Capitulo 18

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Después de unos segundos de impacto, Loki miró a Sky desconcertado. Se había disculpado... mas o menos, pensó Sky. Mantuvo una expresión perpleja mientras ordenaba sus ideas intentando descubrir si todo eso no había sido obra de su imaginación que rogaba que Loki fuera más que el Dios de las Mentiras. Decidió ignorar su disculpa telepática hasta no estar segura de que fuera real, no podía seguir emocionándose y decepcionándose de la vida como si no hubiera sufrido suficiente antes.

—¿Te lo dijo Frigga?
—Mas o menos —contestó Loki aproximándose a ella—. Vino mientras tú estabas fuera, así que me dijo una parte.
—Ya veo —asintió Sky haciéndole un espacio para que se sentará con él. No había problema si era amabilidad por compromiso, ¿verdad?
—Entonces supongo que te veré mañana —Loki tenía las manos entrelazadas mientras se recargaba en las rodillas, buscando algún indicio que le permitiera acercarse más a ella.
—Eso creo, ¿cómo te dejarán salir de aquí?
—Mi madre arregló un acuerdo con Thor mientras Odín no está. Un grupo de guardias custodia la salida, las ventanas y el pasillo. Además, Thor quedó que me vigilaría. —la molestia de Loki se vio reflejada en el apretón de manos que se dio a si mismo, dando a entender que le disgustaba que su hermano fuera su niñera.
—Como no, el Dios de el trueno —dijo Sky con ironía tratando de hacerlo sentir mejor.
Un experimento exitoso, los labios del dios se curvaron hacia arriba, y después mostró sus relucientes dientes, blancos como perlas. Justo esa era la expresión que desarmaba por completo las defensas de Sky, toda su molestia, angustia e ira podía ser borrada con una maldita sonrisa. "Idiota" se insultó ella tratando de borrar esa sensación y aterrizar los pies en la tierra. El silencio se hizo presente en la celda, cargado de sentimientos y palabras que ninguno quería o no podían expresar, miraban a todos lados menos a ellos mismos, apenados uno del otro por los acontecimientos pasados.
—Yo... creo que te dejaré descansar —Loki se puso de pie alargando la distancia que los separaba.
—De acuerdo —ella se levantó tras él.
—Descansa, Sky —dijo Loki dedicándole una nueva sonrisa a medias.
—Descansa... Loki —contestó ella mirando como la ilusión se rompía y Loki desaparecía dejando una estela de luz dorada al irse.

