11

3.3K 320 32
                                    


Luego de haberse torturado pensando la mitad de la noche en cómo afrontaría a Hyunjin después de lo ocurrido ya hace días, decidió planear una cita en aquel parque nuevo que habían abierto semanas antes, sería perfecto, tendrían el día libre, el clima estaría soleado pero fresco, nada podía impedir que fuera maravilloso, o al menos eso esperaba, con un último suspiro de nerviosismo terminó cayendo dormido.

—Innie...despierta pequeño.

El aliento húmedo chocó contra una de sus mejillas mientras sentía el peso de alguien recostado a su lado, esa voz, esa dulce voz le indicó que era él.

—Hyunjin hyung.-ronroneó moviendose y estirando cada parte de su cuerpo mientras lentamente despertaba.

—¿Cómo haz dormido?, ¿te sientes mejor?, ¿te traigo algo para el dolor?, ¿tienes hambre?.

—Estoy algo cansado, me dormí demasiado tarde.

oh, claro, debía decirle su propuesta, no desperdició sueño para nada.

—Me preguntaba si...le gustaría ir al parque que abrieron, queda solo a unas cuadras, pero solo si quiere.

El mayor sonrío con los ojos y asintió, pero antes de que Yang se levantara, posó una mano en su frente para comprobar que no siguiera enfermo.

—Bueno al parecer si estas mejor.

Jeongin sonrío, haciéndose a un lado para pararse e ir a la ducha.

Hyunjin se levantó luego y se dirigió a la cocina, Chan había ido al estudio con Jisung y Changbin porque aunque fuera día libre ellos aprovechaban para componer, mientras que los demás decidieron ir al gimnasio y por lo tanto debía cuidar a Jeongin, la noche anterior se había comprometido con Chan.

Bang le había dado todos y cada uno de los detalles de como debía hacerlo, que cosas le gustaban y que cosas no, pero lo más importante, asegurarse de que Jeongin comiera.

A si que mientras el menor se duchaba, él preparaba desayuno para ambos, lo dejó en la mesa y esperó a que Jeongin llegara.

Mientras esperaba sacó su teléfono del apretado pantalón negro que ajustaba sus muslos revisando los mensajes de Chan, que solo eran preguntando si estaba todo bien, cuando escuchó la madera sonar lentamente, haciendo ver a un precioso Jeongin. Llevaba el pelo ondulado y una jardinera que hacía verlo más pequeño de lo normal.

—¿Me veo mal Hyung?.

Hyujin sacudió su cabeza tantas veces que llegó a marearse, por qué preguntaba eso, cuando literalmente parecía un angel caído del cielo.

—Te ves...perfecto.

El menor sintió su cara ardiendo y su estómago apretarse, sonrío y se sentó frente a su mayor para desayunar.

El desayuno transcurría silencioso, Hyunjin no sacaba sus ojos de encima ya que le asustaba el hecho de que su pequeño no comiera.

—Hyung, no quiero más, estoy satisfecho, graci-..

—No haz comido nada Innie, al menos la mitad, ¡vamos!.

—Pero en serio no quiero más hyung.

—Escúchame pequeño, si no comes al menos la mitad no iremos a ningún lado.

claro que permitió que nada arruinara su día, no podía ser él quien lo hiciera.

Respiró y reunió toda su fuerza de voluntad para hacerlo, después de todo se sentía más energético, se sentía bien.

—Gracias Jeonginnie.

Ambos sonrieron como bobos disfrutando del silencio, que por cierto, fue muy corto ya que el menor estaba tan emocionado por la cita que no desperdició ni un segundo.

Tomó a Hwang del brazo y salieron
como si el sol hubiese estado esperando por ellos, tanto como ellos esperaron por tenerse al otro.

ese sería su día, solo para ellos, porque jeongin quería ser suyo ese y miles de días más.

уσυяѕ♡; Hyunin ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora