Taeyong es un pequeño niño de 18 años inocente y puro, rodeado de felicidad, pero eso cambia cuando conoce a su daddy "Jaehyun", un apuesto mafioso buscado por la policia de 22 años que se interesó en Taeyong y lo secuestro, ¿por deseo?.
𔘓•No está...
Taeyong volvió a despertar en su habitación antigua, en la que sólo había una gran cama junto a dos mesas de noche, una lámpara, libros en el piso, y él armario que contenía mayormente prendas de mujer.
Habían llegado a "casa", si así se le podía llamar a ése lugar.
Taeyong estaba vestido con un abrigo inmenso que Jaehyun seguramente se lo había puesto, de sólo recordar lo que pasó en él avión le daban ganas de gritar, maldiciendo todo a su pasó.
Quería tomar aire fresco, así que abrió la ventana, la cuál tenía barras de metal que no le permitían asomar la cabeza.
Se escondió un momento cuando vio a Lucas entrar a un auto cuidando de no ser descubierto y se marchó.
Tae:–¿A dónde va tan tarde?–.
Jae:–¿Te importa tanto?–.
Taeyong se callo de trasero luego de escuchar la voz de Jaehyun desde las sombras, estaba sentado con un vaso de vidrio en la mano, tomando algo que seguramente no era jugó de manzana.
Tae:–¿Y tú qué haces aquí?–.
Jae:–No me hables así, quieres un castigó? que te parece una semana haciendo la limpieza y cocinando?–.
Tae:–Yo lo haré, por lo menos no estaré encerrado en éste cuarto–.
Jae:–No lo decía literalmente bebé–.
Tae:–No me digas así–.
Jae:–¿Asi cómo?–.
Tae:–No te hagas en tonto, ya te lo había dicho en la mañana, no quiero ser tratado cómo bebé–.
Jae:–¿Por qué no te ves en el espejo luego me lo dices en los ojos?–.
Tae:–Tú me vestiste con ésto, parezco una papa rosa–.
Jae:–Eres una masa de fresa–.
Tae:–No quiero–.
Taeyong se levantó y corrió para atrapar a Jaehyun, quien empezó a correr, luego de que Taeyong se quitará una pantunfla de oso y lo empezará a corretear bajando las escaleras hasta llegar a la sala.
Taeyong piso el abrigo y callo contra la alfombra de felpa que estaba en la sala.
Jae:–Jjaajajajajajjaj–.
Taeyong escaló el sofá y subió sus piernas, ignoraría a Jaehyun durante un buen tiempo, cómo niño chiquito.
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Jaehyun se sentó en el sofá y cruzo la piernas, prendió el televisor y buscó algo que ver.
Para la mala suerte de Jaehyun sólo había programas de noticias y música cristiana, en Netflix buscaría algo.