08: ¿Por lo menos te gustó el beso verdad?

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El azabache no quería elevar su vista, no quería ver la cara decepción de su madre

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El azabache no quería elevar su vista, no quería ver la cara decepción de su madre. 

La única que siempre lo ayudo y siempre le brindo tantas cosas que él no sabría que hacer para pagarle lo mínimo que hace ella por el.

— ¿Mamá estás molesta conmigo? —preguntó pateando una de las pocas piedras que había en la vereda.

Ambos estaban caminando juntos hasta su casa.

Luego de que Yerin lo encontrará en la banca de la parada del bus solo se dedicó a caminar en silencio junto a su hijo. No quería tardar mucho porque había dejado a Yeonjun con su mejor amigo en la sala de la casa y seguro que harían un desastre entre los dos.

Pero sinceramente... Una puntada en el pecho si que se hizo de presencia al percartarse de quién se trata la persona con la que hablaba su hijo.

— ¿P-por qué no pudiste pensar en todos una única vez? ¿Por qué tuviste que cometer semejante error dañándonos a todos? ¿Por qué te tuviste que acostarte y enamorarte de mi padre...? 

Mi padre.

Ella tenía que ser madura... ¿No? Pero la verdadera cuestión es ¿Realmente era capaz de perdonar eso? ¿Esa esquerosa y casi insestuosa traición?

Sentía como la bilis subía de su estómago hasta la garganta queriendo vomitar.

Basta, lo tiene que superar.

— No hijo, no me podría enojar contigo por hablar con tu... hermano —contestó con un falso tono de tranquilidad.

Una vez que llegaron a su casa Yerin se quedó unos segundos mirando su casa mientras apretaba la perilla.

— ¿T-tu enserio me amas Taemin?

— Claro, todos los días. Todos los momentos —contestó el mayor con una sonrisa haciendo que ella asintieron embobada.

Y ella firmo su acta de matrimonio, haciendo que luego de eso, viniera todo su caos.

— Hijo no te sientas culpable porque quieras hablar con... él. —habló mirando a su hijo aún con la mirada perdida— El problema es entre él y yo, no tu y él. No tienes porque estar llorando por su persona. —soltó la perilla del portón y se giro acariciando la mejilla de su hijo la cual podía notar húmeda— Si lo extrañas ve a verlo, no me molesta.

Jungkook negó varias veces y abrazo a su mamá con fuerza escondiendo su rostro en el pecho de ella.

Y aunque le fuera muy incómodo por las gafas no se las quitaría primero muerto antes de que su mamá vea su hematomas en su ojo.

Acromatopsia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora