—¿Que hiciste qué?.-el menor colocó ambas manos sobre su boca sorprendido por lo que acababa de escuchar.
—Ay Jeongin, ¡lo besé!, finalmente lo hice.
Sin poder procesarlo se sienta en la cama palmeando a su costado para que el otro lo imitara.
—Bueno, creo que tienes mucho que contarme.
Mientras Felix le contaba emocionado cada detalle, Hyunjin seguía en el sofá esperando por su pequeño, ya habían pasado algunos minutos por lo que decidió ir a buscarlo.
—Entonces le dije que si mi novio me invitaba a alguna parte ese día no saldría con Yunho Hyung.
—¡Le dijiste novio! Jeongin...quién diría que tras esa cara adorable se escondería alguien tan atrevido.
Estaba mal escuchar esa conversación desde la puerta? le traía un deja vu, quizo irse pero la curiosidad le ganaba.
—Es que...en serio lo amo, sabes, ha sido complicado para él todo esto de estar conmigo, quizás lo hizo de la peor forma, dañando a gente en el camino, pero en serio se esfuerza por remediarlo, es un buen chico y no quiero perderlo por nada.
—Dios Jeongin para o te haré una escena de llanto aquí mismo, me alegra que seas feliz Innie, ahora que sabes que Chan cambió sus sentimientos espero puedas estar más tranquilo.
Hwang sonrió tras la madera que lo separaba, una calidez invadió su corazón cuando el chico que amaba giró la manilla chocando en su pecho.
—H-hyung...¿Por qué estás aqu-.dijo cuando sus dientes chocaron el hombro del mayor quién lo fundía en un fuerte abrazo.
Ambos desde ese acontecimiento sabían aue iban a estar bien.
—
Al parecer todo iba excelente, Hyunjin y Chan habían hablado las cosas y terminaron pidiéndose perdón por errores que ambos cometieron sin saberlo, y por otro lado su relación con Jeongin cada día se hacía más fuerte.
Precisamente ese día se encontraban en un restaurante reservado anteriormente, vestían de traje y corbata mientras sus zapatos brillaban con el mínimo foco qué recibían,
—Hyung, no era necesario venir a este lugar.-dijo el menor mientras leía la costosa carta del menú.
—Bueno, hoy es un día que quiero que recuerdes por siempre, deberíamos comer buena comida ¿no crees?.-dijo suavemente mientras pasaba con delicadeza su mano sobre el mentón del peliazul.
Jeongin lo pensó por unos minutos escuchando las olas del mar fuera del lujoso lugar.
—Tengo un mejor platillo para ti, pero debes seguirme primero.-sonrío con malicia.
—Innie, ¿a qué te refieres?.
El menor sin pensarlo dos veces tomó la mano del pelinegro arrastrándolo hacia la salida, dejando ver aquel hermoso mar que brillaba con el reflejo de las estrellas.
—Bueno.-dijo el menor mientras se desvestía.-¿Me acompañarás a dónde vaya verdad?.
Quedando solo en ropa interior se sumergió hasta la mitad invitando a que el mayor lo siguiera.
—Dios.-suspiró.-Este niño me sacará canas.-dijo para luego meterse junto a él.
Ya sumergidos el menor se acercó podando sus brazos por detrás del cuello de su Hyung, podían sentir sus respiraciones mezclarse exquisitamente.
—Entonces...¿Quiere probar el platillo Hyung?.
—Muero por probar esta buena comida.-sonrío rompiendo la distancia.
Nada más importaba en ese momento, ni siquiera el frío de la noche o el viento que resoplaba afuera, todo el mundo desapareció para entonces.
—Jeongin.-dijo Hwang al separarse por la falta de aire.
El recién nombrado posó su frente a la contraría haciéndole saber que estaría escuchando.
—Mi vida, siempre he tenido el miedo de fallar, de estar solo, y de herir a los que amo, pasé años equivocándome hasta ahora, incluso cuando supe que quería tenerte conmigo cometí grandes daños, pero esto que te diré, prometo que será lo único en mi vida de lo que no sentiré culpa, porque será la mejor decisión que pude haber tomado.
Jeongin ahora con algo de temor esperaba ansioso lo que quería decirle, podía sentir como sus latidos iban a mil por hora.
—Bebé, ¿quieres compartir tu vida junto a mi?.-soltó por fin.-¿Quieres ser mi novio?.
El menor no pudo ocultar la gran sonrisa y las escasas lagrimas que aparecieron ante esas palabras respondiendo con un pequeño beso dejando más que claro su respuesta.
—Soy tuyo Hyung, siempre lo fuí.
Hyunjin a punto de llorar lo abrazó mientras las olas del mar lo rodeaban.
—Mi Innie, mi precioso Innie.-susurró en su oído.
Y tal como su ahora novio le había prometido, jamás olvidaría ese día. hasta el día de su muerte, ya que ambos corazones habían encontrado su lugar finalmente.
FIN.