¸.*☆*.¸

—Mini Stark —alguien la sacudió del hombro ligeramente.
Sky gruñó molesta.
—Despierta —la agitaron esta vez con más fuerza.
—¿Quéééé? —dijo arrastrando la e, en forma de queja.
—Traje el desayuno —la voz de Thor se hizo reconocible y por fin ella abrió los ojos. Thor se encontró sentado al lado de ella mientras la había mirado dormir un rato. Se veía tan pequeña y tierna, quién pensaría que en realidad tenía un carácter más rudo y fuerte.
—Mmm —Sky se levantó con pesadez analizando el apodo que le había puesto Thor— si vuelves a llamarme Mini Stark, te diré Beach Boy de por vida —gruño.
—Creo que tomaré el riesgo.
Thor le acercó la bandeja de comida para que desayunara.
—Ahora come, debes tener energía para entrenar. Y te llevaré a que te hagan medidas. No puedes traer la misma ropa tantos días, para que te des un relajante baño antes de comenzar el día te llevaré a las aguas termales de Asgard —Thor se sentó en la silla del escritorio que Frigga había enviado para que pudiera estudiar los libros que le había dado. Analizó las portadas de los que estaban cerca. "Energía y magia", "El subconsciente". Thor tomó el libre del subconsciente y le dio vueltas entre sus manos mientras Sky comía plácidamente.
—¿Quién te enseñó a leer Asgardiano? —preguntó verdaderamente extrañado.
—Bueno —ella se limpió con una servilleta mientras terminaba de masticar—. En realidad, su escritura es el rúnico —sentenció luego de pasar su comida—. Fue sencillo aprenderlo, Tony me enseñó muchas cosas los dos años que estuve con él y aprendí a leerlo. Es un poco diferente pero solo tuve que atar algunos cabos para aprenderlo.
Thor la miró con el ceño fruncido. No cabía duda de que podría no ser la hija biológica de Stark, pero mentalmente sí que lo era.
—Vaya... ¿Terminaste? —señaló el plato que contenía apenas unas migas. Apenada Sky asintió— Bien, ¿nos vamos? —se levantó y le ofreció la mano. Sky se sacudió un poco su camisa blanca que ya estaba bastante arrugada por haber dormido con ella dos días seguidos y se acomodó su falda.
—Síp —le tomó la mano sin preocupación.
Thor la guío por el laberintico castillo en el que vivía mientras Sky seguía disfrutando la cálida brisa que le acariciaba el rostro cada que caminaban por los pasillos. La capa de Thor ondeaba con la brisa dándole un toque de estrella de cine en la mente de ella. La primera actividad del día fue llevarla con el sastre real que había diseñado los trajes de Loki y Thor, diseñados para la guerra y ambientes más hostiles que Asgard.
—No estoy segura —arrugó el ceño Sky mientras el sastre Lutheim le tomaba las medidas de los hombros.
—Vamos, será divertido —Thor se encontraba cruzado de brazos a escasos metros de ella mientras la miraba divertido. Había planeado que Lutheim le hiciera un traje a Sky diseñado para pelear, un traje que pudiera usar siempre que quisiera.
—¿No crees que me mirarán raro? —Sky se rascó el cuello insegura.
—Un poco quizá —se burló Thor. Sky lo fulminó con la mirada.
—No se preocupe, señorita Stark —le sonrió Lutheim tomando una ultima medida— mientras lo fabrico puede usar este.
Se encaminó hasta un enorme armario de madera donde guardaba algunos de sus diseños que no se atrevía a darle a miembros de la realeza y saco un extrañó vestido. Muy elaborado y complicado, un bordaje de color rosa intenso, la parte de arriba blanca con un escote ligero y de cuello alto. Tenía los hombros descubiertos y las mangas eran holgadas hasta el resorte que las ceñía a sus muñecas, en vez de falda parecía poseer un short negro hasta la cintura y el largo le llegaba a Sky a mitad de las piernas mientras que una falda de vestido adornaba desde la cintura hasta el suelo. Definitivamente era un vestido que ella hubiera usado en su graduación su alguna vez hubiera tenido una.
Lutheim le brindó unas zapatillas a juego y Sky agradeció que no fueran unos tacones altos como los que a ella se le había ocurrido llevar, los pies ya le rogaban que caminará descalza si podía.
—Wow —Thor sonrió poniéndose nervioso cuando la vio salir del vestidor—. Te... te queda increíble —intentó parecer despreocupado y natural, pero al intentar recargarse en la mesa terminó rompiendo un bello florero. Sky sonrió burlesca ante la torpeza el propio príncipe de Asgard.
—Pero si no te importa, preferiría darme una ducha antes de salir por ahí con este vestido —Sky regresó al vestidor para ponerse su ropa vieja mientras sentía las mejillas encendidas.
Saliendo de la enorme oficina de trabajo de Lutheim, Thor encaminó a Sky por uno de los tantos patios de entramiento, cruzándolo sin la menor preocupación de que les pudieran clavar una espada en medio del trascurso, inquieta ella miraba en todas direcciones con las esperanza de parar cualquier accidente que pudiera ocurrirles. Thor se burló de ella diciendo que estaba exagerando. Cuando llegaron al final del patio se encontraron frente a otro pasillo largo que terminaba en una puerta más pequeña que las que había visto alrededor del palacio.
—Allá encontrarás las aguas de las que te hablé. —le señaló el final del pasillo— Yo iré a preparar a los guardias que cuidarán de ti mientras entrenas con mi hermano. Pero tienes que prometerme que tendrás sumo cuidado con Loki —la tomó de los hombros para que lo mirará fijamente.
Sky volteó hacia arriba para verlo a los ojos.
—Sí, no... no entiendo por qué preocuparse tanto. Ya lo he mantenido a raya antes —dijo suevamente soltándose de su agarre.
—Lo sé, pero él... —Thor se quedó sin palabras al tenerla tan cerca—. Solo no te dejes engañar, Sky. Loki podrá ser mi hermano, pero está un poco chiflado —sentenció y se dio la vuelta para dejarla sola. Sky miró como Thor cruzaba todo el lugar en dirección hasta donde habían venido sin mirar atrás por un segundo. ¿Qué le había picado para comportarse así con ella? Se preguntó mientras caminaba a darse el baño que necesitaba con el vestido en mano.

El baño le dio renovadas fuerzas a Sky para continuar con su entrenamiento, y específicamente para lidiar con Loki. Probablemente entre esas dos cosas ella le tenía más miedo al tema de Loki. Conociendo ligeramente el camino de vuelta cruzó el patio de regreso atrayendo algunas miradas curiosas y expectantes de los soldados que se encontraban entrenando. Hogun miró en dirección hacia donde sus distraídos subordinados estaban viendo para encontrarse con las largas piernas de Sky y su cabello aun húmedo que goteaba mientras atravesaba el lugar. Sky miró hacia el piso consciente de que estaba atrayendo las miradas y se apenó al instante, comenzó a avanzar un poco más rápido, pero se dijo a sí misma que no podía ser toda la vida así de tímida con todo el mundo. Con un enorme suspiro tomó valor de quien sabe dónde y alzó el rostro, la mirada seria e impasible mientras terminaba de cruzar el patio.

—A sus actividades —el grito de Hogun sobresaltó a todos los soldados haciéndole caso inmediatamente. Sky suspiró aliviada y agradeciéndole internamente haberla salvado de ese calvario.

Fuera del salón de entramiento dos guardias estaban apostados a cada lado de la puerta y otros cuatro frente a ellos. Sky miró hacia atrás consciente de la cantidad de guardias que acechaban la puerta y supuso que Loki ya debía estar dentro del salón. Alzó las cejas incomoda por la situación y se dispuso a entrar, sin embargo, los guardias de la puerta la detuvieron.
—Tiene que saber que si llega a necesitar ayuda solo tiene que avisarnos y nosotros entraremos en la habitación. De lo contrario permaneceremos aquí afuera esperando a que termine su sesión para llevarnos al prisionero. —dicho esto el guardia 1 y 2 apartaron sus lanzas doradas para que Sky abriera la puerta. Ella entro sin decir nada esperando encontrarse a Loki en medio del salón, pero en cambio la recibió el lugar desierto.
—¿Loki? —susurró ella intrigada.
—Ah, aquí estás. —la voz de Loki resonó por todo el salón.
—¿Dónde estás? —preguntó ella mientras baja los escalones hacia el centro.
—En la habitación, por supuesto —su tono le indicó a Sky que se estaba burlando de ella.
—Sal, quiero entrenar de verdad —irritada comenzó a mirar en todas direcciones.
—Ah, vamos, Sky. ¿no tienes un poquito de sentido del humor? —su risa resonó como un eco distante. Irritada la joven se sentó en el suelo a esperar a que entrará. No pensaba contestar ni mover un solo músculo hasta que Loki se mostrará ante ella para poder iniciar su "clase" número 2.
—Bien —la sala comenzó a desmaterializarse con el mismo destello que las ilusiones de Loki y entonces Sky comprendió que la que no estaba en la verdadera habitación había sido ella, por eso lo escuchaba en todos lados y al mismo tiempo en ningún lugar. Loki apareció frente a ella con una sonrisa y los brazos extendidos.
Los aplausos sarcásticos de Sky no se hicieron esperar.
—No estuvo mal —dijo levantándose del suelo y caminando hacia él. Loki abrió la boca al verla con una vestimenta asgardiana tan diferente a lo que estaba acostumbrado en ella.
—¿Por qué el disfraz? —señaló la ropa.
—Thor pensó que no podía estar con la misma ropa toda mi estadía aquí...
—Te llevó con Lutheim, ¿no? —tanteó.
—Ujum —dijo asintiendo mientras extendía la incompleta falda de su vestido—. ¿Tan mal está?
—Nooo, no, no —se apresuró a decir nervioso—. Es... diferente, como tú —le sonrió mientras se acomodaba el cabello hacia atrás.
—Gracias... —dijo ella casi como pregunta mientras arrugaba la frente.
—Por qué mejor no... comenzamos —Loki se dirigió hacia ella—. Mi madre dijo que primero debes aprender a controlar tus poderes. Eso es el primer paso de tu fortaleza mental que vas a construir contra lo quesea que se aloja ahí adentro —su voz se fue haciendo un poquito distante mientras cruzaba la habitación hasta el extremo donde se encontraba el espejo.
—¿Y qué es lo primero? —Sky se dio la vuelta hacia él y lo que se encontró fue un cuchillo yendo directo hacia su rostro, con un movimiento de mano rápido cambió la trayectoria de la daga escuchando como se incrustaba en la puerta de madera—¿¡ACASO QUIERES MATARME?!
—Quería probar tus reflejos —sonrió y materializó otra daga—. La señal de que tu fortaleza y el dominio de tus poderes está lista, será el día en el que puedas pararlo sin necesidad de usar la distracción de tus manos.
Otro cuchillo fue arrojado hacia ella, esta vez hacia el estómago, deteniéndose en una pared invisible. Un campo que Sky había creado para que no la hiriera. Trago saliva exaltada. Tal vez que Loki fuera quién la entrenara no había sido su mejor decisión. 

The Avengers, la hija de Stark I (Loki y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora