Pasaron las horas y todos los chicos ya estaban en casa preparando la cena, era costumbre que comieran juntos por la noche ya que podían hablar cómodamente para que no hubiera malentendidos en el ambiente y por suerte casi nunca lo habían, excepto hoy.
Felix cortaba los tomates para la pizza cuidadosamente mientras Hyunjin a su lado picaba unas cebollas, lo hacía tan fuertemente que creía que el cuchillo se partiría en dos.
—Vaya Hyunjin, con esa fuerza terminarás partiendo la mesa.-bromeó Felix.
—Oh...lo siento.-respondió el mayor sin expresión alguna, no se había dado cuenta de que estaba actuando así.
—¿Estás bien hyung?, te veo algo distraído.
—Que no me pasa nada Felix ya déjame en paz.
—Hyunjin, ven aquí.-dijo un serio chan que acababa de escuchar todo.
El nombrado puso los ojos en blanco y dejó el cuchillo en la mesa para caminar en su dirección dejando a un Felix totalmente confundido. Bang se cruzó de brazos frente a él mirándolo de arriba a abajo, para luego hablar.
—¿Qué te sucede?.
—¿A que te refieres?.-musitó Hwang.
—Sabes de lo que hablo, Jeongin.
—Jeongin qué.
—¿Qué le hiciste?.
Hyunjin río irónicamente, ya estaba en su límite, sabía de los sentimientos de su mayor por su ahora enamorado, y estaba cansado de que siempre lo mirara con desprecio cuando de eso se trataba.
—Dios, no le hice nada Christopher, no es mi culpa que tus sentimientos hacía él te controlen más que tu cabeza e inventes cosas.
De la nada Jeongin salió detrás de Chan donde se había escondido, habiendo escuchado todo, ¿había escuchado bien?.
—Chan hyung....-susurró Yang.
—Jeongin yo-.
El menor salió de la casa corriendo como si su vida dependiera de eso, sus pies no sabían a donde iban tampoco, pero su mente estaba echa un completo lío como para pensar en eso ahora, a si que solo continúo con lo suyo.
Chan muy enojado miró a Hyunjin para luego salir detrás del menor, pero eso no bastó porque claro, esta vez Hyunjin sería el que estaría ahí para él.
Ambos mayores salieron detrás de Jeongin, era tarde por la noche y estaba oscuro, las calles estarían en completo silencio a no ser por los fuertes ruidos que emitían los grillos.
Jeongin por su parte había llegado al parque donde estuvo hace unas horas, se sentó en la misma banca y miró hacia el cielo, las estrellas lo iluminaban lo suficiente como para divisar a un preocupado Chan desde lejos.
—Tal vez si sea bueno que escuche hablar a Chan hyung.-decidido se pone de pie en la banca y alza su brazo para luego gritar en su dirección.
—Chan Hyu.-no alcanzó a terminar cuando ls grandes manos de Hwang se depositaron en su boca.
—A si que aquí estabas.-habló sacando su mano.
—H-hola hyung, lo siento.
—Tu...me hiciste enfadar esta tarde.
—Lo siento denuevo hyung pero fue un mal entendido.
—Está bien Jeongin no tienes que darme explicaciones, de hecho yo lo siento por haber reaccionado así contigo.
Bang aún buscaba a su menor cuando desde lejos lo encontró, pero no estaba solo, Hyunjin hablaba con él demasiado cerca para su gusto.
—Desde ahora me dirá cuándo mal entienda algo, ¿bueno hyung?.
El mayor asintió abrazando a Yang, lo pegó a su pecho y acarició su cabello para luego dejar un tierno beso en su cabeza.
—Por qué no...por qué no mejor me lo das aquí.-dijo apuntando sus labios.
Hyunjin río ante el gesto y obedeció por gusto, juntó sus labios una vez más, en el mismo lugar, la misma sensación y por supuesto, el mismo amor.
Chan se dió media vuelta después de ver la escena y caminó a casa cabizbajo.
—Llegué chicos.-avisó dejando la llaves en la mesa.
Los 5 miraron atentamente desde el comedor mientras devoraban la recién hecha pizza.
—Ven a comer hyung, la pizza está deliciosa.-gritó Jisung haciendo un baile feliz con las mejillas llenas.
—¿No encontraste a Jeongin?.-preguntó Changbin.
—Bueno él...ya viene, está con Hyunjin.
—Oh.-dijeron en conjunto.
—Bueno, ten este pedazo que hice solo para ti.-dijo Felix sirviéndole a su mayor.
—¿Solo para mi?.
—Claro hyung, la hice sin aceitunas, yo sé que tu las odias a si que fue hecha con amor del grandísimo chef Felix para ti.
Por primera vez Chan estaba riendo con ganas, Felix siempre lograba hacerlo feliz de alguna manera.
