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-Escucha con atención, ellos están arreglado todo en el auto, llevan al rededor de veinte armas y diez bombas de humo, debemos tratar de que las ocupen todas en el primer intento así que manda a policías por todas las calles de aquel trayecto, cuando se les acaben las bombas de humo ya no tendrán como camuflarse de los demás y será más fácil atraparlos.
-Está bien agente Han.
- Escucha bien Jimin, está es nuestra única oportunidad, no podemos desperdiciarla.
- Hecho, tu ve tranquilo.

La llamada se había terminado y Jisung bajó a la primera planta de la casa, sentía algo de remordimiento pero ya todo estaba hecho y planeado, no podía volver el tiempo atrás.

— Han, cuando llegaste tenía mis dudas sobre ti, pero ahora puedo asegurar que no eres malo —Habló Chan cuando lo vio en el comedor.

— Gracias — Intentó sonreír.

"Soy un hipócrita".

— Has lo mejor que puedas hoy, si no te sientes listo para disparar no lo hagas, no te conviertas en uno de nosotros — Chan le dio un suave golpe en el hombro y le entregó una pistola — Es tú decisión.

— Se lo que voy a hacer, no te preocupes.

— El día está bastante soleado — Dijo Hyunjin mientras tomaba un poco de agua

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— El día está bastante soleado — Dijo Hyunjin mientras tomaba un poco de agua.

Jisung iba pensando todo el camino, realmente no los quería encarcelar, estaba a nada de llorar por el estrés y la ansiedad, miró a Minho, no quería separarse de él ni de los chicos, él no los iba a poner en peligro y en ese entonces mandó a la mierda su ética y moral.

—¿Y si mejor tomamos la ruta larga?, Puede ser más segura — Comentó un tanto desesperado cuando vio donde iban, no faltaban más de diez minutos para la emboscada si seguían a este paso.

— Sería una pérdida de tiempo, además ya vamos a llegar, retroceder sería estúpido — Dijo Felix que estaba de conductor.

— Aún así es preferible ir seguros, den la vuelta — Jisung volvió a repetir.

— Tranquilo Jisung, no pasará nada — Esta vez habló Jeongin.

— Ardillita todo estará bien ¿si? — Minho lo acomodó en el asiento pero Jisung no podía estar tranquilo, el corazón le latía cada vez más fuerte y las náuseas se hacían presentes, no quería hacerlo, quería protegerlos pero no podía, no cuando se dio cuanta de que estaban tan cerca, ya no les iba a servir escapar.

— Minho — Jisung le habló — Diles que regresemos.

Tal vez y sólo tal vez había una oportunidad de que no los atraparan.

—¿Porque?, Tu nos dijiste que aquí no monitoreaban a esta hora y todo se ve tranquilo, no te preocupes — Minho le dio un beso, uno que Jisung atesoro pues sabía que ese sería el último y dolía, jodidamente dolía.

Casualidad // (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora