chapter forty

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Reencuentros.



Reencuentros

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"Es todo." Joohyun dice chocando sus manos entre sí para deshacerse de cualquier rastro de polvo que pudiera haber en éstas. "Y… oficialmente, vivimos juntos, ¿No es emocionante?" Chilla feliz, dando pequeños brincos sobre el suelo.

Taehyung asiente esbozando una sonrisa ladina mientras la mira, contento, no de la manera en que le gustaría, pero lo está. Está feliz de tener, reiteradamente, un espacio para él solo, en el que pueda sentirse un poco más libre y sin tener ese pesar de ser una carga para quién le rodea.

Hacía un mes que no sabe simplemente nada de Jungkook. No exagera cuando dice nada. Y si él puede ser franco, le duele, pero está intentando sobrellevarlo y hacerse a la idea de todo esto que está pasándole; de que ya todo acabó y que debió haber sido así desde hace varios rato; porque el llorar todos los días se ha vuelto su hobby favorito y sabe, mejor que nadie, que aquello no es bueno. En ningún sentido.

De igual manera hacía un mes que no mantiene algún contacto con su madre. Ella no le busca y él tampoco ha hecho el intento de hacerlo. Las palabras, todas sin excepción alguna, que dijo ese día en su casa, que le dijo, calaron en lo más hondo de su mente y corazón, él está seguro de no poder olvidarlas. Por lo menos no en un buen rato. Y al mismo tiempo se detesta un poco por tener ese sentimiento amargo ante el recuerdo de su madre, no quiere que sea así, pero tampoco es como si pudiese evitarlo. Le hirió.

Su padre… Una sonrisa se pinta en su rostro al sólo pensamiento de Kim Minho. Él le cuidó los siguientes días después de dejar la casa de Soojin. Se encargó de alimentarlo correctamente, de ir a dejarlo a la Universidad, recogerlo a la hora en que fuera; tal y como cuando era un pequeño crío de seis años. Amó pasar tiempo con la pequeña Eunji, jugar con ella y dejarse hacer todo tipo de cosas en su cabello para hacerla reír. Misuk conversó algunas cosas con él, le tendió la mano y le dejó muy en claro que podía contar con ella para lo que fuera que él necesitará en un corto o en un largo plazo. No puede estar más agradecido con ellos porque esos días pudo olvidarse de toda esa tristeza y cansancio con el que carga.

Pero después, Jungkook volvió a intentar contactarse con él. Su pequeña calma se disipó tan pronto como llegó, regresándole la tormenta que creía controlada. Llamada tras llamada, mensaje tras mensaje y él realmente se preguntó que es lo que Jungkook quería o buscaba. Era más que claro que no deseaba ni desea tener algún contacto con él. Con lágrimas en los ojos bloqueó su número y apagó el celular, el cuál guardó en una caja de tamaño mediano (porque ese celular él se lo había dado) junto con esa tobillera (la cuál no se había quitado desde que Jungkook se la obsequio, poco tiempo después de que ellos iniciaron con lo que sea que tenían) y la pulsera con la 'T' que le regaló.

En resumen, Taehyung guardó todo lo que Jungkook le obsequió a lo largo de ese tiempo en distintas cajas, las cuáles escondió en lo más profundo del que ahora es su armario. Si quiere sentirse bien, entonces debe deshacerse de esas cosas que lo único que hacen es traerle esos recuerdos que anhela eliminar de su mente. Lamentablemente, aquello no es posible.

True Love  |KookTae| +17.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora