Peter Pevensie 3/3

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Ambos jóvenes tomaron la delantera, las tropas de Aslan no podrían alcanzarlos antes de que llegaran al campamento y una vez dentro, el León no se arriesgaría a perder tropas.

-¡Mamá!

La bruja blanca se acercaba hacia ambos jóvenes que aún intentaban recuperar el aliento luego de tanto tiempo corriendo.

-Rosella.- los ojos de la bruja brillaban de emoción-. ¿Es el hermano de Edmund?

-Soy Peter Pevensie, su majestad

El rubio hizo una reverencia a la mujer frente a él, demostrando el respeto que sentía por ells, respeto que el gran León había perdido.

-¿Peter?

-Edmund

Ambos hermanos se unieron en un abrazo mientras las mujeres compartían miradas, habían logrado su cometido, los hermanos más fuertes estaban de su lado, ahora ya nada ni nadie sería una amenaza al trono.

-¿Estás bien?

-Excelente, no puedo imaginar lo que sentiste al estar con ese León

-Creí que en cualquier momento nos comería

-¿Y mis hermanas?

-No quisieron escuchar, confían en ese falso rey

El pelinegro bajó la cabeza con una mueca en el rostro, él sabía que la inocencia de sus hermanas sería su perdición algún día, pero nunca imaginó que ese día llegaría tan pronto.

-Entonces ¿Pelearemos contra ellas?

La mirada de ambos Pevensie se dirigió hacia Rosella y la bruja blanca, que seguían ahí paradas escuchando la conversación de ambos hermanos.

-No queremos obligarlos a pelear contra ellas.- la joven avanzó hasta ellos-. Después de todo son familia, lo único que les pediré es que luchen por lo que creen correcto

Rosella tomó la mano de Peter y el hombro de Edmund, dejando un ligero apretón en ellos, en sus ojos se acumulaban falsas lágrimas que amenazaban con escapar y bajar libremente por sus mejillas. El mayor de los Pevensie llevó su mano libre a la mejilla izquierda de la joven y la dejó reposar ahí, le dolía en el corazón verla de aquel modo.

-Te dije que lo haría, pelearé y cuando mis hermanas se den cuenta de la verdad, todos viviremos felices

Edmund asintió repetidas veces con la cabeza, colocando una mano sobre la de Rosella, que aún descansaba en su hombro.

-Tú nos salvaste, ahora nosotros te salvaremos

Rosella iba a responder cuando uno de los cuervos de su madre se posó sobre el hombro de Jadis.

-Mi señora, ya vienen las tropas de Aslan

-Avisa a todo el campamento.- la bruja se giró hacia los tres jóvenes-. Alistense, la guerra está aquí

Los tres jóvenes dieron una corta afirmación y Rosella los condujo hasta sus tiendas.

-Edmund, tu armadura está en el baúl al lado de tu cama, cuando la tengas puesta ven conmigo, la ajustaré para que no se caiga ninguna parte

El pelinegro corrió a su tienda dejando a su hermano mayor junto a Rosella.

-No quiero que vayas

-Peter, es mi pueblo, Aslan nos arrebató tanto, no puedo quedarme aquí.- lo jaló hasta su tienda y entraron juntos-. Además, así podré cuidarte en la batalla

-Prefiero cuidarte yo a ti

-Si te prometo que no nos separaremos ¿te quedarás tranquilo?

-Bien, pero siempre debes ir atrás mío, no te expongas innecesariamente

Peter Y Edmund Pevensie One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora