Parte 18

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Toca el timbre tres veces, extrañaba eso y como siempre Lia hace el honor de recibirlo con la misma mirada de desprecio.

— ¿ Tu enserio ? — pregunta con una risa irónica — ¿ que quieres ?

— ¿ esa es manera de tratar a las visitas Lia ? — le responde Nicolás con un toque de gracia

— Después de dejar de ver a Lucia así como así te atreves a volver...

—Tendrá sus razones Lia — la abuela de Lucia se presenta al lado de ella mirando con la misma mirada amable a Nicolás — Puedes pasar, no sabes la falta que le haces a mi nieta, está en su cuarto

— muchas gracias, con permiso — dice con educación y entra mientras Lia rodea los ojos del fastidio.

Al llegar a la puerta de la habitación de su pequeña toca dos veces y no recibe respuesta, antes de tocar nuevamente escucha unos sollozos lo cuales le parten el corazón.

— Lucia — Los sollozos se detuvieron de repente - puedo pasar ?

— ¡¡¡ LARGATE POR FAVOR !!! — grita con la voz quebrada — no quiero que me veas

— Necesito hablarte, te trate mal y se que estás dolida, déjame explicarte

— Nicolás a mí me da igual, yo te sigo amando y te perdono, pero igual no quiero que me veas — continúa hablando del otro lado de la puerta

— no me iré hasta no tenerte frente a mi — responde oyendo los sollozos desenfrenados de ella

— No te preocupes, entra — la voz débil tras de él hace que se gire para ver a la abuela — Ella tiene vergüenza

— ¿ Vergüenza de que ?

— Solo entra —  es lo único que dijo y Nicolás miró el pomo de la puerta por unos segundos hasta que decidió abrirla

Buscó con la mirada a su ángel el cual no estaba, miró en el baño y tampoco, observó en todos los rincones y no la encontraba, así que solo le quedaba debajo de la cama.

— ¿ Lucia estás debajo de la cama ? — pregunta con una sonrisa por su comportamiento infantil — ¿ porque te escondes linda ?

— Es que no quiero que me veas, por favor vete Nicolás — dice con la voz aún quebrada del llanto

Nicolás se agacha y mira debajo de la cama y la ve, su cara estaba roja al igual que los ojos, sus pupilas dilatadas debido a las lágrimas, se veía tan tierna, pero a la vez le dolía verla así.

— Anda, sal de ahí — la toma de la mano y la ayuda a salir, ya parada frente a el lo único que hace es llorar y esquivar la mirada curiosa de Nicolás el cual se dió cuenta de porqué su actitud

Le pasó la mano por la cabeza y la acaricio suavemente para que mechones de cabello se comenzarán a caer por solo una caricia. Lucia al ver que su cabello se caía frente a el alejó su mano y corrió al baño para encerrarse y llorar.

— Seguro ya ni me vez bonita, lo más probable es que te deje de gustar y te vayas solo por esto y te entiendo, ¿ quien va a querer a alguien que se le cae el cabello ? — estaba sobre la tapa del inodoro abrazando sus piernas mientras derramaba lágrimas de solo pensar en aquellas posibilidades

— a mi — su voz sonaba sería, incluso Lucia pensaría que estaba enojado y en verdad lo estaba — Sale de ahí

La puerta del baño se abrió dejando ver a una Lucia totalmente triste, Nicolás estaba parado frente a ella con una mano recargada en el marco de la puerta. Se quedaron en silencio por segundos y el ambiente se sentía tenso e incómodo, Lucia solo dejaba caer las lágrimas bajo la mirada del pelinegro, la tomó del brazo y la llevo frente al espejo del baño.

— Mírate Lucia — es lo único que dijo y Lucia se miro — ¿ que ves ? — continúa hablando agarrándola de los hombros — Quiero que me describas lo que ves

—  una chica a la cual se le cae el cabello y quedará horrible para después perder a la persona que tanto ama, eso es lo que veo, algo muy triste — dice aún llorando bajando la cabeza

— Me toca — antes de hablar toma el mentón de su pequeña y lo sube para que se siguiera viendo — Yo veo a una chica hermosa la cual ni la leucemia le puede arrebatar la belleza, alguien inocente, divertida y con la sonrisa más bella del mundo, alguien especial que jamás en la vida cometeré el estúpido error de dejarte ir de nuevo — Dice sin siquiera equivocarse dejando sin palabras a Lucia

— Pero...

— ¿ pero que ?

— Mi cabello...

— ¿ Y ? ¿ Crees que eso me importa ? mantiene la seriedad frente al espejo

— pues claro, ¿ quien estaría con alguien así ?

Nicolás solo suspiró y la giró para que se vieran cara a cara, era una guerra de miradas que para aquella niña de pelo rizado era incómoda, pero Nicolás solo se concentraba en recorrer cada detalle del rostro de su ángel pensando que nada cambiaría los sentimientos hacia ella.

— Mira cuánto me importa — dice colocando una de sus manos en la nuca de ella y la otra en su espalda para darle inicio a un beso. Ambos por instinto cerraron los ojos y disfrutaban del momento, sus corazones parecían que se iban a salir del pecho.

Lucia con sus brazos rodeo la espalda de Nicolás para acercarlo aún más, sabía que no debía dejar de esperarlo, a pesar de todo el la seguirá queriendo y eso no se lo esperaba. Ambos se separaron y se miraron a los ojos.

— No digas una estupidez más, tu para mi serás linda seas como seas y que sepas que no me volveré a alejar de ti, ni aunque me cueste la vida, ¿ me entendiste ?

— ¿ lo prometes ? — pregunta

— lo prometo mi pequeña angel — la vuelve a besar

FELICIDAD PROHIBIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora