C-FIVE

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✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

Félix no durmió toda la noche, no podía, por más que quiso ya que sabía sería la única forma de contactarse con Minho, pero simplemente no podía acostarse y cerrar sus ojos mientras tenía un torbellino en su cabeza. Cada pensamiento que tenía lo estaba consumiendo, cada imagen de la gente de Karnak siendo eliminada o pequeños Karnianos siendo capturados por los Parkos, malditos lagartos. Los detestaba con todo su ser, pero más a la persona que estaba detrás de todo, porque sabía que había alguien detrás de todo esto. Los Parkos habían querido invadir Karnak en muchas otras ocasiones y nunca habían llegado a tal extremo.

Apretó su mano en un puño y rechinó sus dientes. Se sentía tan inútil, no poder hacer nada por su gente ¿Qué clase de futuro gobernante era? Resopló y cerró sus ojos deseando que Minho pudiera comunicarse con él, pero eso nunca pasó.

Se encontraba ahora mismo en el cobertizo, no había salido de ahí desde que recibió el mensaje de Minho y tampoco pensaba hacerlo, Changbin le había dado su espacio y no se acercó ni siquiera para avisarle que la cena estaba lista. Para ser honestos, el humano parecía estar molesto con toda la situación.

Hizo a un costado todos sus pensamientos para que luego apareciera el humano en su mente. Changbin sirviéndole el desayuno, Changbin sonriéndole, Changbin haciéndole preguntas, Changbin sirviéndole el almuerzo, Changbin contándole historias, Changbin prestándole sus prendas... No sabía cómo, pero de pronto estaba comenzando a sentir ese calorcito en el vientre una vez más y bufó fastidiado.

Sí, Changbin era un humano muy atractivo, pero no podía pensar en él como algo más, eso iba contra las normas de su planeta, contra su naturaleza. Por mucho que fuera un humano amable, divertido, curioso e inteligente...

De pronto ya no sintió el calorcito solo en su vientre, sino también cerca de su entrepierna. El tan solo pensamiento del humano le estaba causando sensaciones extrañas en todo su cuerpo que nunca antes había experimentado y se sentía bien. Se sentía muy bien.

Entonces recordó una imagen que tenía impregnada en su mente desde que aterrizó al planeta tierra y era cuando vio a Changbin fuera del cuarto de baño, su cuerpo húmedo por el agua y algunas gotas cayendo de su cabello, la toalla alrededor de su cintura, su cuerpo perfecto de músculos.

Tenía los ojos cerrados y lentamente llevó una mano a su entrepierna, de pronto ya no se sentía bien, ahora dolía y pensaba que en cualquier momento algo estallaría dentro de él.

Su rostro se encogió al sentir una pronunciada erección. Estaba duro y el simple tacto lo estremecía pensó en Changbin en cómo le sonreía cuando salieron y le mostraba la ropa que se probaba, cómo jugueteaba con su lengua cuando mojaba sus labios.

Gimió.

Empezó a mover lentamente su mano a lo largo de su erección. Le gustaba la sensación que recorría en su cuerpo, apretó con fuerza y el ritmo de su muñeca se incrementó.

No recordaba alguna vez haber hecho algo parecido cuando estaba en Karnak, tampoco sentía las mismas sensaciones que sentía al ver a Changbin que al ver a una hembra de su planeta o a un macho. Con el humano todo era distinto y su cuerpo respondía de una manera completamente nueva.

Soltó otro gemido y lanzó su cabeza hacia atrás. Su mente estaba invadida por Changbin, no podía dejar de pensar en el humano y mucho menos en ese momento. Su globo ocular se tornó completamente negro y los escasos vellos de su piel se erizaron.

El ritmo de su muñeca aumentó haciendo que gimiera una vez más. Se imaginó cómo sería si el humano fuera el que le estuviera haciendo eso en vez de él mismo, cómo sería sentir su tacto en esa parte sensible ahora mismo...

ALÍENS || [changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora