Es hermoso vivir en un mundo lleno de colores.
¿Verdad?
Levantarte y ver el amarillento resplandor de la luz del sol en tu cara, ver el verde en el césped y la copa de los arboles, las casas todas tintadas de muchos colores y hermosas tonalidades...
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— ¿Comida favorita?
— UH... Esa es difícil —exclamó el menor dudando, a su mente se le venían una infinidades de los supuestos platos que a él le cantaban— Digamos que ramen con cordero.
Taehyung asintió levemente conforme con la respuesta.
No sabe cómo es que llegó a convencer a Jungkook a quedarse con el un rato, ahí, en un puesto de comida callejera que tenía mesas justo frente al parque. Ambos pidieron algo dulce para comer mientras charlaban y bebían agua fresca que había en la mesa.
Taehyung se podía dar cuenta que aunque Jungkook estuviera molesto con el novio de su primo, hacía todo lo posible para hablar normalmente con el.
Le resulta tan llamativo y atractivo el menor, que aunque ahora quisiera concentrarse en como hacer que los del equipo de básquet paguen todo por lo que le han hecho, es imposible cuánto Jungkook le regala una de sus tímidas y avergonzadas sonrisa aconejadas.
— Ahora que lo pienso... —habló el menor llamando la atención de contrario que se encontraba escaneando lo fijamente— Mamá nunca me deja comer ramen.
Taehyung se atragantó con su saliva para luego dejar salir una sonora carcajada, que duró unos segundos que luego se estaba ahogando de nuevo.
— Hyung! —exclamó Jungkook alarmado a lo que le alcanzó un vaso de su bebida y palmeó su espalda unos segundos. Lo vió tomar una bocanada de aire y luego reír nuevamente— Eso le pasa por malo.
Taehyung lo miró y asintió dándole la razón, porque sabe que no hizo nada mas que reírse. Sus ojos se posaron en la linda y tímida sonrisa que tenia Jungkook en ese momento cosa que le provocó un extraño sentimiento en su interior.
Lindo.
No podía evitar ver el bello rostro del menor que para desgracia de él estaba cubierto de moratones.
Su sangre parecía hervir con solo pensarlo. No podía creer que esa prestigiosa escuela haya tipos como esos imbéciles.
— ¿Desde cuándo te molestan? —se atrevió a preguntar curioso por todo lo que rondaba al menor— Es enserio... ¿Cómo logras estar así... ?En paz, luego de todo lo que pasas.
Jungkook se sorprendió ante la pregunta y el comentario. Realmente no se lo hubiera esperado, no esperaba que el mayor quiera saber algo de él.
¿Debería decirle que es defectuoso para ahorrarle toda la decepción de entrada?
El azabache solo miró sus manos y apenas pudo notar como algunas de ellas tenían tonos más oscuros de grises.
Moretones.
Su madre lo iba a matar cuando sepa que no se defendió.
— Jungkook, sino me quieres decir está bien. —exclamó llamando la atención al menor que estaba sumido en sus pensamientos— Solo que quería saber que el trasfondo de todo.