Abrí lentamente los ojos cuando supe que era hora de marcharme antes que el resto de reyes despertara, recogí mi ropa esparcida en la recámara y comencé a vestirme rápidamente, ese era el trato de todos los días, el rey Peter me esperaba a altas horas de la noche y me iba a penas saliera el sol, yo sólo era la joven con quien se acostaba para saciar sus necesidades.-¿Sofía?
-Lo siento, lo siento, me quedé dormida, saldré inmediatamente majestad
Estaba dándole la espalda mientras ataba el corset de mi vestido con rapidez y agilidad.
-No te preocupes, deberías dejar de llamarme así, anoche era otro nombre
Una sonrisa escapó de mis labios pues anoche no lo llamé majestad, anoche era solamente Peter.
-No es correcto, usted es el rey, yo soy una plebeya
Coloqué mis zapatos y caminé hacia la puerta, estaba lista para irme igual que todas las mañanas. Giré mi vista hacia él, estaba recargado sobre sus brazos viéndome fijamente, el sol pegaba en su rostro haciendo brillar su cabello, sus ojos azules también resaltaron, haciendo saltar a mi corazón, le di una corta sonrisa y salí de la habitación, recorrí el pasillo con prisa mientras repartía sonrisas a quien se cruzaba en mi camino, todos sabían lo que yo hacía pero ninguno era grosero conmigo, excepto una persona.
-¿Todavía no te vas?
-Estaba por irme, lo lamento reina Susan
-Apúrate, debería darte vergüenza pasearte por los pasillos
Bajé la mirada y mordí mi labio con fuerza para que las lágrimas no salieran, claro que me daba vergüenza ser lo que soy, pero necesitaba el trabajo y el rey Peter me pagaba generosamente.
-Lo lamento
-¿No sabes decir otra cosa? Desaparece de mi vista
-¡Susan!
La voz de la reina Lucy inundó el pasillo, en ese momento quería que la tierra se abriera y me jalara hacia ella para desaparecer, no sólo vería a una reina, vería a las dos al mismo tiempo. Hice una reverencia hacia la reina y dejé que el cabello tapara mi rostro.
-Buen día reina Lucy
-Buen día Sofia.- vi su vestido avanzar hasta la reina Susan y detenerse-. Déjala en paz por favor Susan, no tienes que ser hiriente
-Como sea, la quiero fuera de aquí
Hice una corta reverencia cuando la vi retirarse y solté el aire de mis pulmones, las lágrimas seguían acumuladas en mis ojos, luchando por no salir y delatarme.
-Disculpala, ella no es así
-No se preocupe Reina Lucy, yo entiendo
-Te acompaño
Retomé mi camino después de ver el vestido de la reina frente a mí y una lágrima traicionera escapó, la limpié rápidamente y baje la mano justo cuando llegamos a la entrada.
-Me temo que debo despedirme Sofia, una vez más lamento el mal rato que te hizo pasar mi hermana, no debería desquitarse contigo
-No se preocupe reina Lucy, entiendo perfectamente, gracias por acompañarme, ha sido un honor
Hago una última reverencia y salgo del castillo, camino rápido hacia mi caballo y lo desato del árbol donde anoche lo dejé, sé que el rey Peter está viéndome desde lejos, nadie me atravesaba con la mirada como él lo hace. Giré la cabeza hacia su dirección, él estaba recargado en su balcón viéndome fijamente, ya se había vestido y tenía una sonrisa en el rostro, volví mi vista hacia el caballo y subí con agilidad, tomé las riendas guiándonos hacia casa.
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Peter Y Edmund Pevensie One-shots
FanfictionMini historias con Edmund y Peter Pevensie Todos los personajes pertenecen a C.S. Lewis excepto los personajes creados por mí, mismos que no aparecen en los libros y películas. Pedidos abiertos en comentarios o por inbox 📥 Inicio: abril 2021 Luga...