "Sí es que te estás preguntando... Bueno, el cumpleaños de mi papá es la otra semana y no tengo idea de que debería regalarle."
Una oleada de nervios se apodera por unos segundos de su cuerpo, carraspea y responde: "¿Y qué pretendes que haga yo?" Suena más duro de lo que desea. "Es decir, no conozco los gustos de tu papá, Jimin. No puedo ayudarte."
